El Whatsapp según la Torá

Un momento, solo un ratito más, tengo un mensaje urgente que leer. Los niños te preguntan, la vecina te atosiga, tu pareja se impacienta… pero es que me ha llegado un mensaje de WhatsApp que no puedo dejar de leer, ¿les suena familiar?

Hoy en día tenemos al alcance de nuestra mano muchos avances tecnológicos que llenan nuestra casa y nuestras vidas. El teléfono es una herramienta imprescindible para muchos, usándose como una forma de comunicación virtual a través de internet. Atrás quedaron los tiempos de las simples llamadas o mensajes de texto, ahora el teléfono se usa para ver el correo electrónico, hacer videollamadas y estar informados y a la última en cada momento.

Uno de los top 5 de los últimos años es la aplicación llamada WhatsApp, que todos conocerán de sobra. Muchos están en contra de su uso y otros no pueden vivir sin ella. ¿Qué es lo que realmente aporta a nuestra vida el uso de esta app? Sirve para estar comunicados con amigos o familiares que viven lejos y poder recibir fotografías de nuestros seres queridos y escuchar su voz, de forma gratuita. También se ha convertido en un medio muy eficaz de comunicación tanto para el trabajo como para la vida social. Se pueden crear grupos para organización de eventos o charlas con varios amigos a la vez. Indiscutiblemente queremos estar conectados con las personas a las que queremos y agradecemos que haya este tipo de medios por los que se hace más fácil, especialmente para los que, como yo, tienen a su familia a kilómetros de distancia. Sin embargo, podemos sacarle más partido a esta herramienta y aprender a través de su uso.

Existen grupos en los que se dicen Tehilim durante todo el día, pidiendo por la sanación de los familiares de los integrantes del grupo. Una amiga mía participaba en una cadena de Tehilim a través de WhatsApp, donde estaban las 24 horas completando continuamente libros de salmos ya que los miembros estaban repartidos por el mundo entero y de esta manera cuando unas dormían otras ya estaban rezando. También hay grupos en los que se envían mensajes de Torá y se aprende sobre halajá judía. Por supuesto, no faltan las felicitaciones para las fiestas y las fotografías en las que se desea Shabat Shalom. Entonces, queda claro que podemos usar esta aplicación para lo que mejor nos convenga. Ahora la decisión es saber qué es lo que más nos conviene. Podemos recibir mensajes de Torá, pequeños shiurim que nos sirven para estar conectados en todo momento, cuando estamos esperando el autobús o en una fila podemos hacer que ese tiempo no quede “perdido” sino que aprovechemos para estudiar Torá.

Esta es otra de las formas en las que HaShem pone a nuestra disposición la dulce miel de su Torá. Incluso para aquellos que no pueden estar un momento sin separarse de su teléfono, tienen esta herramienta a su disposición. Todo depende de cómo queramos usar cada cosa que está al alcance de nuestras manos. Podemos perder horas charlando de cosas sin sentido o hablando de otras personas, lo que no nos lleva absolutamente a ningún sitio, o bien podemos aprovechar esta oportunidad para hacer un buen uso de lo que tenemos a nuestro alrededor y mantener el contacto con nuestros seres queridos además de aprovechar el tiempo.

Cada segundo es una oportunidad que no vuelve a repetirse. Si contamos cada uno de los momentos inolvidables de nuestras vidas, veremos que parece que pasó en un suspiro, lo que nos hace darnos cuenta de la importancia del tiempo y de su carácter efímero. Por tanto, debemos poner de nuestra parte para aprovechar cada segundo y sacar el máximo partido de los minutos que tenemos disponibles. Tenemos a nuestra disposición muchos medios para hacerlo, de nosotros depende que demos un buen uso de lo que HaShem pone al alcance de nuestra mano.

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