De esta vacuna, olvídense!

La mayoría de las enfermedades son síntomas de una falta de equilibrio en algún órgano o algún sistema del organismo.

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Rajeli Reckles

Posteado en 04.04.21

Ah sí. Otra vez llegamos a esa época. Empieza a hacer frío y todos ya nos ponemos pulóveres. A menos que estés en Miami, como yo, en cuyo caso significa que estás a 36 grados Celsius con 100% de humedad y 80% probabilidades de tormentas por la tarde. Yo, personalmente, prefiero la lluvia helada y las tormentas de granizo.

 

Junto con este hermoso cambio de estación llega la abrumadora propaganda para que la gente se vacune contra la gripe. No hay forma de salvarse. Dondequiera que vayas, te ofrecen recibir la vacuna gratis. Como sigamos así, dentro de poco ya van a ofrecerte vacunas en Mc Donald’s.

 

Acá en Israel pasa lo mismo. Me resulta frustrante! Una vez más, la industria farmacéutica sube el volumen del botón del miedo, haciendo que veamos la gripe como la sentencia a muerte. Para la mayoría de la gente, la gripe es un virus que oscila entre leve y moderado que dura aproximadamente una semana. Sin duda es muy molesto, pero yo pregunto: ¿de veras les parece que vale la pena inyectarnos con toda clase de sustancias tóxicas, como ser metales pesados, detergentes, formaldehídos, células de riñón de mono, y tantas porquerías más?

 

Usemos por favor un poco de sentido común: primero, el Centro de Control de Enfermedades no tiene forma de predecir qué variedad de gripe será más prevalente en la estación que se inicia. Ellos fabrican las vacunas empezando en enero para poder distribuirlas en septiembre. ¿Alguien me puede por favor explicar cómo recórcholis ellos saben predecir qué variedades han de prevalecer con seis a nueve meses de anterioridad? Les voy a decir cómo: no saben! Con más de 144 variedades de gripe, yo creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que apostar a la variedad correcta es casi tan imposible como apostar un número a la lotería. Casi.

 

Segundo: inyectarte con un cóctel tóxico en nombre de la salud es una locura. Es como decir que vas a fumar para tener pulmones sanos. O una cosa o la otra.

 

Tercero. Si quieren evitar la gripe, ¡refuercen el sistema inmune! Tomen vitamina D, vitamina C, bayas de saúco, súperalimentos, coman sano, duerman las horas suficientes (sí… exacto!).

 

Esta histeria de la gripe es síntome de un problema mucho más grande de la medicina occidental: en vez de tratar la causa de la enfermedad, se enfoca en luchar contra sus síntomas. ¿Y por qué esto es un problema?

 

Es absolutamente ilógico tratar de limpiar el cuerpo de una enfermedad sin tratar la raíz del problema. La mayoría de las enfermedades son síntomas de una falta de equilibrio en algún órgano o algún sistema del organismo. Por lo general no surgen del aire. Piensen un segundo: el cuerpo está luchando contra los gérmenes y los virus todo el tiempo pero no por eso estamos siempre enfermos. Cuando nos enfermamos es porque la base de nuestra salud corre un riesgo, ya sea en el sistema inmune general o en algún órgano del cuerpo. Por lo tanto, la mayoría de las enfermedades son tratables y hasta curables! Y ciertamente estoy incluyendo al cáncer en ese grupo.

 

La clave para curarse es fortalecer el cuerpo, no destruirlo para poder librarse de la enfermedad. Fíjense por ejemplo el caso típico: la fiebre. Si bien es muy molesta y hasta dolorosa, la fiebre es la forma que tiene el cuerpo de quemar el patógeno que la está contaminando. Por eso, al bajar la fiebre, en realidad estamos saboteando el esfuerzo que hace el organismo por curarse a sí mismo. Eso no quiere decir que yo no promueva tomar analgésicos. En realidad sí los promuevo. Ni yo creo en sufrir más de lo que puedes tolerar sin volverte loco.

 

Los antibióticos son otro ejemplo clásico de cómo se destruye el sistema inmune a fin de librarse del patógeno. ¿Por qué en lugar de antibióticos no tomar probióticos, que construyen bacterias sanas en el organismo a fin de que luchen contra las bacterías no sanas?

 

Está todo dado vuelta.

 

Ya lo dije antes y lo vuelvo a repetir: hay muchas instancias en las que la medicina moderna salva la vida. Tenemos que dar las gracias de todo corazón por los increíbles tratamientos que pueden salvar a la persona de una crisis aguda. Pero debemos comprender que las situaciones crónicas de largo plazo son síntomas de un problema subyacente.

 

Con una dieta adecuada y un programa de ejercicios adaptado, uno puede curar la diabetes, la presión arterial alta, los problemas cardíacos, bajar el colesterol, perder peso, fortalecer los huesos, etc etc. Es responsabilidad de cada uno de nosotros llevar a cabo la investigación correspondiente y no tener miedo de ir en contra de las recomendaciones del médico. Hasta los médicos no siempre tienen razón…

 

Entonces estos son los dos puntos principales: primero, no se puede alcanzar la curación verdadera destruyendo el cuerpo con sustancias tóxicas. Segundo, la verdadera curación no se logra luchando contra los síntomas. O sea: la enfermedad es un síntoma de un desequilibrio subyacente del organismo.

 

Repitamos estos tres puntos una y otra vez hasta que nos hipnoticemos y alcancemos un estado de conciencia superior: “PENSAMIENTO CRÍTICO”. Hashem nos dio el cerebro par que lo usemos! No Lo defraudemos.

 

Que sea con salud!

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1. Enid Quetell

12/13/2016

No apoyo las vacunas!! 🙂

2. Enid Quetell

12/13/2016

Gracias por tu respuesta

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