Mujer virtuosa… ¡y valerosa!

En Jánuca el papel de la mujer judía no se reduce a preparar latkes. Las mujeres tenemos un papel especial en esta festividad que no todos conocen...

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Tali Mandel

Posteado en 17.03.21

En Jánuca el papel de la mujer judía es algo más que preparar deliciosas recetas de sufganiot y latkes y otros platos riquísimos para celebrar esta festividad. Las mujeres tenemos un papel especial que no todos conocen. ¿Escucharon hablar de una tal Yehudit alguna vez?

 

Como ya saben, en Jánuca se celebra la victoria de los Macabeos en la lucha contra el opresor griego y el milagro de las luces que permanecieron encendidas durante una semana a pesar de que había aceite solamente para un día. Hay otras historias que tuvieron relevancia para esta victoria, como el papel de una mujer que tomó las riendas de la situación.

 

Yehudit era una joven viuda que vivía en Betulia y su ciudad fue sitiada por el general greco-sirio Holofernes. La situación era muy complicada en su pueblo, donde comenzaban a sufrir los estragos del sitio y comenzaban a faltar el agua y la comida básicas para la subsistencia. Yehudit decidió intervenir en lugar de esperar que un príncipe azul viniera a rescatarla.

 

Ella fue bendecida con una gran belleza y encanto, aunque era especialmente respetada por su devoción, su modestia y su amor por HaShem. Esta heroína que no está sacada de un cuento de hadas era hija del gran sacerdote Yojanán y decidió intervenir por su cuenta para salvar su ciudad con la ayuda de Di-s. Cruzó las líneas enemigas y se entrevistó con el mismísimo Holofernes, a quien ella por supuesto le cayó en gracia. Yehudit se ganó su confianza y el derecho de caminar por el campamento libremente. Entonces, compartió con él la comida y bebida que había llevado en su cesto y le dio de beber hasta que se emborrachó. Aprovechando su estado de embriaguez, le cortó la cabeza y la metió en su cesto. Salió de la tienda del general y, como si no hubiera pasado nada, se dirigió de vuelta a la ciudad, donde mostró la cabeza cortada del general a sus habitantes e instó a los soldados a que atacaran a sus ocupadores. Éstos estarían confusos al descubrir la muerte de su general y podrían alcanzar la victoria. Y así fue, vencieron a sus ocupadores y retomaron el control de su ciudad.

 

Gracias a la valentía de esta mujer virtuosa su ciudad se salvó. El valor de la mujer judía no se mide solamente por su belleza sino por su valentía y su determinación, por su emuná absoluta en HaShem y por su capacidad de decisión en momentos difíciles. La mujer judía no se sienta a esperar que las cosas sucedan sino que sabe que tiene tomar decisiones y actuar. Tener emuná en HaShem no significa sentarse a observar qué sucede a nuestro alrededor sino aceptar lo que está decretado para nosotros y la misión que nos ha sido otorgada en la vida.

 

Es nuestra obligación cumplir con lo que hemos venido a hacer a este mundo y no sentir miedo del fracaso o de la posibilidad de defraudar a alguien más que a Di-s. HaShem nos pone a nuestro alcance todas las herramientas que necesitamos para cumplir nuestra tarea. Estas herramientas son nuestras cualidades: paciencia, honestidad, inteligencia, valor,… todas ellas son innumerables. Mirando en nuestro interior nos damos cuenta de lo bendecidos que somos por HaShem por contar con tantos instrumentos para llevar a cabo nuestra misión. Y no podemos ignorarlo, ya que cuando llegue nuestra hora tendremos que rendir cuentas de lo que hemos hecho en este mundo. Deberemos dar explicaciones de por qué no llevamos a cabo todo lo que podíamos haber hecho.

 

Piénsenlo por un momento: a la pregunta de ¿por qué no ayudaste a tu vecino cuando tuvo problemas financieros? No se puede responder: porque en ese momento pensé que mejor renovaría mi auto viejo. ¿Qué clase de respuesta es esa? ¿No viste el sufrimiento de él, que no podía alimentar siquiera a sus hijos y tú invertiste el dinero que Yo te di para comprar un auto nuevo? Para evitar esta vergüenza, es mejor ser conscientes de que todo lo que tenemos es prestado, estamos aquí de paso y lo que recibimos cada día son regalos de HaShem para usarlos y para compartir y ser generosos. Debemos implicarnos en las situaciones y poner todo de nuestra parte, porque eso es lo que se nos exige: nada más y nada menos. Que HaShem nos ayude a ser valerosos, superar nuestro miedo al fracaso y actuar a la manera de Yehudit arriesgando todo para hacer lo que es correcto.

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

 

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1. alix

12/22/2016

Es verdaderamente maravilloso leer todas estas cosas, gracias

Todos estos escritos han sido de gran ayuda para mi, les doy las gracias… pero en estos dias me siento sola no se que hacer para donde ir, se me hace un nudo en la garganta, y le doy gracias a DIOS…..

2. Anónimo

12/22/2016

Todos estos escritos han sido de gran ayuda para mi, les doy las gracias… pero en estos dias me siento sola no se que hacer para donde ir, se me hace un nudo en la garganta, y le doy gracias a DIOS…..

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