¡Ud. me cambió la vida!

En su reciente gira “emuná es nuestro futuro”, el Rabino Shalom Arush expandió su léxico en idioma inglés, especialmente dado que todos le decían lo mismo…

La única frase que mi traductor al inglés, el Rabino Lazer Brody, no tiene necesidad de traducirme es “Usted me cambió la vida”. Durante nuestra reciente gira a Norteamérica, se la oí decir prácticamente a cada persona que encontré. Y además es la misma frase que veo en las muchas cartas que recibo.

Esta es una de ellas:

Shalom Rabino Arush:

Me llamo Dov. Los conocí a usted y al Rabino Brody en una cita privada en Miami y luego charlé con ustedes después de la clase que dieron en el Lighthouse Project. Aunque no entiendo hebreo, la increíble traducción simultánea me hizo sentir como si entendiera cada cosa que usted decía. Usted me cambió la vida, y no estoy exagerando. Esta es la prueba:

Yo tomé el consejo que usted me dio en forma personal y Le recé a Hashem todos los días, dándole las gracias por mi trastorno bipolar. Recé una hora cada día. Todos los que me rodeaban me daban su apoyo pero igualmente yo sentía dentro de mí que no se daban cuenta de lo que estaba pasando. ¿Cómo podía echarles la culpa? Hay más de cinco millones de personas que sufren de esta enfermedad en los EEUU y excepto unas cuantas excepciones, no se conocen casos de curación.

En términos médicos, no hay cura para esta enfermedad. Pero a mí no me importaba. Recé y recé. Recé una hora por día durante todo un año entero. Estuve en contacto con el rabino Aaron Dubinski todo el tiempo y cuando le dije lo que dicen los libros de medicina al respecto, él me dijo que eso es una tontería. Lo que me dijo textualmente fue: “Si no hay esperanza entonces no hay Dios”. Quiero que sepa que él me dio muchísima fuerza. Todo el plantel de Breslev Israel es fenomenal”.

En el libro “En el Jardín de la Fe”, usted escribió que si uno reza lo suficiente, entonces puede obtener la solución a cualquier problema que tenga. Yo confié en esa enseñanza. Confié tanto que de hecho no me falló. Después de un año de incesantes rezos, pasó algo increíble. Sentí que la enfermedad se me salió del alma junto con la perpetua lucha emocional. Sentí que ahora estaba a un paso de una recuperación completa y un nuevo comienzo en la vida.

Quise contarle todo esto en persona, pero no era la forma indicada. Rabino Arush, este correo electrónico se lo envío no solamente para darle las GRACIAS por demostrarme que Hashem sino que además quiero contarle que cuando fui a contarle a mi rabino local que me siento mejor, le pregunté si ahora debería ayudar a otros a salir de esta terrible enfermedad mental, y él me respondió que por supuesto que sí.

Quiero que sepa que sus enseñanzas pueden ayudar a miles de personas a superar el trastorno bipolar, igual que me ayudaron a mí. Usted me cambió la vida y jamás lo olvidaré.

Con infinita gratitud, Dov del sur de Florida.