La guerra judía: nuestra lucha por la palabra sagrada en un mundo ruidoso

En nuestra era, en la que las palabras viajan a la velocidad de la luz, proteger la santidad de la palabra es más importante que nunca

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David Ben Horin

Posteado en 28.03.24

En nuestra era, en la que las palabras viajan a la velocidad de la luz, proteger la santidad de la palabra es más importante que nunca. Por eso, conviene profundizar en las luchas y las recompensas de cuidar la lengua, ilustrando con sabiduría atemporal de qué modo el habla ética puede unificarnos y elevarnos a todos.

Alabado sea el hombre que no siguió el consejo de los malvados, ni se puso en el camino de los pecadores, ni se sentó en compañía de los escarnecedores (Salmos 1:1)

Lagarse a la tarea de cuidar la lengua requiere que nos rodeemos de personas con ideas afines que también valoren el arte de hablar con cuidado. Pero– seamos realistas– a veces no resulta tan sencillo como suena, ¿verdad?

El Jafetz Jaim responde a la preocupación legítima: Estamos aquí, en medio de la vida, en situaciones reales, no en una utopía donde no existen los errores.

¿Alguna vez trataste de encontrar trabajo o seguir a un cliente en las redes sociales, y al final acabaste sumido en un pantano de comentarios sarcásticos y mensajes desagradables?

¿Y qué me dices de lidiar con ese compañero de trabajo que no puede resistirse a hablar mal de todo el mundo?

¿Alguna vez te han desconcertado las miradas de reojo en el trabajo y te has preguntado qué rumores están minando tu reputación?

¿Cómo se puede esperar que nos cuidamos de lo que decimos y tengamos todo bajo control todo el tiempo?

Y luego están las noticias.

Con las tensiones a flor de piel, mantenerse informado no es sólo estar al tanto; es literalmente sobrevivir. Sin embargo, cada clic y cada desplazamiento pueden arrastrarnos por el fango que se arroja sobre los dirigentes israelíes, muchos de los cuales son judíos.

Estés o no de acuerdo con ellos, a menos que alguien con autoridad rabínica los tache de malvados, sintonizar con ese ruido o incluso compartirlo es cien por ciento lashón hará.

El mero hecho de hacer clic en “compartir” o “me gusta” en un artículo que expone meros “hechos” que pueden atacar la reputación de un judío, independientemente de su posición en el espectro religioso y político, es difundir lashón hará.

Controlar lo que decimos, vemos y oímos no es nada fácil. Algunos dirán que es imposible.

Pero ¿qué decía al respecto el Jafetz Jaim? Él tenía toda la razón.

Cómo se enfrentó el Jafetz Jaim a la aparición de los medios de comunicación de masas

La historia del Jafetz Jaim es increíble.

Él estuvo allí cuando el mundo empezó a zumbar con la comunicación de masas. Justo cuando la difusión de chismes se hizo de repente global, él estaba allí para guiarnos sobre cómo manejarlos.

Nacido en 1838, el Jafetz Jaim vino al mundo junto con el código morse, la forma original de charla electrónica. En 1873, tres años antes de que apareciera el teléfono, publicó su libro homónimo, que es una recopilación de lo que se debe y lo que no se debe hacer en el lenguaje sagrado.

Luego llegó la radio, en 1900 y la televisión, en 1927. Mientras las palabras llegaban a cientos de millones de personas, el Jafetz Jaim observaba el horizonte y ya veía venir la tormenta.

Él sabía lo que podía ocurrirle a un mundo que se ahogaba en habladurías y cotilleos. De hecho, fue un telegrama falsificado lo que desencadenó la Guerra Franco-Prusiana de 1870, que se cree que condujo a la Primera Guerra Mundial, que a su vez condujo a la Segunda Guerra Mundial.

Mientras que el pecado provocó una catástrofe sin precedentes, la mitzvá trajo consigo bendiciones ilimitadas:

Nuestros mejores momentos, como la Guerra de los Seis Días, la Guerra de la Independencia y nuestras victorias actuales en Gaza, tuvieron lugar en una atmósfera de unión, sin discursos malvados de unos contra otros.

El Jafetz Jaim lo sabía todo y él nos dio el antídoto antes incluso de que supiéramos lo terrible que podía llegar a ser la enfermedad.

Nuestros héroes que vuelven del frente de Gaza cantan todos la misma canción: unión. No importa si sienten inclinación a la izquierda o a la derecha, o si son laicos o religiosos; en todos los casos, se trata de mantener nuestra unión como si todavía estuviéramos en pleno 8 de octubre, con cada herida fresca y todavía sangrando.

Todos ellos tienen la corazonada de que nuestra supervivencia como nación pasa por ver lo mejor de los demás, por no dejar que el odio hierva a fuego lento en nuestros corazones y poner fin a los insultos.

Suena muy bien, pero ¿es realista?

¿Realmente podemos vivir así en todo momento, sobre todo ahora que parece que las cosas se están ”calmando” y todo el mundo habla de alto del fuego y elecciones?

¿Es posible seguir estos principios o nos estamos preparando para una decepción?

He aquí la respuesta del Jafetz Jaim a nuestra pregunta:

Imagina que te encargas de llevar agua del mar a la arena, cubo a cubo, y no ves ningún cambio visible.

Frustrante, ¿verdad?

Pero ¿qué pasa si cada cubo te hace ganar una moneda de oro del Jefe? No se trata de cambiar el mar o la arena; está escrito: lo tuyo no es terminar la tarea, pero tampoco estás exento de ella (Ética de los Padres 2:21)

Se trata de los pequeños esfuerzos que haces y de la recompensa de cada cubo que mueves.

Cada vez que nos mordemos la lengua, o incluso nos abstenemos de compartir algo tóxico, es como depositar una moneda de oro Divino en nuestra cuenta privada y en la cuenta pública de todos los judíos.

La próxima vez que estés impaciente por dar tu opinión sobre el último titular, piénsalo dos veces.

Porque cada vez que damos en el clavo, no sólo estamos anotando un punto para nosotros mismos sino que estamos aumentando las bendiciones para todo Am Israel.  

Justo cuando más lo necesitamos.

Escribe tu opinión!

1. Jose

3/31/2024

SHAVUA TOV AmIsrael es una referencia puntual para las naciones y lo que ahora vive es un preludio para las naciones aunque suene duro es así, la Negued MIDAD Negued asi nos los enseña y muchas naciones ya han tomado su parte sobre lo que ahora estamos viviendo y a mi entender desde la perspectiva del camino de los jajamim esto durará hasta la aparición de MASHIAJ EMET, habrá hambre de shalom en las naciones, solamente así llegará la anhelada paz del MASHIAJ, el leon y la oveja, el niño y la víbora, AmIsrael es la oveja habitando ya con muchos leones, AmIsrael es el niño habitando ya con muchas víboras, falta poco.

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