Querido fracaso

He estado pensando en escribirte desde hace ya un tiempo porque tengo varias cosas que decirte.

Querido fracaso, has sido mi compañero en forma intermitente durante la mayor parte de mi vida y me atrevo a decir la vida de muchos de mis hermanos y hermanas en Klal Israel. Debo admitir que eres muy eficiente en tu función y no tengo dudas de que tu jefe, el Instinto del Mal, debe estar muy satisfecho con tu desempeño en los últimos 2.000 años. Sin embargo, ha llegado el momento de separarnos.

No te ofendas, pero voy a describir algunas de las razones por las cuales nuestra relación sí o sí debe terminar.

Mi querido compañero, has sido muy despiadado. Nos dijiste una y otra vez que le hemos fallado a Hashem, que, Dios no lo permita, HaShem dejó de amarnos, y que otros habían tomado nuestro lugar. Y te creímos. Sí, es cierto, nos hemos portado muy mal y dimos por sentado el amor de HaShem a nosotros y es verdad que nuestra arrogancia continúa haciéndonos pensar que podemos doblegar Su voluntad ante la nuestra. También nos hiciste olvidar nuestros éxitos, lo que le hemos dado a la humanidad a través de la Torá en los diferentes países en los que nos vimos forzados a residir temporariamente. E incluso cuando nos esforzamos tanto por complacer a HaShem, aun así logras hacernos creer que hemos fallado, que nuestra teshuvá no ha sido aceptada, que no tiene sentido tratar de servir a nuestro Creador porque de todos modos eso no servirá de nada. Y si bien, gracias a la intervención milagrosa de HaShem, muchos de nosotros ahora vivimos en Su palacio, en la Tierra Santa, en Eretz Israel, muchos de nosotros viviendo de acuerdo con la Torá y otros no [todavía], a pesar de esto, tú continúas haciéndonos olvidar de nuestro verdadero propósito al vivir aquí. Tu jefe te ha proporcionado muchas estrategias y las utilizaste para tu propia ventaja. Nuestros enemigos lo saben y se aprovechan de nuestras debilidades espirituales. Querido fracaso, nos dejaste muy enfermos.

Pero, mi querido Fracaso, tengo malas noticias para ti. Escuché un rumor, que posteriormente fue confirmado por la Torá misma, la fuente de la Verdad última en el mundo, acerca de que (no sé cómo decírtelo) muy pronto te van a dar de baja! Y no sólo eso, sino que, incluso peor, tu querido jefe, el Sr. Yetzer Har, va a ser "masacrado"! Sí, yo tampoco lo podía creer. Y sabes qué? ¿Quién estará detrás de este dramático acontecimiento? ¡El mismísimo Hashem! Resulta que HaShem es en realidad el Jefe de tu jefe. Parece que tu jefe en realidad no es más que un palo en la mano de HaShem, para hacer que volvamos a Él, porque Él nos ama, a pesar de todo.

Así que quiero darte un consejo. Dado que el señor Yetzer Hara va a ser asesinado, es muy improbable, querido fracaso, que te paguen indemnización. Teniendo esto en cuenta, antes de que sea demasiado tarde, creo que sería buena idea que pienses en un cambio de carrera. Escuché que el Jefe del Yetzer Hara, el propio HaShem, es también Jefe de otra empresa cuya perspectiva es bastante diferente a la tuya. Me refiero al Yetzer Tov, el Instinto del Bien, que es una empresa que está en pleno auge. Y para que vayas entrando en tema, te sugiero que leas estos dos libros: En el Jardín de la Fe y Las Puertas de la Gratitud del Rabino Shalom Arush: Muchos de los hijos de HaShem ya han comenzado a aprender lo que es la emunáemuna y muchos más están en camino, así que, querido Fracaso, apúrate, porque no te conviene quedarte atrás.

Llegó el momento de decirte adiós, deseándote mucho éxito en el futuro!

Yael