¿Pedimos o exigimos?

Cuántas veces escuchamos que la gente se queja de que reza y no Hashem no los escucha, o que van a rezar a las tumbas de los tzadikim o cumplen con alguna segulá como, por ejemplo, los cuarenta días de rezos consecutivos en el Muro de los Lamentos y a pesar de eso, no se salvan.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 26.06.22

Cuántas veces escuchamos que la gente se queja de que reza y no Hashem no los escucha, o que van a rezar a las tumbas de los tzadikim o cumplen con alguna segulá como, por ejemplo, los cuarenta días de rezos consecutivos en el Muro de los Lamentos y a pesar de eso, no se salvan.

Esto se debe únicamente a que no comprenden lo que acabamos de explicar: que su plegaria no es una plegaria sino una exigencia. Cuando uno dice: “Me lo merezco y tienes que dármelo” – esa plegaria no es respondida.

Nunca digas “Pero yo pedí un regalo gratuito y además di las gracias”. Es verdad. Diste las gracias con la boca, pediste un regalo gratuito de la boca para afuera, pero dentro del corazón estabas seguro de que te merecías todo lo que pedías. Y la prueba es que cuando no lo recibiste, te quejaste y te pusiste triste.

El rezo se denomina “rajamei”, o sea, “compasión”. Eso significa que no me merezco nada y que Le pido a Hashem que me tenga compasión. Si sientes que te lo mereces, entonces no vas a pedir compasión, sino que vas a pedir lo que te mereces por derecho propio.

Por eso, si esperas que tu pedido sea concedido, y te enfadas porque no entiendes por qué no se cumple tu pedido, entonces, incluso si dijiste “Apiádate de mí”, esas son solamente palabras sin contenido. Pediste “trátame con compasión”, pero en el corazón sentías “me corresponde”.

El amor, la compasión, el regalo gratuito y la gratitud son conceptos relacionados entre sí. No son “palabras mágicas” sino verdades que cada persona debe sentir dentro de su corazón.

Llegó el momento de gritar a viva voz que la frase “regalo gratuito” no es una redundancia ni un juego de palabras. No es un lema ni un eslogan ni una palabra mágica. “Regalo gratuito” es una sensación real de que Hashem no me debe nada, y además, quién soy yo para pedirle algo a Hashem. Pero, a pesar de todo, yo creo que Él es compasivo y generoso y es todo amor y Él les da regalos gratuitos incluso a aquellos que realmente no se lo merecen

Llegó el momento de aclarar que la gratitud que obra maravillas es únicamente aquella que es verdadera, que proviene de la genuina humildad del corazón.

Esto no se limita a la hora del rezo, sino al momento mismo en que uno abre los ojos al despertarse a la mañana, cuando dice “Modé Aní” – Doy las gracias – con la conciencia de que el solo hecho de poder abrir los ojos una vez más es una inmensa bondad del Creador y la máxima expresión de amor de Su parte. Y como se suele decir: “El resto es bonificación…”.

Pero si algo no te sale bien, y cada persona te pone nervioso, y cada cosa mala te saca de quicio, entonces quiere decir que cuando dices “Gracias a Dios que respiro. El resto es bonificación…”, no lo dices de verdad. No lo sientes realmente. Son solamente palabras de la boca para afuera.

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1. Miriam

6/29/2022

La Oración debería ser, sencilla, sincera y secreta. Con humildad, El resiste a los soberbios y Da Gracia a los humildes. Que sea Su Volundad en nuestras vidas, siempre.

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