Santos seréis – Kedoshim tihiu

Parashat Kedoshim nos dice que seamos santos y nos promete que podemos serlo. En lo más profundo de nuestro ser, descubrimos que nuestro verdadero objetivo en la vida es elevarnos a la santidad.

La Redención se acerca, estemos preparados o no. Depende de NOSOTROS elegir ser testigos de ella, y si vendrá con compasión.

 דבר אל כל עדת בני ישראל ואמרת אלהם: «קדושים תיהיו כי קדוש אני ה’ אלקכם»

Diles: «Seréis santos, porque santo soy Yo, Hashem, vuestro Dios» (Yaikrá, 19:2).

Rashi explica que este versículo tiene dos significados:

Seréis santos (que es una orden) – La santidad no es una opción para la nación judía, y conlleva enormes responsabilidades. Cuando vivimos a la altura de nuestra vocación, traemos santidad y Divinidad al mundo. Por el contrario, cuando fallamos, somos golpeados con tragedias y tremendas pruebas.

Seréis santos es una promesa que es una declaración de hecho. – La santidad es la esencia de cada judío. La neshamá (alma) es un reflejo puro de la chispa Divina. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de permitir que esta chispa, y no el lado animal, guíe nuestras vidas.

Estos dos significados son los fundamentos de toda la Torá. Son interdependientes e inseparables.

A la hora de cuidar nuestra salud, somos todos muy precavidos y tomamos medidas para evitar contagios. Sin embargo, cuando se trata de «contagios» espirituales, no nos consideramos vulnerables. Tendemos a pensar que nuestra salud espiritual es lo suficientemente fuerte como para que el entorno no nos influya. 

“¡No es así!”, dice Maimónides. Él escribió que cada uno de nosotros es profundamente vulnerable a su entorno, y nadie es inmune a la influencia de una sociedad inmoral.

Harav Kook, de Tiveria (Israel), nos pide que nos comprometamos a ser santos. 

Harav Kook ha iniciado una campaña -Kedoshim Tihiu- para abordar esta cuestión. He aquí una descripción de la campaña – La Luz – y por qué ser santo es fundamental – La Belleza de la Kedushá.

En la campaña Kedoshim Tihiu, les pedimos a todos y cada uno en el Pueblo de Israel que se comprometan a aumentar su nivel de santidad: ¡elijan algo factible y significativo! 

Por ejemplo, miles de personas ya se han comprometido a cuidarse los ojos, deshacerse de sus Iphones y de Internet sin filtro, para las mujeres – llevar faldas largas y anchas, dejar de llevar prendas ceñidas y llamativas, cerrar el escote/abrocharse el botón superior del cuello y otras formas de aumentar el recato de su vestimenta, dejar de llevar peluca de pelo humano o empezar a cubrirse el pelo según la ley judía con algún tipo de cobertura de tela, comportarse y hablar de forma recatada, y no gritar a a la pareja ni a los hijos, guardar las leyes de la Pureza Familiar y casarse según la halajá (ley judía).

Pueden participar tanto hombres como mujeres, ya que la santidad nos incumbe a todos. Hashem no espera un cambio completo de la noche a la mañana pero cada uno de nosotros debe hacer algo para traer la Redención completa con misericordia, la cual está llegando ya sea que estemos listos o no – depende de NOSOTROS elegir si mereceremos verla, y si vendra con misericordia o con guerras, muerte y destruccion que Dios no lo permita.

La profecia dice que de los que queden para ver la Redención, serán llamados: Kedoshim. ¡Santos! Esta es solo una de las muchas pruebas de que para merecer vivir para ver la Redención, tienes que comportarte con santidad.

Rabbi Kook y los tzadikim ocultos están llamando al pueblo judío a hacer alguna pequeña pero realista kabalá (compromiso a cumplir una mitzvá) sobre ti mismo para aumentar tu nivel de santidad para merecer la Redención – y con misericordia.

¡Muchos milagros les ocurrieron a aquellos que dieron pasos hacia la santidad!