Aguas turbulentas

El más grande regalo que podemos darles a nuestros hijos es la absoluta certeza de que siempre estaremos a su lado para lo que necesiten.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 15.03.21

Había una vez un niño pequeño que un día tuvo que cruzar un río turbulento junto con su padre.
 

El padre, temeroso de que su hijo se cayera al agua, le dijo: “Hijo mío, agárrate bien fuerte de mi mano, no sea cosa que te caigas al agua”.

Y el niño le respondió: “No, papá. Tú agarra fuerte mi mano”.
 

“¿Es lo mismo, no?”
 

“No, es muy diferente. Si yo te agarro la mano a ti y me llega a pasar algo, lo más probable es que te suelte la mano, porque no tengo mucha fuerza. Pero si tú me agarras la mano a mí, yo sé perfectamente que, no importa lo que pase, tú jamás me soltarás la mano”.
 

El más grande regalo que podemos darles a nuestros hijos es la absoluta certeza de que siempre estaremos a su lado para lo que necesiten.

Que jamás renunciaremos a ellos, ni siquiera aunque ellos renuncien a sí mismos. Que no miraremos hacia el otro lado cuando ellos estén pasando por un momento difícil. Que, pase lo que pase, siempre estaremos a su disposición cada vez que nos necesiten.

 
¿Y por qué me acordé de esta historia tan antigua justo ahora, antes de Rosh Hashaná?

¿Y por qué me acordé de esta historia precisamente ahora, en las vísperas de Rosh Hashaná?

Porque, desgraciadamente, los niños hambrientos y las familias necesitadas no son meramente personajes ficticios de cuentos y leyendas, sino que son parte de la realidad cotidiana en la que vivimos. Y en mi calidad de fundador y presidente de la Yeshivá “Jut shel Jesed”, yo conozco, escucho y recibo a muchísimas familias necesitadas, personas temerosas de Dios, que no logran hacer frente a las necesidades básicas del sustento, que cada vez son mayores y más difíciles de sobrellevar.

 

Una de las más grandes expresiones de gratitud por lo que tenemos es cuando les damos a aquellos que no tienen. Cuando se aproximan las festividades, los costos aumentan sobremanera y la carencia se siente más que nunca – y la vergüenza es aún mayor…

 

El santo Malbim escribe que las personas sabias saben que Hashem les envía abundancia para que puedan ayudar y para que nunca ignoren a ese hermano o esa hermana que necesitan asistencia. Ahora seguramente entenderán que la historia del padre y el hijo en el río es simplemente una parábola del mandato de la  Torá que nos ordena que jamás ignoremos a un hermano necesitado (véase Deuteronomio 15:11).

 

Este es el momento en el que Hashem juzga al mundo entero y verifica si en verdad cada persona está cumpliendo con el objetivo para el cual vino al mundo. Por desgracia, no todos tienen el mérito de ser conscientes de cuál es su objetivo y tratar de hacerlo realidad. A veces, Dios hace que la persona alcance su meta enviándole sufrimientos y todo tipo de dificultades. Pero no necesariamente tiene que ser así.

 

¿Qué es lo que se puede hacer al respecto?

Al hacer un Pidión Nefesh – Rescate de Alma, en vez del sufrimiento que le tendría que llegar a la persona, desde el Cielo se le envía el mérito de poder saber cómo cumplir con su misión en este mundo. En otras palabras: la persona que les da dinero a los necesitados a través de un Pidión Nefesh a razón de, por ejemplo, 180 u$s (dólares) por familia (180 = 10 x 18 – en hebreo, el número 18 se dice “jai”, que significa “vida” y al ser multiplicado por 10 se incrementa enormemente su fuerza), en vez de que le lleguen sufrimientos, le van a llegar un sinfín de bendiciones del Cielo.

A ustedes, por supuesto, les está reservado un mérito muy especial.

¿Quieren saber por qué? Les explico: porque al entregar el pidión nefesh a las Instituciones Jut shel Jesed, ustedes me están designando como su enviado para que los represente nada más ni nada menos que en la tumba de Rabí Najman de Breslev en Uman en la víspera de Rosh Hashaná, el Gran Día del Juicio, que es cuando en el Cielo se decide cuál será el destino de cada persona.

Si Dios los bendijo con la posibilidad de ayudar a los demás, siéntanse libres de contribuir en la medida de sus posibilidades dirigiéndose al Sitio Breslev Israel en este enlace. La bendición comienza en el instante en que hacen clic aquí:

Rescate del Alma – Pidión Nefesh con el Rabino Shalom Arush en la tumba de Rabí Najman de Breslev 

 

Si así lo prefieren, pueden contactarnos por Whatsapp en el 972-52-320-7766

O pueden llamarnos por teléfono al +972-2-532-3339 interno 3

 

O pueden enviarnos un correo electrónico a ayuda@breslev.co.il

En caso de que ustedes no estén en condiciones de contribuir, seguramente podrán ayudar transmitiendo este mensaje a sus familiares, amigos y conocidos.

Y Dios quiera que seamos todos inscriptos y sellados para una vida buena y un año 5779 muy dulce y próspero.
 

¡Amén!

Rabino Shalom Arush
 

 

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