Cúrate con pan y agua

“Y servirás al Eterno tu Dios y Él bendecirá tu pan y tu agua, y Yo quitaré la enfermedad de tu medio” (Éxodo 23:25). Este versículo se refiere al poder de la plegaria y cómo esta puede impactar todos los aspectos de la curación. Al servir a Dios por medio de la plegaria, la persona se conecta con la raíz de todo. Los medicamentos están hechos de hierbas naturales, que reciben sus propiedades medicinales de la Fuente de toda la creación. La diferencia entre una planta que tiene el poder de curar y otra que no lo tiene solamente existe en nuestra realidad. No hay distinción entre una y otra a un nivel espiritual, ya que ambas están enraizadas en la misma esencia. Cuando uno reconoce y se conecta con la esencia de toda la creación por medio de la plegaria, la curación y la bendición pueden obtenerse incluso del pan y del agua.

El poder de la plegaria ofrecida con el corazón es impresionante. La gente muchas veces se siente sin inspiración para rezar, y considera la plegaria como una obligación, cuando en realidad es una increíble oportunidad que tiene a su disposición.

La plegaria es el servicio del corazón; es el órgano que representa la emoción, la felicidad, o la tristeza. Los siguientes tres obstáculos están conectados con la pesadez en el corazón y presentan dificultades al momento de rezar:

1. El constante deseo de riquezas, que finalmente nos lleva a la desesperación cuando vemos que nuestras expectativas financieras no se materializan.
2. El consumo exagerado de comida, que nos priva de energía.
3. Dejarnos llevar por pasiones que calientan la sangre, como los deseos sexuales.

Cada persona se enfrenta repetidamente a estos desafíos y para alcanzar una fuerte conexión con Hashem es necesario trabajar sobre estas áreas que muchas veces son demasiado dolorosas de enfrentar.

Cuando tenemos expectativas sin materializar, especialmente en el ámbito financiero, es fundamental que tengamos una fe simple, sembrando una semilla por día por medio del esfuerzo consistente y razonable de aflojar la necesidad de controlar el resultado.

Seguir los principios de la dieta de Maimónides es de gran ayuda para toda persona que tiene problemas con el exceso de comida. Sus enseñanzas nos recomiendan practicar la postergación de la gratificación comiendo hasta estar tres cuartos llenos, ya que la comida tarda 18 minutos en digerirse y comunidad la sensación de saciedad. Los problemas con la comida son una oportunidad para conectarnos con Dios por medio del desafío, al reconocer que la dieta solamente puede funcionar con la ayuda de Dios.

A fin de superar la prueba de superar los deseos, Rabí Najman nos dio el Tikún Haklalí (el Remedio General), que puede recitarse para rectificar las faltas espirituales, especialmente aquellas resultantes de la falta de santidad personal. El Tikún Haklalí es la combinación de los Salmos 16, 32, 41, 42, 59, 77, 90, 105, 137, 150.

La persona suele enfrentar dos obstáculos al tratar de rezar: las distracciones y las expectativas. Dado que la plegaria crea las vasijas para recibir la luz y la bendición, siempre va a haber resistencia (que se presenta como distracciones); cada tarea de la lista de tareas por hacer, cada detalle del último informe de noticias, o alguna conversación reciente que de otro modo sería insignificante. Al practicar hitbodedut, nos preparamos para la plegaria, al apartar estas distracciones y al volvernos conscientes del momento presente. La plegaria requiere de humildad en el trabajo interno que instiga, y eso en sí mismo es la clave de una plegaria llena de sentido.

Es común que la gente tenga expectativas de sus plegarias y sus buenas acciones. Es importante que nos demos cuenta de que si bien todo puede cambiarse por medio del rezo, a veces las cosas que pedimos no son beneficiosas para nosotros en este momento y por lo tanto no las vamos a recibir apenas las pidamos. No les pongan limitaciones a las plegarias y pídanle a Dios regalos que sean una bendición. Al calmar la mente y pedirle a Dios ayuda en la solución de los problemas, estamos recurriendo a esa voz interna que nos dará las respuestas que necesitamos.

El que entiende la plegaria tiene la llave para abrir la puerta de cada potencial, de cada oportunidad, de cada salvación, y entonces la plegaria se vuelve una prioridad número uno por sobre todas las demás cosas.