Canta y No Llores

El sufrimiento sirve para que la persona empiece a buscar a HaShem, si bien HaShem prefiere que la persona Lo busque motu proprio…

4 Tiempo de lectura

Grupo Breslev Israel

Posteado en 05.04.21

El sufrimiento sirve para que la persona empiece a buscar a HaShem, si bien HaShem prefiere que la persona Lo busque motu proprio…

Hace algunos días culminó la festividad de Pesaj. No olvidemos que Pesaj y la libertad que obtuvo el pueblo fueron precedidos por la esclavitud en Egipto. Hoy entendemos que todo nuestro sufrimiento fue para nuestro propio bien, pero allí donde todavía no entendemos de qué manera una cierta situación es para nuestro bien, allí es donde debemos aferrarnos fuertemente a la Emuná, la pura y auténtica fe en el Creador del Universo.

El sufrimiento sirve para que la persona empiece a buscar a HaShem, el Creador del Universo, si bien HaShem prefiere que la persona Lo busque motu propio. La persona con iniciativa puede alcanzar la conciencia espiritual sin necesidad de sufrimiento ni de dolor. Sin embargo, cuando HaShem ve que la persona permanece sumida en un profundo letargo espiritual, Él le envía una llamada de alerta en la forma de un sufrimiento. HaShem, siendo nuestro Padre que nos ama profundamente, no quiere hacer esto, porque esto Le causa dolor, pero es preferible a dejar que el alma se haga daño a sí misma al alejarse tanto de Él.

El sufrimiento de la persona no proviene del hecho de que sea deficiente en un área de la vida sino que la deficiencia, como todo lo demás, es algo que HaShem le envía para su propio bien. También podemos decir que el sufrimiento proviene en realidad de la falta de conciencia espiritual de la persona, quien no reconoce que todo es en realidad para bien. Por lo tanto, la persona siente dolor, porque no se da cuenta de que su deficiencia es algo bueno y en lugar de eso, siente que se trata de una falta.

La persona que posee conciencia espiritual se da cuenta de que las dificultades de la vida no son castigos, sino más bien estimulantes diseñados a promover el crecimiento espiritual y la cercanía con HaShem. Si la persona tiene esto en mente, va a poder sinceramente darle a HaShem las gracias por todo -tanto por lo bueno como por lo aparentemente no tan bueno- diciendo alegremente: “¡Te agradezco tanto, HaShem, por esta dificultad en particular que me está ayudando a acercarme a Ti!”.

Escribe Rabi Najman de Breslev: “En realidad, no existe el mal en el mundo, sino un bien absoluto. El dolor que experimenta el individuo, Di-s no lo permita, se debe únicamente a que se lo privó de conciencia espiritual…”.

Rabi Najman enseña que el sufrimiento llega como consecuencia de la privación de conciencia espiritual, hasta el punto en que la persona no logra ver el propósito ulterior, que es absolutamente bueno. Entonces siente dolor y sufrimiento. Pero cuando la persona tiene conciencia espiritual, y se pone como objetivo ese propósito ulterior, ciertamente no va a sentir ningún dolor. Vemos esto con claridad cuando la gente internaliza las lecciones de Emuná que damos en Internet, en los CDs y en los libros: a través de ellos, la persona adquiere conciencia espiritual y logra saber y creer que todo es para bien. Y como resultado, adquieren la fuerza y la resistencia espiritual necesarias para sobrellevar las pruebas de la vida.

Con conciencia espiritual, en vez de sufrir, cantamos.

El Profeta Elías se explaya acerca del pasaje de Lamentaciones 2:19 -“Despiértate y regocíjate de noche”, comentando que la idea de cantar y regocijarse que se expresa en el término rina en hebreo se refiere a dar las gracias por el sufrimiento (Eliahu Raba, parasha 18). La persona debe comprender que el sufrimiento llega para purificar su alma de todas las manchas causadas por los pecados. “Por eso”, dice Elías, “la persona debería levantarse en medio de la noche para bendecir, alabar y exaltar el Sagrado Nombre de HaShem”.

Dice el Rey David (Salmos 119:62): “A medianoche me levantaré para alabarte por Tus rectos juicios”. Estos juicios parecerían referirse a los juicios estrictos y al sufrimiento, que son todos para el ulterior beneficio de la persona.

El Profeta Elías también nos enseña: “A todo el que da las gracias por sus tribulaciones y se alegra con ellas, se le da vida tanto en este mundo como en el Mundo Venidero, que es eterno”.

Rabi Eliahu Vidash escribe en el clásico libro Reshit Jojmá (Puerta del Arrepentimiento, cap. 3): “Si da la impresión de que el sufrimiento proviene del lado del juicio estricto, deberás darte cuenta de que no es así. El sufrimiento solamente proviene del lado de la benevolencia, tal como dice en el Salmo 103: ‘Compasivo y misericordioso es HaShem, lento en enojarse y abundante en benevolencia’. Y dice el Rey Salomón (Proverbios cap. 3): ‘Porque a aquel que HaShem ama, HaShem lo reprende’. Y también ‘La persona que escatima su vara odia a su hijo y aquel que ama a su hijo encuentra formas de reprenderlo’. Y el amor es ciertamente del lado de la benevolencia…”.

El Reshit Jojmá explica que el sufrimiento proviene de los atributos de bondad y benevolencia de Di-s, a fin de ayudarnos a corregir nuestras almas y que nos ganemos una porción en el Mundo Venidero. Cuando expiamos cualquier falta que pudiésemos haber cometido en este mundo, somos libres de disfrutar la recompensa que nos aguarda en el Mundo Venidero. Además, la vida tan agradable que vivimos cuando tenemos una fuerte Emuná y una fuerte conciencia espiritual constituye una maravillosa recompensa que podemos disfrutar ya en este mundo.

La opción está en nuestras manos. Por eso yo les digo a todos: “¡Canta y no llores!”
 

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario