¡Contraatacar!

¿Acaso la gente va a escuchar? Lo dudo. Facebook y las páginas pornográficas siguen siendo más fuertes que nunca. Hoy en día uno ni siquiera puede abrir los ojos en la calle…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 05.04.21

¿Acaso la gente va a escuchar? Lo dudo. Facebook y las páginas pornográficas siguen siendo más fuertes que nunca. Hoy en día uno ni siquiera puede abrir los ojos en la calle. Ninguna generación desde…
 

¡Contraatacar!
 

Aquéllos de ustedes que me conocen saben muy bien que no soy un alarmista. Durante muchos años, cuando otros han estado proyectando el fin del mundo, lo único que me ha importado es ayudar a la gente a acercarse a HaShem. La vida perdida es aquélla que no ha desarrollado una propia relación íntima con nuestro amado Padre Celestial que ama a cada uno de nosotros. Precisamente debido a que Él nos ama tanto es que ahora está yendo a tales extremos para despertarnos. 
 

Estos días se espera que millones de árabes marchen rumbo a nuestras fronteras de manera “pacífica”. Aunque yo siempre rezo por la paz — ya que ése es mi nombre — no podemos relajarnos y ser meros observadores. Nuestro activismo se manifiesta mediante la oración y la Teshuvá. A pesar de que al comenzar esta semana dije que el decreto severo de un inminente conflicto ha sido postergado, eso no quiere decir que ahora podemos bajar la guardia y nuestras armas espirituales. El retraso es para permitir que más personas tengan la oportunidad de hacer Teshuvá y salvarse a sí mismas y a sus familias. Pero quién sabe por cuánto tiempo más las puertas de la Teshuvá permanecerán abiertas.
 

  

Mientras tanto, son pocos los que están haciendo Teshuvá. En lugar de despertar, nuestro pueblo ha caído cautivo del enemigo más sádico y cruel de todos — el Yetzer HaRá, la Mala Inclinación.

La Mala Inclinación nunca ha sido más poderosa, más peligrosa, y más sofisticada desde la creación del mundo. La Mala Inclinación — como veneno cubierto por chocolate — le da un falso sentido fatal a su víctima de placer y luego destruye el alma de la víctima al desconectarla de HaShem, que HaShem nos libre. Y las personas siguen prestando su cuello voluntariamente a la espada de la Mala Inclinación, rogándole que las maten. HaShem quiere detener este holocausto espiritual, pero las sucesivas llamadas para despertarlos no han sido escuchadas. Después de los recientes terremotos, inundaciones, huracanes y ataques terroristas, la gente ha caído de nuevo en su “siesta” espiritual.

Millones de árabes amenazan con atravesar nuestras fronteras. Es probable que esta “alarma” de HaShem para que nos despertemos sea la chispa que encienda la explosión…

¿Acaso la gente va a escuchar? Lo dudo. Facebook y las páginas pornográficas siguen siendo más fuertes que nunca. ¿Por qué hablar de la suciedad en el Internet? Hoy en día uno ni siquiera puede abrir los ojos en la calle. Ninguna generación desde Adán y Eva ha sido tan insensible a las violaciones abiertas de la decencia más básica. Rabi Najmán dice que los ojos desencadenan el deseo de la carne. Por lo tanto, con las calles siendo como son — incluso en los llamados “barrios religiosos” — si un joven que se supone que debe estar estudiando la Torá no cierra los ojos, entonces no hay manera de que pueda protegerse contra la contaminación espiritual. La mente de ese joven no es un recipiente digno para la luz de la Torá. El Pueblo Judío ya no está en el comienzo del portón número 50 de la impureza, sino que están en el fondo del nivel 50 de la impureza. Si fueran más bajo, eso significaría el absoluto olvido espiritual, que HaShem nos libre.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

¡Contraatacar!

Rabi Najmán de Breslev dice que el arma principal del judío es la plegaria. Si una persona no pasa una hora al día en oración personal, eso significa que no está orando. Y la falta de plegaria a su vez significa que no hay conexión con HaShem. El Talmud enseña en el tratado Sucá que la Mala Inclinación es tan poderosa que uno no puede prevalecer sobre ella sin la ayuda de HaShem. En conclusión — cuando la persona no eleva ninguna oración personal, eso significa que uno no tiene a HaShem a su lado; y sin HaShem, una persona es víctima de la Mala Inclinación.

La Mala Inclinación ama en especial a esos judíos “observantes” que creen que están lo más bien sin necesidad de la plegaria personal. La Mala Inclinación ama a los judíos religiosos que están profundamente dormidos en un sueño espiritual; ellos son presa fácil…

Antes, la persona era sometida a una fuerte tentación quizás una vez a la semana. Hoy en día, las tentaciones bombardean a la persona a cada momento del día. Sin una hora diaria de la oración personal, no hay manera de derrotar a la Mala Inclinación. Sin una hora diaria de oración personal, la persona no tiene los medios para resistir a la Mala Inclinación.

No me malinterpreten. El Pueblo Judío es maravilloso — HaShem los ama más de lo que podemos imaginarnos. Sin embargo, estamos dejándonos matar, y HaShem quiere evitar eso. La destrucción del alma es mucho más trágica que la destrucción del cuerpo, que es temporal de todos modos. Sin embargo, la Mala Inclinación es poderosa, y tenemos que tomar el arma para derrotarla. Esa arma es la ayuda de HaShem, y la obtenemos mediante la oración personal. Aprende a hablar con HaShem. Ponte de pie y lucha por tu alma.

Con la ayuda de HaShem, ¡obtendremos la victoria! ¡Amén!

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