Todos deben vacunarse

Todo el mundo debe vacunarse de inmediato. No lo pienses dos veces…

Háganlo inmediatamente.

Antes de que sea demasiado tarde, estudia otra parashá más de la Torá. Reza por tu peor enemigo. Sonríele a una persona al azar. Recita salmos para la paz en el mundo.

Con cada nueva variante de Coronavirus que aparece, refuérzate en algo. Estudia más. Reza más. Tira tu televisión por cable a la basura.

Los no vacunados son castigados.

Aquellos que eligen no hacer ningún tipo de arrepentimiento o teshuvá permanecen vulnerables a esta plaga que Hashem ha desatado sobre toda la humanidad por nuestros pecados colectivos.

El mundo permitió la sodomía y el libertinaje durante la época de Noé. Dios destruyó a todas las personas y todas las cosas. La humanidad misma recibió la pena de muerte.

Cuando el Pueblo Judío volvió a tales perversiones durante la era del Primer y Segundo Templo, perdimos todo. Fuimos destruidos como nación. Hasta el día de hoy somos una sombra de nosotros mismos.

Hashem nos dice que entre las razones por las que fuimos rescatados de Egipto es porque ellos estaban cometiendo los pecados de Sodomía, perversión y flagrante injusticia. Dios les envió las diez plagas a fin de aniquilarlos para siempre.

Las siete naciones, las más poderosas de la tierra, cometieron tales abominaciones. Hashem las aniquiló para poder poblar la Tierra de Israel.

El enorme imperio de Roma nunca fue vencido. Ellos implosionaron debido a estos pecados.

¿Cómo podemos ser tan ciegos a la historia?

Los síntomas del peligro

Hace ciento veinte años, la viruela mataba a una de cada tres personas que la contraían. Hace cien años, una de cada diez personas que contrajo la gripe española sucumbió a ella.

Hoy, menos del 1% de los casos de COVID-19 son terminales.

El juicio de hoy es un acto de compasión.

Pero sabemos lo que viene si no nos vacunamos adecuadamente.

Antes del Gran Diluvio, Hashem inundó un tercio de la tierra. Al ver que la gente no se arrepintió, Él inundó otro tercio más. Dios le dijo a Noaj que construyera el arca durante un período de 120 años para que la gente tuviera la oportunidad de preguntarle para qué la estaba construyendo y arrepentirse.

Depende de nosotros evitar otra catástrofe. El mandato de vacunar con actos de arrepentimiento y retorno debe ser obligatorio.

Todos necesitamos nuestras dos dosis y refuerzos constantes:

Dosis 1: Emuná

Es muy fácil enfadarse por todo. Se siente como si todas estas personas estuvieran conspirando para hacernos daño.

No es así. No están haciendo nada.

Todo lo que sucede, no importa quién lo haga, es un mensaje de nuestro Rey.

Sabiendo que todo proviene de HaKadosh Baruj Hu, el Santo Bendito Sea, y que las personas no son más que varas en Sus manos, deberíamos estar bailando de alegría. 

Actualmente, estoy trabajando para crear mi propio negocio a fin de poder pasar todos los domingos yendo a Jerusalén a rezar, hablar con Hashem, y estudiar en una Yeshiva.

El problema es que estoy siendo perezoso al respecto y la ventana de oportunidad se me está cerrando.

¿Qué hace Hashem? ¡Me golpea en la cara! – ¡gracias a Dios!

Me dice así: “O bien te esfuerzas para poder servirme en Mi casa o bien te pasarás los días sirviendo a otros en la tuya”.

Incluso aquello que imaginé como una pesadilla es una bendición de mi Padre para ponerme en marcha y hacer realidad mis más grandes sueños.

No hay nada malo en este mundo. Lo malo es sólo un empujón de lo Alto para que nos movamos en la dirección correcta.

Esto es válido para cualquier otra “pesadilla” que enfrentemos.

Dosis 2: Calumnia

Los israelíes son increíbles a la hora de unirse para lograr un objetivo común.

En mis siete años en la alta tecnología israelí, he visto a personas de todos los orígenes que uno se pueda imaginar unirse para tener un producto listo a tiempo, avanzar en una campaña de contenidos, incluso brindar por las familias de los demás en una fiesta de la empresa.

Cuando tenemos un objetivo común, dejamos todo de lado para conseguirlo.

De nosotros depende llevar esto más allá de la oficina y el campo de batalla.

El presidente Itzjak Herzog nos está pidiendo a todos que seamos más civiles en las redes sociales. Elegido por una amplia mayoría de legisladores tanto de derecha como de izquierda, su llamamiento es para que todos hagamos caso a las leyes de Lashón Hara y moderemos la ira.

¿Y si nos unimos a su llamamiento? En nombre de un gran rabino que rescató a 13.000 judíos del Holocausto y los llevó a Israel, ¿qué pasaría si todos hiciéramos teshuva en honor a su nieto?

Prometernos a nosotros mismos aprender y vivir según las leyes del buen hablar.

Vacunas de refuerzo: Cuidar el pacto, gratitud diaria, estudio diario

Todos los años tenemos que darnos las vacunas de refuerzo.

Ahí es cuando los efectos de las dosis que tomamos se debilitan y tenemos que inyectar algo en nuestro sistema a fin de renovar nuestra protección contra las calamidades.

Tenemos que auditarnos a nosotros mismos. Tenemos que preguntarnos sinceramente si nos estamos comportando correctamente con los miembros del otro sexo. ¿Estamos expresando gratitud por todo lo que Hashem nos da? ¿Estamos estudiando suficiente Torá cada día?

Ni siquiera tenemos que esperar un año. Podemos levantarnos cada mañana y hacernos estas mismas preguntas.

La forma de estar verdaderamente protegidos de esta plaga es hallar favor a Sus ojos y vivir a la sombra de Su protección.

Hashem es la cura. Las vacunas, las máscaras y el distanciamiento social son solamente algunos de los medios que Él emplea, pero la verdadera vacuna es la Torá.

El mejor remedio son las mitzvot.