Un Ataque Por Tres Frentes

Estos son días de guerra. Todos nosotros, toda la nación de Israel, estamos luchando, cada uno a su manera. No es momento de hablar con rodeos. Es momento de levantarnos y actuar.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 05.04.21

Estos son días de guerra. Todos nosotros, toda la nación de Israel, estamos luchando, cada uno a su manera. No es momento de hablar con rodeos. Es momento de levantarnos y actuar. Hacer actos simples que puedan ayudarnos a todos, y principalmente a los soldados que luchan en  el frente, tal como pasaremos a explicar con la ayuda de Dios.

Todos tenemos que participar en el ataque de tres flancos contra el enemigo, tanto el físico como el espiritual. La lucha es a tres niveles – la gratitud y la plegaria, la Torá y la difusión de la Emuná. Y he aquí la explicación:

La Gratitud y la Plegaria: Gracias a Dios, hemos sido testigos de innúmerables milagros y prodigios, fruto de la benevolencia de Hashem. Tenemos prohibido dar estos milagros como algo por sentado, o como algo que tenía que pasar, y seguir adelante con la vida, como si nos mereciéramos todo esto. De ninguna manera. En lugar de eso, cada vez que nos enteramos de un misil que cayó en un lugar abierto o que fue interceptado y milagrosamente nadie resultó herido, lo que tenemos que hacer es darle las gracias a Hashem y pedirle en forma extensa que continúe protegiéndonos. También deberíamos pedirle que nos acerque a todos a Él y que nos despierte a todos de nuestro letargo con gran compasión para que Le demos las gracias y Le oremos. Deberíamos pedirle que todos podamos ver estos milagros, y que nos redima. Cada vez que un ataque es frustrado, deberíamos dar las gracias y orar con simplicidad, pidiendo que siempre Él frustre todos los ataques del enemigo sin que nadie resulte herido de nuestra parte. Y así como la gratitud por el pasado jamás debe cesar, de la misma manera, nuestras plegarias por el futuro jamás deben cesar.

La Torá: en el pasado hemos aprendido que la fuerza principal que permite que uno tenga éxito en la guerra es la fuerza de la Torá. Eso es lo que dice la Guemará en el Tratado Sanedrín (49ª): “De no ser por David, Yoav no habría podido luchar”. Rashi explica allí que en el mérito de que David estudiaba Torá, Yoav ganaba la guerra. Es perfectamente claro que la unificación de nuestro pueblo y el poder de nuestro pueblo provienen únicamente de la fuerza de la Torá. Esto es también lo que escribe el Jatam Sofer acerca del versículo “la voz es la voz de Yaakov y las manos son las manos de Esav”. A través de la voz de Yaakov, el estudio de la Torá, las manos de Esav (que en realidad eran las de Yaakov) se fortalecen en la guerra. Tenemos que creer que cada palabra de la Torá y de la plegaria ejerce un efecto muy importante y literalmente salva al pueblo judío y en particular a los soldados que luchan en el frente. Antes de estudiar, de recitar una bendición, de orar o de llevar a cabo un precepto, digamos que esto es un mérito para ayudar a los soldados en Gaza.

Difusión de la Emuná: Tenemos que recordar que a fin de cuentas ganar la guerra no es lo que va a ayudar al pueblo judío. Porque aunque eliminemos a todos nuestros enemigos, eso no va a resolver nuestros problemas, ya que no vinimos a este mundo a vivir tranquilos y en paz, sino a alcanzar un objetivo, que es la Emuná. Y mientras haya una falta de emuná , no hay posibilidades de que llegue la Redención, tal como hemos explicado en distintas instancias. Por eso, lo único que puede inclinar la balanza para que el pueblo judío alcance la redención, es la difusión de la Emuná.
 
Gracias  a Dios, en el fondo el pueblo judío  sabe perfectamente qué es bueno para él, y en esta época tan difícil en la que vemos por un lado milagros increíbles y por el otro lado nos sentimos atrapados, el pueblo judío alza los ojos en dirección a Hashem y la sed por la palabra de Hashem y la Emuná es cada vez mayor. Mis alumnos, que todos los días viajan al sur, y van a visitar los campamentos militares donde están apostados los soldados, son recibidos en todas partes con los brazos abiertos. Hay una tremenda sed de Emuná, de tzitzit y de tefilín. Y así como todos entienden perfectamente que tenemos que darles a los soldados comida y equipamiento, es igual de importante que les proveamos alimento espiritual, y en especial que les enseñemos Emuná.

Queridos hermanos y hermanas: abran bien los ojos y vean todos los increíbles milagros y fortalézcanse con las verdaderas armas, que son los “chalecos antibalas” espirituales – la Emuná, la Torá y la plegaria. Y al hacerlo, que podamos tener el mérito de seguir viendo milagros, y que Hashem haga que Sus hijos vuelvan a casa sanos y salvos. Amén!

¡Sean fuertes y valientes!
 

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1. yo

11/06/2019

Principales chalecos antibalas…Agradecimientos

2. javvier morales rodriquez

8/15/2014

se lucha con rezo fe y amor a ISRAEL solo no se lucha en el frente al emigo tambien se derrota con plegarias fe y amor a HASHEM Y A ISRAEL

3. javvier morales rodriquez

8/15/2014

solo no se lucha en el frente al emigo tambien se derrota con plegarias fe y amor a HASHEM Y A ISRAEL

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