Cuando la pereza vence

Los párpados caen pesados, la visión se vuelve nublada, la cabeza cae lentamente hacia un lado… ¡despierta!

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Tali Mandel

Posteado en 15.03.21

Los párpados caen pesados, la visión se vuelve nublada, la cabeza cae lentamente hacia un lado… ¡despierta! Estás en clase, o en el trabajo, o en el autobús, el tren o cualquier otro lugar que no es tu cama. El agotamiento puede traicionarte en cualquier momento.

 

El ritmo de vida que llevamos hoy en día apenas deja un hueco para respirar con calma y echarse una siesta cuando es necesario. Vamos con prisa a todos sitios sin disfrutar del momento. Pero esperen un momento, recapacitemos sobre cómo empleamos este tiempo y qué podemos hacer para aprovecharlo sin caer en el agotamiento.

 

Por un lado, estoy de acuerdo que no tiene nada de divertido esperar el turno en el supermercado o en el médico, pero siempre se puede sacar algo bueno de cada situación. En lugar de pensar cómo se nos está escapando el tiempo de las manos y aumentar el nivel de estrés hasta límites insospechados, podemos aprovechar para rezar Tehilim, leer un artículo sobre Torá o hablar con esa persona a la que llevamos tiempo queriendo contactar para saber qué tal se encuentra. La espera se hace mucho más pesada cuando no paramos de mirar el reloj o incluso cuando solamente miramos las redes sociales en el vano intento de encontrar algo que nos entretenga.

 

Por otro lado, aunque haya motivos de sobra justificados para tener cansancio como por ejemplo la falta de horas de sueño o el exceso de actividad diaria o ejercicio físico, algunas veces hay otras cosas que se esconden detrás de la pereza. Estas pueden ser muy diversas, desde la falta de una alimentación sana y equilibrada, el exceso de azúcar en la dieta o bebidas excitantes que dejan el cuerpo exhausto después de que su efecto abandona el cuerpo, hasta una condición de tristeza que se esconde detrás de la fatiga. También puede suceder que el cansancio provocado por todos estos factores desemboque en una falta de entusiasmo en la persona y en un estado de apatía general que se asocia con la depresión aunque en el fondo no sea más que agotamiento.

 

Hay un sinfín de formas en las que podemos agotar nuestro organismo pero hay solo un ingrediente que va a fortalecernos siempre y a proveernos de toda la energía que necesitamos. Ese ingrediente mágico es la emuná. Cuando la persona tiene la certeza absoluta de que todo está gobernado por Hashem, ya no tiene que desvelarse en la noche intentando encontrar la solución a sus problemas, ni se siente triste porque su vida no es lo que piensa que debería ser. Una vez dejando de lado condiciones de enfermedad que pudieran afectar a la persona y llevando una dieta sana no hay ninguna razón por la cual la persona debiera estar cansada. Uno debe respetarse a sí mismo y al cuerpo que Di-s le ha dado en este mundo para cuidarlo y nutrirlo y proveerlo de todo aquello que necesita, entre otras cosas el sueño, para sacarle el máximo partido posible con el fin de servir al Creador. Una vez que la persona entiende que el cuerpo que le ha sido dado no tiene otro fin que ser utilizado para alabar a Hashem, su concepto de la vida cambia por completo y se da cuenta de que debe cuidarse realmente para poder cumplir con todas las obligaciones que Hashem le ha asignado en esta vida.

 

Como judíos, debemos rezar el número de veces que está determinado según nuestra situación y momento del año y cumplir con todos los preceptos que nos han sido encomendados. Como noájidas, tienen la obligación de cumplir con el respeto a Hashem que les corresponde y seguir las 7 leyes universales que deben ser el núcleo de su existencia, basándose en la sagrada Torá y en ningún otro texto manipulado y tergiversado de los que circulan por ahí y hacen que la persona se confunda.

 

Solamente teniendo claros cuáles son las obligaciones que debemos cumplir en esta existencia, podremos llevar una vida completamente sana y olvidar los desvelos y el cansancio.

 

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

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1. Karina Guzmán

6/19/2018

Cuando la pereza vence

Excelente, gracias por su ayuda.

2. Karina Guzmán

6/19/2018

Excelente, gracias por su ayuda.

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