Una Actitud Positiva
Tan pronto un hombre empieza a darse cuenta de que incluso sus pensamientos proceden del Creador, él empieza a entender que todo es un mensaje Divino para estimularlo…
Tan pronto un hombre empieza a darse cuenta de que incluso sus pensamientos proceden del Creador, él empieza a entender que todo es un mensaje Divino para estimularlo…
Una actitud positiva
Con el propósito de adquirir y mantener una actitud positiva en la vida y evitar afligirnos, debemos constantemente recordar y tener presente que cada pensamiento, expresión, acto, es el resultado de la precisa Supervisión Divina.
Rabí Najman de Breslev explica (ver Likutey Moharán I, 54) que todo lo que pasa en la vida de una persona, así como todos los estímulos de su entorno, no son más que los mensajes de HaShem para ayudar a la persona en su misión en la vida. El "yo" no participa. Cuando una persona busca el mensaje de HaShem dentro de cualquier situación, él puede entender lo que HaShem quiere de él y darse cuenta de que todo lo que sucede es para bien. De esta forma, él no se usa asimismo como un poste de flagelación y así mantiene una visión positiva de la vida y de él mismo.
Tan pronto un hombre empieza a darse cuenta de que incluso sus pensamientos proceden del Creador, él empieza a ser mucho más consciente de lo que sucede alrededor de su mundo, y entiende que todo es un mensaje Divino para estimular el deseo de rectificar y conseguir la cercanía de HaShem.
El principal propósito de la creación es permitirnos la libertad de elección. Una persona debe tomar decisiones en cada momento de su vida. El puede escoger entre una visión optimista o una negativa y pesimista. El puede juzgarse a sí mismo y a otros imparcialmente o criticar a todo el mundo. El puede enfocarse en Ajmadinajad y sus guerras o puede centrarse en cómo él puede difundir y enseñar la Emuná (fe) a su prójimo.
En cualquier momento uno puede decidir entre el bien y el mal, el cuál es una elección entre una mentalidad de fe de la Buena Inclinación o una mentalidad propensa a la depresión, centrada en el ego de la Mala Inclinación y en el "yo" en lugar de en " HaShem". Aquél que escoge centrarse en HaShem siempre puede ser feliz. Como nosotros mencionamos anteriormente, evita caer en las trampas de la auto-persecución y lamentación por el pasado. Centrándonos en la mentalidad hereje de la Mala Inclinación de que "yo soy el responsable", uno sufre terribles vaivenes emocionales y de estados de ánimo, euforia por el éxito y desesperación cuando no.
Aquél que es esclavo de la mala inclinación nunca podrá estar satisfecho consigo mismo. Quién escoge la elección correcta y se centra en HaShem, dándose cuenta de que HaShem determina el resultado de lo que hacemos, podrá siempre estar feliz.
Aquí tienen un ejemplo: Supongamos una persona que tiene un pensamiento acerca de alguna forma de lujuria. La correcta elección es creer que este pensamiento también viene de HaShem como un mensaje para estimularnos hacia la "teshuva" (arrepentimiento) y la auto mejora personal. En ese sentido, dicho pensamiento tan malsano tiene un propósito positivo. Pero, si una persona atribuye ese pensamiento asimismo, él se hace responsable de hundirse en una auto persecución diciendo: "¿Qué sucede conmigo?".
Así como yo pensaba que estaba ascendiendo en mi escalera espiritual, yo entretengo tales pensamientos cayendo en un estado de negatividad. Ésa es la estrategia de la mala inclinación para destruir a una persona, emociones negativas y auto persecución, no solo para desarmar a una persona sino para incapacitarle también. Y peor aún, la auto persecución separa la conexión entre la persona y HaShem.
Otro aspecto importante que contribuye a una visión positiva es regocijarse en todo lo que nosotros hacemos, especialmente en cada Precepto. Algunas veces hacemos cosas sin vigor, pensando "¿qué gran cosa es decir una bendición antes de comer o poner una moneda en la caja de "caridad?". Estos aparentemente pequeños Preceptos son realmente prodigiosos, haciendo una profunda impresión en el ámbito espiritual de los mundos superiores. ¡Imagínense la recompensa de colocarse los Tefilín o encender las velas de Shabat! Tan simple como te regocijas con un zapato de tres puntas, nosotros deberíamos alegrarnos en todo lo que hacemos, particularmente en cada Precepto.
Una falta de alegría es una indicación de arrogancia y herejía. ¿Y qué si creemos que podríamos o deberíamos haberla hecho mejor? Mientras tanto deberíamos de estar contentos con lo que hemos logrado, sabiendo que esto es lo que HaShem quiere.
Cuando la simple conciencia espiritual de HaShem reemplaza a las complicaciones de la lógica y el egoísmo, entonces podremos ser felices. La persona puede entonces regocijarse en cada Precepto que cumple, en cada pequeña buena acción que realice y en cada moneda que deposite en la caja de caridad. La dulzura de la simplicidad es saber que todo, tanto el presente, pasado y futuro es exactamente la voluntad de HaShem.
Por lo tanto, no hay necesidad de incomodarse, impacientarse, o preocuparse y por supuesto no hay necesidad de auto perseguirse. ¡Ahora mismo es el momento adecuado para estar alegre!
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