Más que un sentimiento

Cuando mi hija Shani sufrió un paro cardíaco repentino, yo supe que esa era la voluntad de Hashem...

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Yehudit Channen

Posteado en 17.03.21

Mucha gente se siente confundida por lo que significa la emuná y cómo funciona. Por ejemplo, tengo una amiga para la que emuná es un nuevo concepto que está tratando de elucidar. Y a mí me parece que ella equipara la emuná con la pasividad.

 

Los judíos tienen fe en que todo lo que hace Hashem es para bien. Sin embargo, eso no significa que uno no tenga que esforzarse por mejorar las circunstancias. Tenemos que aspirar a un sentimiento de gratitud por las pruebas que se nos presentan, pero eso no significa que las queramos. No significa que no debemos trabajar y rezar para que la situación cambie.

 

Cuando reconocemos que una prueba difícil es para nuestro propio bien, lo que queremos decir es que las acciones y las actitudes que tomamos para manejar la situación pueden acercarnos a Hashem. Con emuná, podemos experimentar Su intervención Divina en nuestro intento por solucionar nuestros problemas. Podemos aceptar nuestro sufrimiento y acercarnos a Él a través de nuestras plegarias y nuestra humildad. Podemos encontrar lo “bueno” dentro de lo “malo”.

 

Cuando mi hija Shani sufrió un paro cardíaco repentino, yo supe que esa era la voluntad de Hashem. Pero hicimos todo lo que pudimos por facilitar su curación física y cognitiva. Además de sus sesiones de terapia semanales, mi marido y yo la anotamos en un curso de joyería para ayudarla a controlar sus temblores en las manos, a un curso de equitación para ayudarla a mantener el equilibrio y ganar confianza, a clases de natación, de cocina, y la llevamos a viajes al exterior. Nada de esto contradijo nuestra emuná. De hecho, necesitamos mucha emuná para proveerle todas estas cosas. Hizo falta mucha fuerza y mucho dinero y Hashem nos dio las dos cosas. Y también me dio la fortaleza para estar con Shani en sus momentos de dolor por el hecho de ser de repente distinta de sus amigas, distinta a como era antes.

 

Espiritualmente, tuvimos que encarar la realidad de que su enfermedad era algo bueno para ella y para todos nosotros. Los primeros años después del paro cardíaco fueron paralizantes por su intensidad. Mis emociones me abrumaban y el hecho de que no haya tenido un ataque a los nervios es testimonio del tremendo poder de la emuná.

 

Pero incluso con emuná, yo sufría y no soportaba el hecho de que mi adolescente sana y tan dulce se hubiese transformado en alguien a quien no conocía, a quien a quien amaba mucho menos. Sus altibajos emocionales eran devastadores y me quebraban el corazón una y otra vez.

 

Lo que no hice fue sentirme culpable y pensar “si tuviera emuná, su enfermedad no me haría pedazos y si tuviera emuná no necesitaría hablar con un psicólogo para tratar el trauma”. Di las gracias por toda la ayuda que pude conseguir y conseguimos un montón. Y valió la pena. Hoy en día Shani es una mujer joven muy sana y capaz y todos pasamos bien la prueba, no sólo con nuestra emuná intacta sino con una emuná multiplicada!

 

La emuná no significa una aceptación pasiva de todo lo que pase. Si realmente no hay nada que hacer, entonces reza y espera con paciencia. Peor si hay alguna forma de ayudarte a ti misma o a los demás, hazlo.

 

Volviendo a mi amiga. Ella se levantó una mañana y vio que la cocina estaba repleta de cucarachas. Después de mucha lucha interna, decidió finalmente llamar a un fumigador. Se sentía culpable de no tener la emuná suficiente para soportar las cucarachas hasta que Hashem se las llevara. Pero obviamente las cucarachas tenían que seguir allí y obviamente por un buen motivo.

 

Ahora bien, mi amiga es una mujer muy inteligente. Pero estaba tan confundida que no lograba pensar con coherencia.

 

Sí, las cucarachas se las había mandado Hashem. Sí, la situación era por su propio bien. Pero llamar al fumigador es la reacción normal aunque uno tenga una tonelada de emuná.  Nunca podremos estar seguros de por qué Hashem las puso allá pero sí existen beneficios y todo forma parte de un Plan Maestro.

 

Algunos de los beneficios son:

 

Ella podía aprender a tener más cuidado de no dejar comida afuera. O puede obtener confianza al saber que  al llamar al fumigador puede tomar control de la situación. O tal vez esto lleve a los otros vecinos a solucionar sus propios problemas con los bichos, porque tal vez todo el edificio está infestado y ahora van a limpiarlo… ¿Quién sabe?

 

Y por supuesto, ella puede y debería darle las gracias a Hashem por las cucarachas. Por algún motivo, ella tenía necesidad de pasar por esta desagradable experiencia. ¿Acaso ella sabe por qué? No. ¿Acaso ella tiene que tener emuná? Sí. ¿Acaso ella tiene que vivir en un departamento lleno de cucarachas? Ustedes díganme qué les parece…

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1. Andrés con e

3/30/2022

Interesante y Reflexiva.

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