Un propósito único

Incluso si la persona no siente nada en su hitbodedut, el solo hecho de que se presentó a la cita es inmensamente poderoso

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Gedale Fenster

Posteado en 15.03.21

 

A veces el mundo que nos rodea nos hace pensar que el éxito se define por criterios superficiales. Pero en realidad cuando quitamos las capas de trivialidades sociales, empezamos a ver que nuestro valor intrínseco va mucho más allá de nuestra existencia física, ya que tiene sus raíces en el alma. Nuestra esencia espiritual es la base para todo aquello que nos hace verdaderamente grandes. Este aspecto de divinidad dentro de cada uno de nosotros exige que reconozcamos nuestra misión única en esta vida y el rol que juegan nuestros talentos y puntos fuertes en el cumplimiento de dicho propósito.

 

Dios creó a cada persona con una tarea única y le proveyó las circunstancias y capacidades específicas para que pueda lograr sus objetivos. Al contemplar y analizar este concepto tan poderoso, vamos a empezar a sentirnos facultados por nuestra bondad inherente. Si realmente tenemos fe en que nuestra, vida, exactamente tal como es, fue perfectamente diseñada por Dios para facilitar nuestro crecimiento personal y espiritual, entonces vamos a preocuparnos menos sobre la forma en que nuestra vida se compara con la de los demás y vamos a preocuparnos más por la forma en que podemos reflejar nuestra grandeza en nuestra vida diaria

 

Sin embargo, a menudo sucede que nuestra singularidad se ve eclipsada por las expectativas y las opiniones de la sociedad. La tendencia a comparar nuestro propio éxito con el de los demás es algo muy común y los efectos negativos en la propia autoestima son pasados por alto en medio de toda la presión por vivir de acuerdo con el estándar de vida de otra persona. Este hábito negativo también puede presentarse en los ideales que nos formamos.

 

Por ejemplo, si una persona siempre reserva un tiempo para hitbodedut (plegaria personal), pero no siente esa conexión espiritual durante los primeros días o las primeras semanas, es posible que empiece a criticar dicha práctica o incluso cuestione su valía. Sin embargo, con cada paso que damos, con cada esfuerzo que hacemos en nuestra búsqueda espiritual, estamos obteniendo un logro tremendo. Incluso si la persona no siente la intensidad de su hitbodedut, el solo hecho de que se presentó a la cita para conectarse con Dios es inmensamente poderoso. Estancarte no equivale a fracasar, sino que es un trampolín para alcanzar nuevas alturas. Al reconocer tu propia grandeza, vas a poder lograr grandes cosas y te harás merecedor de enormes bendiciones.

 

Mark Twain escribió que los dos días más importantes de la vida son el día en el que naces y el día en el que te das cuenta de para qué naciste. Cada uno de nosotros puede descubrir cuál es su propósito en este mundo escuchando la voz que lleva adentro. Una vez que la mente se aquieta, cuando las voces de la sociedad comienzan a apagarse, podemos prestar atención a aquellas áreas hacia las que nos sentimos atraídos, allí donde radican nuestros talentos, y la claridad que surge de ser fiel a tu propia individualidad y la gratificación que te produce.

 

Cuando realmente sientes que Dios tiene un plan para tu vida, una vida que es absolutamente diferente de la de todos los demás, tus posibilidades pueden expandirse más allá de las limitaciones que te pones a ti mismo y las que te ponen los demás. Al entender que juegas un rol de importancia en este universo, y que nadie más puede completar tu propósito en tu lugar, vas a cultivar la confianza para utilizar tu talento y hacer realidad tu potencial, superando cada desafío que se te presenta.

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