Cuando pecar tiene sentido

Hay situaciones en la vida en las que algunas mitzvot no tienen sentido ni lógica.

2 Tiempo de lectura

David Ben Horin

Posteado en 29.05.23

“Y no agravaréis cada uno a su prójimo, y temeréis a vuestro Dios, porque yo soy el Eterno, vuestro Dios” (25:17)

¿Por qué hace falta que la Torá complete el precepto con la frase “Yo soy Hashem”?

🕊️ Sabemos que Hashem nos da la Torá.

🕊️ Sabemos que cada precepto proviene directamente de Hashem.

🕊️ Sabemos que cada vez que cumplimos un precepto, Hashem nos recompensa, y cuando transgredimos un precepto, Hashem nos castiga.

¿Por qué necesitamos que nos lo recuerden una y otra vez?

Porque hay situaciones en la vida en las que algunas mitzvot no tienen sentido ni lógica.

¿Qué pasa si estoy compitiendo con un compañero judío por un cliente o un trabajo? ¿Y si me presento a un cargo electo contra otro judío?

¿No es sensato destruir la reputación de mi oponente vomitando veneno verbal? ¿Acaso unos cuantos cuentos no van a ser capaces de mover suficientes votos a mi favor? ¿Qué tal si le digo una barbaridad sobre su integridad al director de contrataciones?

Si actúo en nombre de miles de judíos que se beneficiarán de mi victoria, o por los varios judíos de mi familia que me necesitan para conseguir este trabajo, ¿por qué no puedo hacer todo lo que haga falta?

Yo soy Dios

Por eso Hashem dice “Yo soy Hashem”.

Esto es un recordatorio de que este no es nuestro mundo, y aunque se supone que debemos hacer todo lo posible para vivir la mejor vida que podamos – los resultados de todo lo que hacemos no tienen nada que ver con el esfuerzo.

🎁 Hashem decidirá quién conseguirá el trabajo

🎁 Hashem decide quién va a comer su próxima comida

🎁 Hashem dispone quién ganará las próximas elecciones

Cuando Hashem dice: “Yo soy Dios”, te está diciendo que anules tus sentidos – especialmente aquellos que te dicen qué opción es más “práctica”. Este es Su mundo, y las únicas reglas que importan son las de su Creador.

Incluso si el otro tipo te ataca con una calumnia y él consigue el trabajo, o la señora que te acusa de falsa evasión de impuestos gana las elecciones. Hashem está diciendo que si haces lo que es “inteligente”, pero pecaminoso, ello resultará en desastre de una manera u otra. Si haces lo que es “ingenuo” pero una mitzvá, ello resultará en algo valioso.

En el mundo de Hashem, donde “Yo soy Hashem”, aquellos que no actúan en consecuencia, incluso el funcionario electo o el astuto líder de negocios no van al lugar más alto donde todo cuenta.

Nuestra mayor oportunidad

Las verdaderas pruebas en la vida son cuando las respuestas correctas te hacen sentir demasiado “Bnei Brak”.

Hacer algo que no tiene sentido físico sólo porque Aquel que lo ordena dice “Yo soy Dios” es la manera definitiva de anular nuestros egos para dejarle espacio a Hashem.

El mundo físico no es más que una plataforma para cumplir mitzvot. Cuanto más difícil es la mitzvá, más se sale de la plataforma. Depende de nosotros recordar que Microsoft no dirige el Sistema Operativo de nuestro mundo.

Yo soy Dios.

Hashem está en la cima de todo. También está abajo y en todos los puntos intermedios.

Para aquellas situaciones en la vida en las que nos vemos tentados a reconsiderar un precepto, nuestro Padre nos lo recuerda al final de tales reglas recordándonos Quién es Él.

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario