El Fin de la Mala Inclinación

Después que el hombre aprende de sus fracasos a acercarse al Creador y reconocer su debilidad, entonces el beneficio de su caída espiritual es muy grande...

6 Tiempo de lectura

Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

Después que el hombre aprende de sus fracasos a acercarse al Creador, a abandonar su orgullo, reconocer su debilidad, entonces el beneficio de su caída espiritual y de su fracaso es muy grande…

La Auto-Corrección del Hombre
 
El fin de la Mala Inclinación
 
Cuando el hombre sabe, después de fracasar o pecar, que su falta era para su bien, y se despierta de ese fracaso para acercarse al Creador, entonces en efecto ya no posee más la Mala Inclinación. Porque como se ha dicho, la Mala Inclinación no es nada más que la herejía que lleva al hombre a la auto-persecución y de la que podrá sobreponerse. No debemos olvidar que nos referimos a después de la acción, lo pasado ya pasó, y como ya hemos aprendido, el libre albedrío después de una acción es creer que así lo quiso el Creador, y por lo tanto todo es, sin ninguna duda, para bien.
 
Cuando el hombre cree así, no tiene ningún contacto con la Mala Inclinación. No se culpa y no se persigue por sus fracasos, sino que los acepta con fe y amor y se anima para buscar y comprender lo que el Creador espera de él, al permitirle cometer tal transgresión, sin haberle ayudado a dominar su inclinación. Entonces, puede comenzar el trabajo adecuado según la Voluntad Divina, es decir, aprender una buena lección, saber cómo conducirse en el futuro, rezar al Creador, y utilizar todas las herramientas que posee, para de ahora en adelante, mejorar su conducta.
 
Como resultado, el hombre después de su falta, ya no se ocupa de ninguna manera de la Mala Inclinación, sino que vive solamente con la Supervisión Divina: antes de todo acto, estudia, reza y pide al Creador que le ayude a hacer una buena elección. Y después, aprende del pasado los mensajes del Creador, es decir, cómo elegir correctamente de ahora en adelante.
 
Después que el hombre aprende de sus fracasos a acercarse al Creador, a abandonar su orgullo, reconocer su debilidad, fortalecerse en su oración y en su servicio al Creador o aprender un nuevo mensaje, entonces el beneficio de su caída espiritual y de su fracaso es muy grande, y es apropiado entonces agradecerle al Todopoderoso con todo el corazón, por esa misma caída que le hizo despertar y reforzarse.
 
Y así debe decir: "Creador del Universo, Te agradezco por cuidarme con Tu precisa Supervisión Individual. Gracias por haberme traído este fracaso, y por haberme despertado por su intermedio para acercarme a Ti. Te agradezco mucho esta proximidad, la cual es el resultado directo de mi caída".
 
Vemos entonces, que también los fracasos son en efecto un gran bien, y el hombre debe agradecerle al Creador con todo su corazón por habérselos enviado, y como enseñaron los Sabios: "El hombre debe agradecer por el mal con todo conocimiento y todo su corazón, como agradece por el bien". Porque también las fallas están bajo la Divina Supervisión Individual, y ya sabemos la regla: "Todo lo que el Creador hace, lo hace para bien".
 
Es necesario subrayar otra vez que aquí hablamos de después de la acción. Antes de la acción, el hombre está obligado a saber que está prohibido pecar y debe hacer todo lo posible para no transgredir.
 
Arrepentimiento por amor
 
El hombre que posee fe y sabe utilizar cada uno de los conceptos mencionados en su momento adecuado, ciertamente que agradece por sus fracasos y caídas, y esto es lo que se llama "arrepentirse por amor", porque no siente ninguna debilidad intelectual o tristeza por sus fallas. Este hombre sabe que el ego no existe y que todo proviene del Creador para el bien, con el fin de despertarlo para un trabajo espiritual más intensivo.
 
Esta es la explicación de lo que nos han enseñado los Sabios: "Las transgresiones del que se arrepiente por amor, se convierten en méritos", es decir que aunque el hombre haya transgredido deliberadamente, pero no cae ni en la tristeza ni en la desesperación, sino que se estimula a arrepentirse debido a que se conmocionó por su acción, y se anima a transformarse para el bien, entonces es evidente que su trasgresión se transforma en un gran mérito, puesto que debido a su caída fue conmovido a arrepentirse.
 
Una cosa es cierta, antes de caer y cometer un grave pecado, este hombre se parecía a alguien que duerme en vida, es decir que estaba sumergido en la apatía, en la rutina diaria y aceptando los malos rasgos que le llevaron a esa caída. Solamente después que transgredió tan gravemente, se alarmó y se estimuló para trabajar seriamente, para desarraigar definitivamente su mal. ¡Vemos entonces que es la transgresión la que le condujo al mérito del verdadero arrepentimiento!
 
Los Sabios también enseñaron que no podemos verdaderamente comprender un Precepto o un servicio al Creador, sino hasta después de haber fracasado. La razón es que el hombre que no se desanima por su fracaso, puede por cierto aprender mucho de sus fracasos y caídas, hasta llegar a entender cuál fue el error y la causa y así dominar el problema. Esto es verdad sólo cuando acepta todo con alegría, pero si comienza a mortificarse por su mala elección, cae entonces en la herejía y esta caída arrastrará a muchas otras.
 
