Tu misión en el mundo

Dado que el peligro de caer en la herejía y la depresión nos acecha a cada momento, cada vez que nos va mal en algo, el agradecimiento deberá ser por cada ámbito de la vida en el que no te va bien, y por cada carencia que sufres, por cada problema, tanto material como espiritual:

“Gracias por esta enfermedad. Gracias por no tener pareja. Gracias por no poder tener hijos. Gracias por tener problemas con este hijo/a. Gracias por las deudas. Gracias por las dificultades. Gracias por el sufrimiento. Gracias por la aflicción que me provoca el hecho de tener un hijo drogadicto. Gracias por el sufrimiento que tengo por sucumbir a cada tentación. Gracias por todo lo que sufro debido a mis malos rasgos de carácter, que no siempre logro superar”.

Debemos dar las gracias por todo, para poder vivir con total emuná y no caer en la herejía y los lamentos. Mucha gente se pregunta por qué Hashem hizo que el hecho de pensar que Él nos debe algo sea una transgresión tan frecuente que prácticamente ninguna persona se salva de ella. Esto se debe a que para cada cosa que esté relacionada con el objetivo para el cual vinimos al mundo siempre vamos a encontrar obstáculos, porque de ese modo debemos realizar un esfuerzo extra y así podemos cumplir nuestro objetivo.

Y debido a que el hecho de entender que Hashem no me debe nada constituye un principio básico de emuná y de la gratitud, por eso hay tantos obstáculos para alcanzar dicha comprensión. Dado que la principal rectificación del alma en este mundo es vivir con una emuná completa, se nos exige un trabajo espiritual especial, que consiste de hacer una sesión de agradecimiento de media hora todos los días, el cual nos permitirá entender que es una herejía sentir que Hashem me debe algo y nos permitirá ser conscientes de las bondades de Hashem en cada ámbito de la vida.

Y así como las malas lenguas y la inmoralidad son causa de destrucción en el mundo, y por eso la mala inclinación nos incita a caer en ellas más que en otras transgresiones, y tenemos que hacer un esfuerzo especial para protegernos, lo mismo ocurre con esto: la herejía corrompe el corazón y hace que nos surja un pensamiento aparentemente “inocente”: que Hashem me debe algo. Esto provoca la destrucción de la persona y la destrucción del mundo entero y es la raíz de todo lo malo.

Por ende, el pecado más grave del Pueblo de Israel, y por el cual se emitió el decreto más grave en su contra, es el pecado de las quejas y los lamentos, que están ocultando una herejía interna.

Y dicho pecado también es producto de esa sensación de que los demás “me deben” algo. La gratitud es la rectificación del mundo precisamente debido a que hace que la persona comprenda que es necesario dar las gracias y que nosotros somos los que Le debemos algo a Hashem, y no al revés.

Esto, a su vez, es el conducto para que nos lleguen todas las salvaciones y milagros que esperamos y necesitamos.