Tu regla de oro

Dado que la plegaria es la única vasija que tienes para ganar la lucha contra la mala inclinación, es imprescindible que reserves un tiempo cada día para rezar. No hay otra forma de hacerlo. Ya hemos aprendido que, sin plegaria, no podemos ganar esta batalla. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Esperar a que nos ataquen? ¡No!

Tenemos que anteceder el remedio a la enfermedad. Tenemos que matar al enemigo antes de que él nos mate a nosotros. La Guemará dice que la mala inclinación se renueva cada día. Por eso, para poder derrotarla, tenemos que rezar todos los días. Tenemos que reservar un tiempo cada día para nosotros mismos, para obtener más y más asistencia Divina.

La conclusión es simple: cada persona quiere avanzar en la vida. Esta es la fórmula para triunfar. Tómala muy en serio y tendrás el éxito garantizado.

Ok, es verdad, todavía tenemos que explicar el lado práctico de las cosas. Pero podemos decir que el aspecto práctico es muy simple. Lo fundamental es que estés dispuesto a comprometerte firmemente a triunfar: “¡No me voy a dar por vencido! ¡Hashem me va a ayudar! ¡Voy a reservar todos los días un tiempo fijo para hablar con Hashem, no importa lo que pase!”.

Separar una hora para rezar cada día no es algo tan difícil. Es algo que está al alcance de cada persona ¡y el beneficio es enorme!

Pero para poder hacer esto, hay que hacer lo que dijimos antes: no vas a poder rezar mientras te persigas y pienses que eres mala persona y estés triste. Y debes poner toda tu energía en la plegaria en el aspecto de tu vida que haga falta y no derrochar energía buscando otras soluciones. En lugar de eso, concentra toda tu energía en rezar cada día – que esa sea tu regla de hierro.

Quien siga estos consejos y se comprometa a hacer plegaria todos los días, sin importar las circunstancias, tiene garantizado que logrará efectuar grandes mejoras en su vida y alcanzar el objetivo para el cual vino al mundo, además de vivir una vida plena y feliz, sin preocupaciones y sin ansiedad.

¿No les parece que vale la pena?