La emuná anti-emuná

El mundo está abrumado de sufrimiento últimamente. Todos sufren de algo. Hasta la gente no religiosa se da cuenta de que el mundo no puede seguir por este camino mucho tiempo más y que algo sí o sí tiene que cambiar.

Los judíos religiosos hace ya miles de años que piden que venga el Mashíaj. Se nos enseñó que una vez que llegue el Mashíaj, todos nuestros problemas van a desaparecer como por arte de magia y que vamos a vivir felices por siempre jamás.

Seamos reales por favor. No es exactamente así tal como va a ser.

¡Tenemos deudas espirituales que pagar, gente! ¿A ustedes les parece que Hashem va a usar un poco de borratinta para borrar todas las transgresiones de la gente y listo? ¿Eso les parece justo?  ¿Y qué me dicen de todas las generaciones anteriores que tuvieron que pagar todo el precio de sus faltas, hasta el último centavo?  ¿Alguna vez pensaron cómo se sentirían ellos si vieran que nosotros nos salvamos de todo el castigo?

El judaísmo nos enseña que una vez que llegue el Mashíaj, se terminó. No va a haber más oportunidades de hacer mitzvot, ni de hacer teshuvá, ni por supuesto de transgredir. Ustedes pueden argumentar que no les importa, que lo único que les importa es terminar con todo este sufrimiento, pero esto es una visión miope. Y le voy a explicar por qué.

Hace poco leí un libro que citaba al Yalkut Shimoni diciendo que la Redención va a llegar por mérito de la emuná. Bueno, si ustedes leyeron Las Puertas de la Gratitud, entonces ya lo saben. ¿Cuál es la esencia de la emuná que va a traer la redención? El Iearot Devash nos dice que esto significa que aceptamos con amor todo lo que nos da Hashem, sin quejarnos.

Buenoooo…. Ahora díganme por favor. Si Le rogamos a Hashem que traiga al Mashíaj porque no podemos soportar más el sufrimiento, ¿eso no suena como una queja? ¿Cómo podemos quejarnos de nuestro sufrimiento y al mismo tiempo exigir la Redención? ¡Vaya jutzpá!

Al quejarnos de nuestro sufrimiento colectivo, de hecho estamos ejemplificando la exacta antítesis de la emuná! Es la emuná anti-emuná! Pensamos que somos los superman espirituales volando por el aire con emuná cuando en realidad todavía no despegamos del suelo? Decimos que creemos que todo lo que Hashem hace es para bien, pero estamos tan consumidos con el sufrimiento que ya no lo podemos soportar más.

Si fuera un diálogo sería algo así: “¡Hashem! En teoría creemos que todo lo que haces es para bien. Pero estamos ya tan hartos de lo que pasa en el mundo en estos días que ya no podemos soportar más el sufrimiento, la violencia, la injusticia, los candidatos a presidente maníacos y psicópatas, la absoluta locura que nos rodea! ¿Por qué no arreglas todo este desastre, de una vez por todas? ¿Por qué no nos envías ya a nuestro Redentor, para que podamos vivir sin estrés ni preocupaciones? ¡Basta ya por favor, Hashem!”.

Cuando Le damos las gracias a Hashem por nuestro sufrimiento personal, muchas veces podemos experimentar salvaciones milagrosas. Llamémoslas “miniredenciones”. Imagínense entonces si Le damos a Hashem las gracias por nuestro sufrimiento colectivo ¿No es cierto que experimentaríamos la salvación a larga escala que tanto hemos estado esperando?

Así que ahora que tienen el secreto de la Redención en sus manos. Si quieren a Mashíaj y un mundo en el que reinen la paz, el amor y las mariposas, entonces empiecen a darle las gracias a Hashem por todo el sufrimiento! Y que todos podamos merecer ver el fin de este mundo de sufrimiento, muy pronto en nuestros días amén!

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el matrimonio, la educación de los hijos, el noviazgo y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il