Debe ser bien entendido – ¡después de la acción, ya no se puede cambiar el pasado, pero hay que hacer todo lo posible para no perder el futuro…!
 
Admitir la verdad
 
El hombre debe saber por anticipado que hay fracasos y caídas en la vida, que tropezará todavía muchas veces más y debe prepararse sin engañarse,conocer su verdadero nivel y no pensar que ya llegó a la perfección y que nada le pasará.
 
Todo el tiempo que el hombre no reconoce sus defectos y su bajeza y no admite la realidad de que las caídas son una parte integral del camino que debe seguir, ¡el vive en la mentira, y no se puede alcanzar la verdad a partir de una mentira!
 
Entendiendo lo anterior, podremos explicar un gran prodigio. Cuando el Creador le pregunto a Adán, el primer hombre (Génesis, 3:9-11): "¿Dónde estás? …¿Acaso del árbol que te ordené que no comieras, comiste?", Adán respondió: "La mujer que me diste por compañera, me dio del árbol, y comeré".
 
La expresión "y comeré" es en futuro, lo que quiere decir que ya comió y que en el futuro comerá más. Y la pregunta necesaria es: "¡¿No es esta una gran insolencia?! ¡El Todopoderoso le pregunta si comió del Árbol del Conocimiento y en lugar de confesar su pecado, pedir disculpas y prometer que jamás lo volverá a hacer, declara Adán que tiene la intención de continuar comiendo!".
 
La respuesta es la siguiente – no hay aquí ninguna insolencia. La pregunta del Creador "Dónde estás?" significa ¿Dónde te encuentras? ¿Dónde caíste? ¿En qué nivel te encuentras después de haber pecado? ¿Acaso estás en un nivel en el cual puedes dominar tu Mala Inclinación y no comerás más del Árbol del Conocimiento? Y Adán supuestamente Le respondió: "No, me encuentro en un nivel más bajo, donde mi Mala Inclinación me domina y continuaré comiendo…". Él supo reconocer su verdadero nivel y no se hizo ilusiones pretendiendo que jamás dejará de pecar.
 
Esta es la respuesta a lo que la gente comúnmente pregunta: "Todo estaría muy bien si realmente dejara de pecar después de mi arrepentimiento, mientras que en realidad, continúo pecando más y más. ¿Cómo puedo dirigirme al Creador y pedirle perdón, cuando sé que pecaré otra vez?".
 
La respuesta es esta: Debemos reconocer nuestro nivel, debemos saber que poseemos la Mala Inclinación y que es difícil sobreponernos a ella. Debemos saber que probablemente fallaremos y pecaremos todavía numerosas veces, y que a pesar de esto debemos sentirnos contentos con lo nuestro y con nuestro trabajo espiritual.
 
Si admites tus defectos – los corregirás
 
Para verdaderamente seguir el sendero del arrepentimiento, debemos alcanzar el nivel de la fe en el cual aceptaremos estar alegres y agradecer cada hecho y acontecimiento de nuestra vida. Si el hombre no admite y reconoce sus faltas, no podrá remediarlas y rectificarlas, es decir que vive sin fe, que significa vivir sin el Creador, ¿y cómo podemos arrepentirnos sin Él?
 
Tener fe significa que el hombre agradece por todo, incluso por sus fracasos y faltas, y solamente entonces puede rezar y pedirle al Creador que lo ayude la próxima vez.
 
Conoce a tu Creador
 
¡Acuérdate! El Todopoderoso te conoce muy bien; Él sabe perfectamente que tienes Mala Inclinación, y sabe muy bien que no puedes vencerla sin Su ayuda. Por lo tanto, ¡deja de culparte! Aun si cometiste el peor pecado y caíste lo más bajo posible, el Creador no quiere que caigas en la depresión y que pienses en tu enorme fracaso, sino que dejes todo y recomiences. Sólo después que cobres fuerza en la alegría y retornes al buen camino, podrás arrepentirte por tu caída espiritual o transgresión.
 
¡Acuérdate! El Creador te ama siempre. Él siempre quiere ayudarte. Él te creó sólo para manifestarte Su misericordia y otorgarte Sus beneficios. Su compasión es infinita y te puede asistir en las peores situaciones. ¡Su misericordia es eterna y Su bondad es inmutable!
 
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por R.S Arush)

Escribe tu opinión!

1. veronicalm

12/26/2022

Que enseñanza tan hermosa y esperanzadora gracias rabino Shalom Arush, D’s le bendiga.

2. Anónimo

11/01/2022

Muchas gracias rabino mi corazon vuelve latir de nuevo

3. Mariela Sulca Salgado

12/02/2020

Muchas gracias Rabino Shalom Arush, justo necesitaba comprender eso ya que me encuentro en lucha hacia mi cambio para el bien ,,, Hermosoo Sin duda compraré sus libros 🥰 Gracias al Eterno por ponerlo en mi camino 🤗

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario