Un rostro iluminado
Todos debemos aspirar a que los demás se sientan cómodos y felices con la forma en que los tratamos
El más elevado nivel de Torá es cuando uno vive lo que aprende.
La Guemará nos cuenta de qué manera el Anciano Hilel aplicaba sus propias enseñanzas a la vida cotidiana. Alguien muy insolente apostó el equivalente a 400 dólares con un amigo a que iba a lograr hacer enojar a Hilel. El hombre se dirigió a la casa de Hilel un viernes a la tarde cuando Hilel se estaba bañando preparándose para Shabat. El hombre gritó: “¡¿Dónde está Hilel?! ¡¿Quién es Hilel?!” en tono muy irrespetuoso. Así siguió molestándolo con varias preguntas tontas. Una vez tras otra Hilel interrumpió su baño, se envolvió en una toalla y respondió con paciencia a aquel hombre. Cuando este vio que Hilel no perdía la calma, se enojó mucho y gruñó: “¿Acaso eres tú el Hilel al que la gente llama ‘el Presidente de Israel’? ¡Espero que no haya muchos como tú en Israel!”.
Hilel le preguntó por qué había dicho eso. “Porque hice una apuesta con alguien a que iba a hacerte perder los estribos, y por tu culpa, ¡ahora perdí 400 dólares!”
Y Hilel respondió: “Mejor que tú pierdas 400 dólares y otros 400 dólares a que Hilel pierda los estribos”.
Para Hilel, la paciencia, la calma y los buenos modales y el rostro iluminado que brilla con amor por cada ser humano, incluso el más insolente, eran los aspectos más importantes del judaísmo. A pesar de todos los beneficios de pureza y santidad que invoca la persona al sumergirse en la mikve (baño ritual) antes de Shabat, la benevolencia hacia los demás era inclusive más importante en su lista de prioridades.
Alguien podrá pensar: “Lo que importa es que soy una persona temerosa de Dios y no estoy dispuesto a ceder en mi observancia de los preceptos entre la persona y Dios”. Pero ese enfoque no es del todo correcto, porque debemos poner especial énfasis en los preceptos entre la persona y su prójimo. Eso es l que Hashem espera de nosotros.
Además, según nuestros Sabios, el barómetro de si Hashem está contento con una persona o no es: “Aquel que complace a los demás, el Creador se complace con él. Y si los demás no se complacen con él, el Creador tampoco” (Mishná, Avot 3:10). ¿Quieres que el Creador esté contento contigo? Entonces asegúrate de ser amable con los demás.
¿Te gustaría conectarte con el Creador? Entonces alegra a Sus hijos y ámalos. De esa manera, Él estará encantado cuando hables con Él, porque cuando los demás se complacen en ti, Él también se complace. Y viceversa
Todos debemos aspirar a que los demás se sientan cómodos y felices con la forma en que los tratamos, y entonces ellos nos amarán y nos bendecirán. Asegúrate de que nadie te guarde rencor y nadie te maldiga, Dios no lo permita. Esfuérzate por ceder ante los demás, aunque no sea fácil. De esa manera, el Creador estará contento contigo y eso es lo que te traerá la más grande bendición en la vida.
7/26/2018
Gracias es un bálsamo para nuestras almas
7/26/2018
gracias
Gracias es un bálsamo para nuestras almas
7/26/2018
SHALOM