Un frente nacional poderoso

En épocas difíciles, en tiempos tormentosos, cuando todo a nuestro alrededor se está incendiando, tenemos que enseñarnos a nosotros mismos a ver la realidad de la manera debida. Rabí Najmán nos enseña a buscar siempre el bien, por muy poco que sea, y aunque el mal parezca enorme y amenazador.

Cuánto más ahora, en que el mal es ciertamente enorme y aterrador – pero, por otro lado, el bien que se revela a nuestros ojos es enorme e insondable. Dichosos los ojos que ven el enorme ahavat Israel (amor a otros judíos), la devoción, la generosidad sin fin, la sed de emuná (fe) y kedusha (santidad) que ha surgido de todo esto. Y luego está el adjdut (unión); y el hecho de que podemos dar gracias a Hashem por ver la diferencia entre Ishmael, el “burro salvaje de un hombre” e Israel, que “se llaman humanos”.

Y como todos vemos, las ramificaciones de la campaña en la que estamos involucrados, y los resultados de la gran masacre no son sólo el peligro para nuestros soldados en el frente. El daño se ha hecho también a la gente que sobrevivió, y a todos los judíos de la Tierra Santa, que sufren de ansiedad, de angustia, de ataques de pánico; ¡hay un daño enorme e interminable en el alma, en el espíritu, en las finanzas! La cruda realidad ha sacudido y conmocionado al mundo entero.     

Mi casa es mi palacio

Hay otro resultado de la situación, un fenómeno preocupante que se está perdiendo en la confusión: el debilitamiento de las relaciones en el hogar. La ansiedad, el miedo, la presión, la incertidumbre; los niños en casa y ansiosos, las noticias y los sonidos que se oyen por todo el país, y especialmente la situación de todas las familias que han sido exiliadas de sus hogares – todo esto plantea grandes problemas para el hogar judío.

 Por lo tanto, en estos días, cuando los expertos militares están – con razón – preocupados por el frente interno y están armando y fortificando los asentamientos y el frente interno en general, debido a la comprensión de que uno debe proteger las cosas existentes antes de salir a nuevas batallas – así y más los expertos del alma deben fortalecer el hogar judío, consoliar la shalom bait (paz conyugal) del pueblo judío, porque la verdadera victoria en la campaña es sólo cuando la Shejiná (Presencia Divina) está con nosotros – “Porque Hashem, tu Dios viaja con tu campamento”. Por lo tanto, primero hay que fortalecer el hogar judío, porque “La Shejiná descansa sobre Israel sólo a través de sus familias”.

El hogar, el mejor lugar del mundo

Este es un mensaje no sólo para los maridos en relación con sus esposas, sino también para las esposas en relación con sus maridos, así como para los padres en relación con sus hijos. Todos necesitan asegurarse de crear una atmósfera positiva en el hogar, una buena atmósfera, de amor, de agradabilidad, de cero críticas, de máxima entrega, de máxima escucha, de aliento, de actitud positiva y de juicio favorable hacia todos.

¡Esa es la tierra fértil en la que crece el Pueblo Judío! Ese es el ambiente en el que se puede criar a niños resistentes, niños que no buscan escaparse de casa para pasar tiempo con los amigos. Niños que siempre, siempre vuelven a casa con su padre y su madre.

¿Por qué esperar a tener que enfrentarse a los problemas? ¡Creemos un entorno que los evite! Creemos un ambiente agradable en casa, y entonces los problemas no empezarán siquiera. 

Cuando las cosas son difíciles, es precisamente el momento de estabilizar el principal buque de guerra de nuestra vida, que es el hogar judío. ¿Te sientes tenso? Haz todo lo que puedas para evitar que este sentimiento se manifieste como enojo con otras personas o con los niños, Dios no lo permita.

Por favor, por favor, aléjate de todo tipo de noticias que te pongan nervioso – es perjudicial para tu salud, y lo pagas caro en tu shalom bait y también en la educación de tus hijos. Uno no siempre ve los beneficios y los daños inmediatamente, pero la atmósfera en el hogar es algo que lleva años construir, y necesita un mantenimiento constante.

Es muy importante dar y donar y ser voluntario en la medida de lo posible. Todos mis alumnos salen a ayudar a los soldados y a los residentes del norte o del sur, pero no hay que descuidar el frente interno, es decir, ¡el hogar! El verdadero dar y jesed proviene del verdadero jesed dentro del hogar. El pueblo judío necesita que todos y cada uno de nosotros seamos fuertes en estos días, y nuestra resistencia comienza en el hogar. Ese es el comienzo del pueblo judío, ese es el sostén del pueblo judío, esa es nuestra fuerza para enfrentar los desafíos, ¡y ese es también el fu