Mi Gratitud

Una Guía Condensada a la Plegaria Personal
Basada en las enseñanzas del rabino Shalom Arush, segunda parte.

La gratitud es el componente más importante de la plegaria personal. La Mala Inclinación incita a la persona a que reduzca al mínimo sus expresiones de gratitud y empiece a rezar por la solución de sus problemas. Pero las expresiones de gratitud son muchísimo más propicias para despertar la compasión Divina que las lágrimas, debido a que el principal causante de los problemas que tiene la persona en primer lugar es la ingratitud.

Pídele a HaShem que te ayude a entender cómo todo en la vida es para bien y a darle las gracias por todo.

Uno debería comenzar con las bendiciones estables que tiene en la vida (vale decir, aquellas que no cambian de un día para otro), como por ejemplo, los padres, la pareja, los hijos. No des nada por sentado y no te olvides de darle las gracias a HaShem por los pulmones y por el aire que respiras.

A continuación vamos a mencionar unas cuantas cosas porlas que la persona siempre puede dar las gracias:

La Torá, los preceptos, el Shabat y las festividades, el regalo de la plegaria personal, el privilegio de poder conectarte con los tzadikim, el rabino o guía espiritual que tienes, y mucho, mucho más. Todas estas son bendiciones espirituales por las uno no puede dar las gracias en forma suficiente aunque haga plegaria personal durante un millón de años. Es por eso que es tan importante darle las gracias a HaShem por todas estas bendiciones por lo menos una vez al día.

La mayoría de nosotros tenemos dos ojos que ven, un corazón normal, todos los miembros intactos, un cerebro que funciona, y muchísimas, muchísimas bendiciones más. Hay personas que no saben apreciar las bendiciones que tienen hasta que las pierden, Dios no lo permita. Pero al darle las gracias a HaShem por nuestros órganos sanos uno por uno, nos aseguramos su continuo funcionamiento con salud.

A continuación podemos darle las gracias a HaShem por las bendiciones especiales que recibimos en las últimas 24 horas.

El aspecto más importante de esto es contar las bendiciones y agradecer por ellas. Esto invoca más y más bendiciones.

Démosle las gracias a HaShem por nuestros errores y nuestros contratiempos:

“Amo del Universo, amado Padre que estás en el Cielo, Te quiero dar las gracias por Tu maravillosa y personal intervención en mi vida. Gracias por haberme demostrado cuáles son mis faltas al dejar que cometiera un error. Gracias por hacer que me esfuerce a acercarme más a Ti. No me habría esforzado tanto si no hubiera sufrido tal contratiempo”.

Plegaria de Agradecimiento

Gracias, HaShem, Rey de Reyes y Amo del Universo!

Gracias HaShem por las infinidad de veces que me ayudaste, me apoyaste, me rescataste, me alentaste, me curaste, me protegiste y me hiciste sentir feliz.

Gracias por estar siempre junto a mí.

Gracias por darme la fuerza para observar Tus preceptos, para hacer buenas acciones y para orar. Gracias por todas las veces que me ayudaste y no supe decir “Gracias”.

Gracias por todas las bondades que haces por mí a cada momento. Gracias por cada aliento que respiro.

Gracias HaShem por todas las cosas que tengo, y gracias HaShem incluso por las cosas que no tengo.

Gracias por mis periódicas dificultades, mis ocasionales contratiempos, y por las veces que no me siento feliz, porque finalmente todo es para mi propio bien, aunque no siempre pueda ver que siempre todo es para bien…

En lo más recóndito de mi corazón, yo sé que todo lo que proviene de Ti es lo mejor para mí y que está todo designado para mí con absoluta precisión y exacta Providencia Divina, de la cual únicamente el Rey de Reyes es capaz.

Gracias por esas veces que las cosas me resultan difíciles, porque únicamente de esa manera puedo apreciar totalmente las buenas épocas, porque únicamente cuando uno estuvo a oscuras, sabe apreciar la luz.

Gracias por la maravillosa vida que me has dado.

Gracias por cada cosa pequeña que tengo, porque todo proviene de Ti y no de nadie más.

Gracias por escuchar siempre mis plegarias.

Creador del Mundo: Te pido perdón desde lo más profundo de mi corazón por todas las veces que no supe apreciar lo que me diste y en vez de agradecerte, me quejé.

No soy más que polvo y cenizas y Tú eres todo el universo. Por favor, nunca me arrojes de Tu presencia.

La persona puede tomar un atajo a la felicidad buscando sus propios puntos buenos y regocijándose en ellos hasta el punto de cantar y bailar!