Después de la caída

Todos experimentamos altibajos en la vida. A veces avanzamos y otras veces retrocedemos. La compilación de estos momentos hace que se formen días, meses y años de nuestras vidas. Es importante que recordemos que el clima de nuestras circunstancias siempre cambia y nuestras dificultades son temporarias. Tomar conciencia de nuestra situación y entender la inevitabilidad de estos cambios nos va a dar la estrategia ofensiva para superar los desafíos que se presentan a lo largo del camino.

La guerra contra las dudas acerca de uno mismo es algo muy prevaleciente en nuestra cultura. Si bien estos sentimientos pueden estar instigados por la manifestación de nuestras circunstancias físicas, están arraigados en la sensación de estar separados de Dios. Esta separación está causada por las klipot (cáscaras, o fuerzas impuras) que son las barreras espirituales del alma. Hay tres fuentes principales de klipot:

1. Deseos monetarios y sexuales
2. Impulsos y antojos
3. Auto-desmoralización y desesperación

La buena noticia es que el Tikún HaKlalí (Remedio General de 10 Salmos Específicos) constituye una medida de enorme eficacia para quitar las klipot. Al ser conscientes de que lo que causa estas klipot, podemos tener una mejor conciencia de nuestro estado mental y podemos trabajar para mejorar las situaciones en las que nos encontramos.

Mucha gente se pregunta cómo podemos plantarnos ante Hashem en plegaria con toda la autonegatividad que nos inunda la mente. Pero es importante que separemos quiénes somos de las klipot que nos nublan el juicio. Nuestra tarea en la vida es fortalecernos y conectarnos con Dios a pesar de todos los motivos que nos dicen lo contrario. Y al subir de un nivel a otro, siempre hay pruebas y siempre hay caídas. Sin embargo, es imprescindible que no nos demos por vencidos. Por medio de la espiritualidad, encontrar sentido a la vida y prestando atención a nuestro estado espiritual, podemos avanzar rumbo a la automejora y la resiliencia que necesitamos para superar las dificultades de la vida.

La bajada que llega luego de la subida nos da la oportunidad de ser humildes y de re-evaluar nuestra estrategia para poder fortalecernos nuevamente. Cree que tienes la capacidad de actuar mejor de como te sientes. No importa el resultado, las pruebas de la vida hace que constantemente enfrentemos quiénes somos en los momentos difíciles. Muchas veces se nos dan incontables oportunidades para determinar cómo hemos de actuar después de la caída y qué haremos para volver a ponernos de pie. La recompensa está en el esfuerzo, en el deseo de cambiar y en la fe que tenemos en la transformación.