Vaishlaj – Bueno vs Malo

Cuando Jacob le mando enviados a Esaú, les ordeno: "Así le dirán a mi señor a Esav: 'con Laban habite y me retrase hasta ahora y tuve toros y asnos ganados etc. ¿Por qué?…

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Rabino Moshe Hoffer

Posteado en 05.04.21

Cuando Jacob le mando enviados a Esaú, les ordeno: "Así le dirán a mi señor a Esav: 'con Laban habite y me retrase hasta ahora y tuve toros y asnos ganados etc. ¿Por qué?…

Bueno vs malo

En el libro Daat Jaim se comenta que cuando Iaacov le mando enviados a Esav (Esaú), les ordeno: "Así le dirán a mi señor a Esav: 'con Laban habite y me retrase hasta ahora y tuve toros y asnos ganados etc.'".

En el libro Meshej Jojma hay un cuestionamiento: ¿Por qué Iaacov (Jacob) no le dijo que también tenía camellos?

La pregunta se origina por la continuación de la Parashá, donde está escrito que cuando se aproximaba Esav, Iaacov dividió a su ganado ovino, al vacuno y a los camellos en dos campamentos. Un mensaje filosófico y muy profundo podremos apreciar de sus maravillosas palabras. Cuando Di-s creó al hombre, su esencia era solo buena.

El Ramban, haciendo referencia a como fue la personalidad que tuvo el hombre desde su Creación dice que este hacia naturalmente lo que era digno de hacer. De la misma manera como los cielos y todos sus ejércitos (astros), que hacen lo correcto, no cambian su objetivo, no tienen en sus obras ni amor ni odio.

El fruto del árbol que ellos comieron (el Árbol del Conocimiento) produjo en ellos la voluntad de elegir lo que quieran consumir algo que sea bueno o malo. El instinto malo es quien incita a la persona a obrar mal. Desde su comienzo el hombre era "completamente bueno", la Mala Inclinación estaba fuera de él y lo asechaba desde allí. Cuando vino la víbora sobre Java y le puso el veneno, cambio la esencia del ser humano. Este veneno se mezclo con la buena raíz interna que estaba en la persona. Nuestros patriarcas se ocuparon de seleccionar lo bueno, desarrollarlo y quitar de él el mal.

Abraham tuvo a Iztjak y a Ishmael, pues todavía persistía en él, el concepto de mezcla entre lo bueno y lo malo. Como consecuencia de dicha mezcla salió Ishmael. Nuestro patriarca Itzjak, también se ocupo de separar lo bueno de lo malo, la prueba de ello es el nacimiento de Esav junto al de Iaacov. También permanecía en su fuero interno el concepto de mezcla de lo bueno y lo malo.

Quien tuvo el merito de separar y seleccionar completamente lo bueno de lo malo fue Iaacov, por eso de su familia solo salieron buenos. Desde entonces, el alma judía se inclina para el bien. Precisamente esto fue lo que caracterizo a Iaacov: una buena raíz limpia y exenta de mal. Distinto ocurrió con Esav y las naciones del mundo que tienen mezclado el bien y el mal, éste no se separa de sus raíces. Por eso, aun cuando Esav era muy respetuoso con sus padres, estuvieron estas dos fuerzas mezcladas en su alma, sin ser separadas.

Podemos relacionar esto también, con el concepto del toro y el asno y sus diferencias con el camello. Explica el Meshej Jojma que esto le insinuó nuestro Patriarca Iaacov a Esav cuando le dijo que tenía en su poder toros y asnos. Nunca mencionó el camello. El toro representa el bien y el burro el mal, uno tiene características de Kasher y el otro de Taref. En cambio el camello tiene por un lado características de Kasher -porque es rumiante- y por el otro de impuro -pues no tiene hendiduras en sus pezuñas-.

Esav fue comparado con el cerdo, que tiene los signos de pureza y de impureza. El Gaón de Vilna explico que la Torá permitió consumir animales con signos de pureza y nos prohibió consumir animales con signos de impureza. Porque es natural en el hombre que lo que consuma se implante en él.

Los signos de pureza manifiestan buenos modales, conformidad, estos animales no pisan, no clavan sus pezuñas y ellas están separadas, el hecho de que sean rumiantes significa que lo que comieron lo vuelve a comer, lo que quiere decir que se conforman con lo que tienen. Los signos de impureza expresan malos modales, ambición, dureza que se incorporan en el ser humano que los consume. Esto es justamente el mensaje de Iaacov a Esav "con Laban habite". El valor numérico de "Garti" (habite) es 613. O sea: cumplí las 613 mitzvot (Preceptos) pese a haber convivido con un “rashá” (malvado). Es decir, Supe separar el bien del mal.

¡Shabat Shalom!

(Gentileza: www.tora.org.ar)

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