Cantando y bailando

Alguien que estaba muy endeudado me contó que escuchó el CD “Deja de lloriquear y verás milagros” y se fortaleció en emuná, alegría y gratitud. Un día salió al balcón de su edificio y se puso a cantar: “No entiendo nada, no entiendo nada. Sólo sé y tengo fe en que todo es para bien. ¡Gracias, Hashem, por todas las deudas que tengo!”.

Su esposa, que obviamente estaba al tanto de la grave situación económica de su marido, estaba en casa en ese momento y al oír a su marido cantando en el balcón, no entendió a qué se debía tanto alboroto: “¿Por qué estás cantando? ¿Acaso estás dando las gracias por las deudas? ¿Te volviste loco? ¿Cómo puedes dar las gracias por algo tan terrible?”.

Pobre… la mujer no tiene la culpa. Aquellos que no han estudiado a fondo este tema piensan que si dan las gracias por el sufrimiento, van a recibir más sufrimiento…

Pero cuando uno entiende que la gratitud no significa que uno quiera más sufrimientos, sino que uno tiene fe completa en que Hashem lo está dirigiendo de la mejor manera posible, y uno está contento con todo lo que Hashem hace con su vida, esa es la emuná que logra anular todos los juicios severos que hay contra la persona. Y entonces todo se da vuelta – cuando uno acepta el sufrimiento con amor y da las gracias por ello, los sufrimientos desaparecen.

Su marido no sabía cómo explicarle por qué estaba cantando. Solamente le dijo: “¿Qué prefieres: que me deprima y me ponga a llorar? ¡Por lo menos trato de estar alegre y no deprimirme! Cuando escuches este CD, te aseguro que tú también te vas a poner a bailar”.

La mujer entró a la casa y él siguió cantando. Dos horas enteras, él cantó y dio las gracias a Hashem. Y ese mismo día, su mamá lo llamó y le contó que acababa de recibir una suma de dinero de compensación de Alemania y le dijo: “Papá y yo queremos darte este dinero de regalo”.

En una palabra: el hombre recibió la salvación que estaba esperando ahí mismo.

Su mujer, al ver esto, ya no necesitaba que le explicaran nada. Y ella también se puso a bailar.