Un remedio milenario

Un día, empezó a sufrir de dolores terribles en las rodillas, hasta tal punto que no podía estar parada. Los médicos no lograron encontrar la causa del problema y no sabían cómo ayudarla.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 18.12.23

Una señora que asiste a mis conferencias durante muchos años hizo hitbodedut (plegaria personal), introspección y teshuvá. Un día, empezó a sufrir de dolores terribles en las rodillas, hasta tal punto que no podía estar parada. Los médicos no lograron encontrar la causa del problema y no sabían cómo ayudarla. Durante dos semanas, ella hizo teshuvá (se arrepintió de sus faltas) y al hacer hitbodedut, le pedía a Hashem: “Muéstrame cuáles son las faltas por culpa de las cuales me duelen tanto las rodillas. Perdóname por esas faltas, aunque yo no sepa cuáles son…”. Pero esto no le sirvió de nada.

Desesperada, se dijo a sí misma: “Voy a hacer lo que enseña el Rabino – voy a empezar a dar las gracias. Voy a dedicar todos los días media hora a dar las gracias por el dolor de rodillas”.

Durante una semana dio las gracias media hora por día. Pero eso tampoco le sirvió. Finalmente, en una de sus conversaciones con Hashem, sintió que Hashem Mismo le ponía en la boca frases especiales: “Hashem, ¿acaso Tú quieres que yo tenga dolores? ¿Esa es Tu voluntad? Entonces yo estoy contenta. A partir de ahora voy a estar contenta con cada dolor. No sólo que Te daré las gracias, sino que realmente voy a sentirme feliz”. De inmediato, como por obra de milagro, los dolores desaparecieron.

Es como lo que enseñan nuestros Sabios (Or HaJaim HaKadosh): “El remedio para todas las dolencias es aceptarlas con amor”.

Otra señora nos cuenta su experiencia:

“Yo me crie en una casa tradicionalista y con los años fui conociendo más el judaísmo y volví en teshuvá por medio de los libros del Rabino Shalom Arush. Resulta que tengo un problema de salud, que me causa problemas en la visión. Un día empezó a dolerme el ojo izquierdo y empecé a ver puntos negros. Veía todo borroso. Solamente podía ver con la mitad del ojo. Decidí que antes de ir a la clínica a consultar con el médico, iba a practicar el método de la gratitud. Lo primero que hice fue darle las gracias a Hashem: “Gracias, Hashem, por esto que me pasó. Y así como me trajiste este problema, yo sé que así también me lo quitarás”. Entonces recité el Salmo de Agradecimiento (100) diecisiete veces y al final, al recitar la última palabra del Salmo, ¡de repente me di cuenta de que veía perfectamente! Y gracias a Dios, hasta ahora todo va bien. El problema simplemente desapareció.

¡Es bueno darle las gracias a Dios! En hebreo, “bueno” se dice “tov”, que tiene valor numérico 17. Al dar las gracias diecisiete veces, todo se dio vuelta para bien.

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1. Milagros

12/20/2023

Gracias por acercarme más a la vida.Gracias
Gracias, gracias, gracias, gracias. Gracias. Gracias gracias. Gracias, gracias. Gracias. Gracias. Gracias. ,gracias,gracias, gracias
🎄🫶

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