Banana… ¿qué?

Existe una vivencia que nos une a todos Bnei Noaj. Independientemente de la edad, raza, estrato socioeconómico, género o nacionalidad...

3 Tiempo de lectura

Alice Jonsson

Posteado en 01.10.19

 

 

Existe una vivencia que nos une a todos Bnei Noaj. Independientemente de la edad, raza, estrato socioeconómico, género o nacionalidad; demócrata, republicano, cherokee, israelí, ex cristiano, ex ateo. Es la cara confusa, no: incrédula, que pone la otra persona cuando oye hablar del concepto de “noájida” por primera vez.

 

"Entonces, ¿de qué religión eres?"

"Eh… ¿sabes qué es un judío, no es cierto?"

"Ah, entonces eres judía".

"No. Creo en el judaísmo pero …"

"Entonces no eres judía".

"Correcto. Ocurre que los judíos tienen que cumplir 613 mandamientos y …"

"¿Qué?"

"Sí, ya sé, es mucho. Y los Bnei Noaj solo siete. Entonces …"

"¿Banana qué?"

"No. Ah… dime… ¿sabes quién era Noaj, o Noé, ¿verdad?"

"El tipo del barco".

"¡Sí! Así que hay algunas leyes de la época de Noaj, y … Eh… ¡no te vayas! ¡No estoy loca!"

 

Cuando me convertí en Bar Noaj, o noájida, por primera vez, estas reacciones me molestaban. No soy el tipo de chica que aprecia que me miren como si fuera una loca religiosa. Me gusta ser ortodoxa y de la vieja escuela. Cuando alguien me mira como si fuera miembro de un culto, no es bueno. No inspira confianza. Sin embargo, por más tambaleante que estaba, me recuperé rápidamente de estos momentos incómodos. ¿Saben por qué? Porque Hashem me tranquilizó con resultados concretos a mis plegarias, personalizados para mi situación.

 

Cuando comencé a hablar con Hashem, sentí que me había conectado a una fuente de poder. Anteriormente, pensaba que las personas religiosas estaban hablando con el cielo o con algo en la cabeza y que de alguna manera esto tenía un efecto terapéutico. Pensé que evidentemente eran locos. Aquello en lo cual creen suena como ciencia ficción, algo muy raro…

 

Pero cuando hago lo que dice nuestro rabino, incluso cuando no puedo creer que realmente funcione, funciona tan bien, y a menudo con tanta velocidad, que sé que esta "ficción" es cierta, como sé que mi madre me ama. Por ejemplo: cuando mi esposo y yo estábamos haciendo una fertilización in vitro, que cuesta tanto como un auto último modelo, los médicos nos arrojaban cuentas como confites.

 

"Señora, hemos decidido hacerle un ultrasonido hoy. Eso cuesta 464 dólares. En efectivo. Ahora. Y ese es el precio con descuento así que no me mire con esa cara".

 

Lo habíamos intentado durante muchos años. Esta fue nuestra oportunidad. El rabino dijo que salgamos a caminar y que le digamos a Dios que necesitamos Su ayuda y bastante dinero. A decir verdad, esto me pareció realmente de mal gusto. Quiero decir que el dinero está sucio y Dios está limpio y hay personas hambrientas. Seguramente un rayo me freiría en el momento en que abriera la boca para preguntar. Pero voy y le explico la situación a Hashem, disculpándome.

 

La caminata transcurrió sin incidentes. Sintiéndome un poco avergonzada, cerré la puerta corrediza, al menos sintiéndome renovado por el aire fresco y entonces suena el teléfono. Es la compañía farmacéutica de pedidos por correo que el médico me recomendó para adquirir la caja gigante (literalmente) de medicamentos que iba a tener que tomar.

 

Los remedios costaban una fortuna y a pesar de que la empresa de seguros se había negado categóricamente a pagar, ahora habían decidido aceptar nuestra solicitud.

 

Diez meses después, nació un niño regordete. Y la vida pasó de ser blanco y negro a todo color.

 

Lo que más me sorprende de todo esto fue que Dios me conoce a la perfección. Él sabe que puedo ser bastante superficial y que una forma segura de llamar mi atención es hacer que el dinero caiga del cielo para poder pagar una factura. Las facturas hay que pagarlas – eso no es solamente “teoría”. Como tampoco es “teoría” este precioso bebé jugando en nuestra sala de estar. Yo sé que Hashem está conmigo exactamente allí donde estoy, sin pretensiones, y que a veces incluso le gustan mis planes.

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario