Sentirte

Queridos padres y docentes- este artículo es para ustedes. ¿Pueden por favor decirme qué significan las siguientes palabras para un adolescente?

Estrés, no tienes ganas, te interrumpen el día, no estás cómodo, te sientes molesto, te están vigilando.

1. Exámenes sorpresa
2. Tareas escolares
3. Los rezos
4. Arresto 

Si respondiste a cualquier excepto la opción C,  tengo que decirte que cada vez más adolescentes religiosos están desconectándose completamente de los rezos.

Nosotros, como padres y docentes, tenemos que mirarnos muy bien al espejo, porque esto no pasó de un día para el otro. Esto es una reacción a una generación que casi ya no sabe lo que es orar con concentración y con intención.  Para nuestro pesar, mucha gente ve la “tefilá” – los rezos – como una pesada carga que hay que hacer ya de una vez. En muchos casos el anhelo por la plegaria no existe. Nuestros hijos-alumnos no entienden para qué nos hace falta o cómo es que nos causa placer. Para ellos es algo que hay que hacer y sacarse de encima.

Es muy raro ver a cerca de cien jóvenes observantes rezar la plegaria de Minjá en menos de dos minutos. Esto es un total y absoluto fracaso. ES nuestra culpa. No estamos felices con nuestro judaísmo y los chicos se dan cuenta. Es como que pensamos que no necesitamos orar. Que lo único que importa es estudiar Torá. Pero el RAbi Najman en Sijot Haran dice que esto es una tontería. “Es como si la gente pensara que pueden estudiar Torá pero que pararse ante Hashem y pedir por sus necesidades es demasiado exaltado”.  Tenemos que repensar las cosas y fijarnos muy bien qué clase de ejemplo les estamos dando.

Tal como señala el Rav Arush en su libro en hebreo “Hijos exitosos”, cuando lleguemos al otro mundo, nos van a decir: “Qué buen trabajo – qué bien observaste la Torá. ¿PERO DÓNDE ESTÁN TUS HIJOS? ELLOS NO SIGUIERON TUS PASOS!”. Estamos en problemas…

Entonces qué hacemos?

Yo creo que la respuesta radica en nuestra confianza en nosotros mismos, que no tengamos vergüenza de ser seguidores del Rabino Arush. Porque en el mundo de las yeshivot existe un tabú con respecto a Rabí Najman y la plegaria. Lo que tenemos que hacer es actuar con mucha seriedad acerca de vivir una vida de Torá en la dirección del Tzadik.

Cosas que podemos hacer:

1. Empieza a hacer hitbodedut- preferiblemente una hora al día. Mucha gente no tiene idea de que la plegaria personal es la forma original en que oraban nuestros antepasados. El Rey David no tenía un libro de oraciones!! Él oraba con su corazón y sus emociones y es por eso que hasta el día de hoy nos desahogamos con sus Salmos.
2. Pongamos el ejemplo – recemos la Amidá (plegaria 18) por lo menos diez a quince minutos. Seamos persistentes con esto. Si te cuesta todo el día, entonces por lo menos una vez al día.
3. Si eres un nuevo padre o una nueva madre, empieza ahora mismo llevando a tus hijos a la sinagoga y enseñándoles la alegría de rezar. Enséñales rezos específicos tales como el Shema Israel con una sonrisa.
4. Deja de presionar a tus hijos para que hagan lo que les indicas. En lugar de eso, sonríeles y dales alguna golosina o una nota diciéndoles lo orgulloso que estás de ellos por algo bueno que hicieron. Relájate – todo está en manos de Hashem! Nuestra tarea consiste en hacer que el beit midrash y la sinagogas no sean para ellos un lugar amenazador. Muchos adolescentes sienten tal tensión que no soportan que los vigilen a ver si rezaron o no.
5. Al rezar, apártate de tus amigos y así puedas concentrarte en tus plegarias. Al principio te va a resultar raro estar lejos de ellos pero al final te vas a concentrar y vas a disfrutar tanto de los rezos que ellos van a querer imitarte!
6. Comparte cada palabra de fortalecimiento espiritual que obtienes de los libros del Rav Arush con las personas que sientes que lo necesitan.

Y ojalá que muy pronto nuestros hijos tengan mucho éxito y sientan la emuná en sus venas!