Cuando la emuná te salva la vida
Las historias más emocionantes son aquellas en las que la gente me cuenta cómo la gratitud les salvó la vida. Personas que estaban a punto de suicidarse y a último momento escucharon un CD o leyeron un libro de emuná, y no sólo que no se suicidaron, sino que empezaron a vivir de verdad.
Tenemos que ser conscientes de lo importante que es conectar cada cosa que nos pasa con el Creador. Cierta vez, Rabí Najman se dio cuenta de que a su discípulo, Rabí Natan, le faltaba un botón en el abrigo, y le preguntó: “Natan, ¿acaso oraste por el botón?”. Rabí Natan se quedó pasmado, pensando para sí mismo cómo es posible que uno tenga que rezar por algo tan mundano y aparentemente tan insignificante. Y entonces Rabí Najman le preguntó: “¿Acaso está por debajo de tu dignidad rezar por un botón?”. En otras palabras – la plegaria nos enseña a ser humildes, y que tenemos que pedirle a Hashem cada cosa que necesitamos.
Cada vez que te falte algo en la vida, por muy pequeño o insignificante que pueda ser, dale las gracias a Hashem por todo lo que tienes y también por todo lo que te falta. No pienses que hay cosas que “no valen la pena”. Precisamente en los detalles más pequeños se revela todo el poder de la gratitud.
Las historias más emocionantes son aquellas en las que la gente me cuenta cómo la gratitud les salvó la vida. Personas que estaban a punto de suicidarse y a último momento escucharon un CD o leyeron un libro de emuná, y no sólo que no se suicidaron, sino que empezaron a vivir de verdad.
Porque, ¿cuál es el motivo por el cual una persona decide quitarse la vida? Porque siente que su vida es un martirio y llega a la conclusión de que es mejor morirse que seguir con vida, Dios no lo permita. Rabí Najman escribe que sin emuná, la vida no es vida. Entonces ¿cuál es la solución? ¿quitarse la vida? ¡Dios no lo permita! La solución es empezar a vivir con emuná. Por eso, cada historia como esta, de alguien que se salvó de morir por medio de la gratitud, es una historia de una doble salvación: por un lado se salvó de la muerte, en el sentido literal del término, y por otro, se salvó de vivir “muerto en vida” y empezó a vivir de verdad.
Daniel nos cuenta esta historia que tiene que ver con un milagro surgido tras leer una Joyita de Emuná:
“Yo estaba preso y estaba muy mal anímicamente. Hasta tal punto que llegué a pensar en quitarme la vida. Un día, otro preso me vio y se dio cuenta de que yo estaba con una depresión muy fuerte. Este muchacho no era religioso, igual que yo, y se me acercó y me dijo que tenía un librito para darme. Me prometió que, si leía ese librito, iba a tener un milagro. La verdad que esta no es una frase que uno espere escuchar de un muchacho no religioso. Yo me quedé boquiabierto y sin pensarlo demasiado, le dije que lo iba a leer, pero él insistió y me dijo: ‘Prométeme que lo vas a leer. ¿Me lo prometes?’. A mí me pareció muy raro todo este asunto, pero igualmente se lo prometí y tomé el librito, una Joyita de Emuná, y la leí de punta a punta y empecé a dar las gracias. Por primera vez en vida me topé con conceptos tales como ‘Todo es para bien’, ‘dar las gracias y alabar a Hashem’, ‘Está mal quejarse todo el tiempo y ser ingrato con el Creador’. Empecé a hablar con Hashem y acepté con emuná lo que me pasaba en la vida. Todo empezó a resultarme bello y positivo y hasta empecé a amar la vida. Empecé a sentir alegría, a sonreír, después de no haber sonreído no sé cuánto tiempo, y les puedo decir que este librito literalmente me salvó la vida.
Por eso quise agradecerle de todo corazón por su ayuda y espero poder compartir el mensaje de emuná con muchas personas más. ¡Muchas gracias!”.
Escribe tu opinión!
Gracias por tu respuesta
El comentario será publicado tras su aprobación