Acaba con tu matrimonio

Queridos maridos: este artículo está dedicado a ustedes.

En este artículo no les vamos a explicar cómo tener una buena relación de pareja ni cómo superar las dificultades que cada pareja enfrenta.

No. En este artículo les vamos a explicar cómo acabar con el matrimonio.

Pues bien – básicamente existe una forma de acabar con el matrimonio. Y es prácticamente infalible. Funciona siempre.

¿Quieren saber cómo?

Si quieres acabar con un matrimonio, y de paso con tu esposa, entonces critícala.

Pásate el día criticándola. Dile todo lo que hace mal. Dile que la comida no tiene sabor y que ella es una haragana que no mueve un dedo todo el santo día y que no sabe mantener la casa ordenada. Dile que se la pasa gritándoles a los niños y que bien haría en bajar unos cuantos kilitos…

Los expertos coinciden en que la causa número uno de divorcios en el mundo entero son las críticas.

Por eso, estimados maridos, tomen nota: si tu mujer te rezonga, eso es síntoma de que estás haciendo algo mal en tu matrimonio. O un montón de cosas mal, porque todos sabemos que los hombres no están naturalmente preparados para el matrimonio como las mujeres.

Por eso, quiero decirles algo. ¿Saben por qué el judaísmo hace que el matrimonio sea una obligación para el hombre y no para la mujer?

Yo creo que es porque el matrimonio es tu más grande oportunidad de crecer como persona.

El matrimonio obliga al marido a mirar fuera de sí mismo. El marido se ve forzado a poner las necesidades de los demás antes de las suyas propias. Se ve forzado a cargar con el estrés de mantener a su familia. Se ve forzado a nutrir a su esposa y a sus hijos de maneras que le pueden resultar completamente ajenas.

Por naturaleza, los hombres son criaturas egoístas. ¡Y no lo digo para juzgarlos! Pero así es como Hashem los creó. Las mujeres, por naturaleza, son criaturas que nutren, que están más inclinadas a poner antes a los demás que a ellas mismas.

Y otra cosa.

¿Alguna vez te criticaron en tu vida? ¿Y especialmente tratándose de alguien que amabas?

¿Cómo te hizo sentir?

¿Rechazado, solo, no valorado, resentido?

Trata durante un minuto de imaginarte lo que sucede cuando criticas a tu esposa.

Es como tomar todo el esfuerzo que ella hace y arrojárselo al rostro.

No hiciste esto bien. Tendrías que haberte esforzado más. No sabes hacer nada bien.

No eres lo suficientemente buena para mí.

Esto es lo que le estás diciendo a una mujer que ha comprometido a compartir su vida contigo, que te ha elegido para que seas el Número Uno de su vida y de cada cosa que ella hace.

¿Y tú le das las gracias por su compromiso de por vida y toda su ayuda con… críticas?

El Rabino Shalom Arush en su famosa guía para hombres casados, En el jardín de  la paz, está de acuerdo con todos los grandes expertos mundiales.

Él les explica a los hombres que jamás, por ningún motivo, deben criticar a sus esposas. Nunca, por nada!

Créanme, gente, las mujeres no son estúpidas. Nosotras queremos ser las mejores en lo que hacemos.

Pero la vida es abrumadora. Los niños son abrumadores. Los quehaceres son abrumadores. El trabajo afuera es abrumador.

Tiene en cuenta que la mayoría de nosotras crecimos en forma muy cómoda, sin tener que limpiar la casa, ni cocinar, ni lavar la ropa día a día. Imagínense lo difícil que es pasar de mimada a esclava!

Ahora, a todo eso, agréguenle los desafíos del embarazo, las noches sin dormir para atender al bebé, darle de mamar, etc., la interminable irritación que nos causan nuestros hijos y todas las otras cosas que tenemos que hacer.

Yo diría incluso que ustedes, los hombres, les deben LA VIDA a sus mujeres. De no ser por ellas, estarían comiendo panchos y pizza todos los días.

Lo cual, en realidad, no suena tan mal… Mmmmm, ¡pizza! Las papilas gustativas se me están volviendo locas!!! NECESITO CARBOHIDRATOS YA!!!

Pero volviendo a nuestro tema, queridos maridos, si quieren dejar de arruinar el matrimonio, entonces lean YA En el Jardín de la Paz para hombres.

Y respeten a sus mujeres. Demuéstrenle aprecio por todo lo que ellas hacen. Denles de regalo una medalla de honor o, mejor aún, un nuevo vestido.

Pero nunca, jamás, las critiquen!!