Sustituir a los EE.UU. por Dios

Desde la primera parasha de la Torá que leemos durante Simjat Torá hasta Janucá, aprendemos una de las lecciones más esenciales de la emuná:

Incluso si te superan en número – un millón contra uno- como Yosef, no importa, porque si estás del lado de Dios, Él te protegerá.

Incluso si eres una sola persona contra el mundo entero, como Noaj, si estás del lado de Hashem, Él te elegirá sobre todo el resto del mundo.

Incluso si eres una minoría, como los Macabeos, si estás luchando por Dios, no importa lo poderosos que sean los millones de personas contra los que luchas: Dios te dará el triunfo.

Es hora de reclamar nuestro derecho de nacimiento como hijos de Noaj, Shem, Abraham, Moshe, Guidon y David y reemplazar a EE.UU. por DIOS.

EE.UU. nos está dictando a quién podemos y no podemos nombrar para servir como ministros, ignorando la voluntad de una nación libre. La gente luchó y sangró por el derecho al voto, y están tratando de quitárselo.

Nuestras escuelas, incluso las escuelas religiosas estatales, están siendo alimentadas a la fuerza con la agenda de la “identidad”. Los profesores se ven obligados a preguntar a sus alumnos: “¿con qué te identificas?”.

Las peores formas de sodomía y perversión se están introduciendo en nuestra cultura en contra de nuestra voluntad. Hay poca o ninguna protección para los guerreros que sostienen Jerusalén, pero cuando estos animales hacen un desfile, miles de soldados se alinean en las calles.

A pesar de tener el ejército más poderoso de la región, a nuestros soldados no se les permite defenderse ni defendernos de los monstruos que intentan matar a mujeres y niños. Las órdenes no provienen de los generales de Tel Aviv, sino del Departamento de Estado estadounidense.

No se nos permite construir la Tierra que Dios nos da porque George Soros y Whoopi Goldberg necesitarán un espacio seguro donde esconderse.

Es hora de repensar nuestra alianza con los Estados Unidos.

Debemos perseverar.

No importa si es Bibi o Lapid quien está al mando. Ambos son israelíes seculares de Tel Aviv que ven el poder en términos humanos: Política, diplomacia y economía.

Sólo los fieles conocen a Dios.

Sólo nosotros podemos aceptar que los helenistas modernos de Egipto 2.0 son nuestro enemigo.

Los últimos resultados electorales nos sitúan en el 30% de la población judía de Israel.

Es hora de que Israel cambie de bando. No más Estados Unidos. A partir de ahora, es DIOS.

La próxima vez que construyamos una casa en Jerusalén, que nos amenacen. La próxima vez que prohibamos todos los servicios públicos no vitales en Shabat, que nos boicoteen.

La próxima vez que reaccionemos ante un terrorista que intente dañar un solo pelo de cualquier hombre, mujer o niño disparándole en el acto y enterrándolo en vísceras de cerdo, que nos aíslen los americanos.

Dios está de nuestra parte.

La guerra de la emuná.

Es hora de seguir a Najshon ben Aminadav hacia el mar.

La respuesta está delante de nosotros: Dios está de nuestro lado.

Tenemos que creerlo.

Tenemos que estar dispuestos a hacer el máximo sacrificio por Hashem.

Tenemos que estar dispuestos a sacrificar en Su altar nuestra vida cómoda, fácil y próspera.

Tenemos que estar dispuestos a hacer lo que hizo Avraham: Ir contra la corriente del mundo por Dios.

Abraham fue llamado hebreo porque la raíz significa “cruzar, ir por el otro lado”. Abraham fue en contra del mundo entero, impregnado de idolatría, asesinato y libertinaje, para servir a Dios.

El rey del mundo, Nimrod, lo arrojó a un horno de fuego: Hashem lo salvó.

Los reyes del mundo pelearon una guerra contra Avraham y sus 317 soldados: Hashem los salvó.

Creemos que los judíos pertenecen a la Tierra que Dios nos da, y no a Uganda. Siete ejércitos árabes y el Imperio Británico fueron a la guerra para acabar con nosotros justo después de que el Imperio Nazi aniquilara a un tercio de nuestro pueblo. Luchamos contra media tierra en nombre de la mitzvpa de colonizar la Tierra: Hashem nos salvó.

Durante los últimos 75 años, en nombre de nuestro padre Abraham y de la construcción de la Tierra y de Su Torá: Hashem nos salva de nuevo, y otra vez, y otra vez más.

Es hora de que rompamos con Alejandro Magno y reavivemos la luz del Santo Templo.

Es hora de que nos pongamos al lado de nuestro antepasado Abraham.

Es hora de que hagamos Su voluntad como nuestra voluntad, para que Él haga nuestra voluntad como la Suya. Anularemos nuestra voluntad ante la suya, para que Él anule la voluntad de los demás ante la nuestra (Ética de los Padres 2:4).

Si estamos con Dios, Él estará con nosotros.

Es hora de cambiar de bando.

La familia Ben Horin vive en Israel con sus hijos, un nuevo centro de alta tecnología, vecinos judíos y árabes, y Matilda, el camello local. La startup israelí de David, Center Stage Content, ofrece servicios de contenidos para startups y pequeñas empresas.