El Midrash Dice – Vaiélej

El día de la muerte de Moshé una Voz Celestial se reveló ante él, "Moshé tienes solamente un día más de vida"...

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Grupo Tora

Posteado en 06.04.21

Moshé consuela a los judíos respecto de su muerte inminente

El día de la muerte de Moshé una Voz Celestial se reveló ante él, "Moshé tienes solamente un día más de vida". En ese momento Moshé caminó del Campamento Levita (donde estaba ubicada su tienda) al Campamento Israelita, a fin de despedirse de los judíos y reconfortarlos respecto de su muerte inminente.Moshé era tan humilde que consideraba que era su obligación personal despedirse del pueblo en ese momento.Las palabras de consuelo de Moshé fueron: "Soy un hombre viejo, de ciento veinte años. No se me permite enseñarles más Torá, HaShem ha cerrado la fuente de sabiduría ante mí."Di-s no me permite cruzar el Jordán, pero no se desalienten. Su Shejiná (Divinidad) pasará delante de ustedes y Iehoshua será vuestro líder"."Di-s destruirá las naciones de Eretz Canaan, así como destruyó los reinos de Sijón y Og. Los dejo porque soy humano y mis días son limitados. Pero Di-s no los abandonará mientras lo sirvan a El y le sean leales".
 
Moshé llamó a Iehoshua y lo honró en presencia de todos los judíos. Lo atavió con vestimentas reales, lo sentó en su propia silla y colocó una corona sobre su cabeza – todo eso para que los judíos lo aceptaran como su nuevo líder. Moshé alentó a Iehoshua, "Fortalece tus conocimientos de Torá y mitzvot (mandamientos). Vivirás hasta conquistar la Tierra y dividirla entre las tribus". "Di-s estará contigo; no temas ni tiembles".
 
Hakhel/La asamblea nacional se reune una vez cada siete años para escuchar al rey leer la Torá
 
Moshé explicó a los judíos una mitzvá que debía ser cumplida por el rey y toda la nación cada siete años:
Cuando los judíos se congregaban en Ierushalaim para el festival de Sucot (cabañas), en el año posterior a un año de shemitá, debían acercarse al comienzo de Jol Hamoed (los días intermedios de la festividad) para escuchar al rey leer y explicar la Torá. Todos debían asistir – hombres, mujeres y niños. La asamblea era anunciada mediante trompetazos.
Se construía una plataforma alta de madera en el ezrat nashim (patio de mujeres) del Beit Hamikdash (Sagrado templo de Jerusalem) donde se sienta el rey.
Recibía un Sefer Torá mientras estaba parado y recitaba la bendición sobre la Torá. Luego se podía sentar para leerla. Debía leer un número de párrafos del Libro Devarim, incluyendo el Shemá (5:4-8) y las maldiciones y bendiciones en parsha Ki Tavó.Después de concluir la bendición sobre la Torá, recitaba siete bendiciones especiales.Hasta los más grandes Sabios debían escuchar la lectura de la Torá atentamente y con reverencia. El rey actuaba como el delegado de Di-s y así cada judío debía esforzarse en experimentar la lectura como si emanara de Har Sinai.
 
El objetivo de la mitzvá es fortalecer al pueblo judío en el cumplimiento de la Torá y la reverencia a Di-s.
 
La mitzvá de hakhel fue cumplida por todos los reyes justos.
 
Moshé advierte a los judíos que deben reconocer la justicia de Di-s si en el futuro son castigados por practicar la idolatría
 
HaShem advirtió a Moshé, "Mientras que tu cuerpo descansará con tus antepasados, tu espíritu será guardado bajo mi kisé hakavod (el trono Divino de la Gloria) con tus antepasados. "Después de tu muerte los malvados del pueblo no cumplirán con mi pacto y practicarán la idolatría".
HaShem presagió los eventos durante la era del primer Beit Hamikdash (Sagrado Templo de Jerusalem), cuando los reyes malvados inducían a los judíos a practicar la idolatría. "Mi furia se encenderá ese día y les ocultaré Mi rostro y los dejaré sufrir". Al mismo tiempo, HaShem habló como un padre que ama a su hijo. Cuando no puede soportar el sufrimiento de su hijo, oculta su rostro para no verlo. "Entonces reconocerán, `Fue porque la Shejiná se apartó de nosotros (por nuestros pecados) que acaeció este mal`.
"Este pensamiento fugaz de teshuvá no Me obligará a redimirlos. Ocultaré Mi rostro aun más, como si no notara su sufrimiento y esperaré a su arrepentimiento total antes de liberarlos de sus aflicciones".
"Experimentarán las destrucciones de sus Batei Mikdash y soportarán el exilio".
 
Los Sabios nos enseñan, "No hubo un momento más oscuro en la historia que cuando el Todopoderoso presagió ante Moshé, Y Yo, seguramente habré de ocultar Mi Rostro -en aquel día`"(Devarim 25:18).
 
"Ahora escribe la canción Haazinu (Devarim 32:1-43). Tú y Iehoshúa la explicarán y le enseñarán al pueblo a recitarla. Presagia su castigo si Me abandonan. Cuando sufran más adelante en el exilio, que no adjudiquen su destino a una mera coincidencia, sino a que fui fidedigno al juzgarlos". "Si vuelven a Mí y reclaman, les responderé. Así se darán cuenta que siempre los acompañé en su aflicción".
 
Una mujer estaba por dar a luz y comenzó a gritar de dolor. Su madre, quien vivía arriba suyo, escuchó los gritos horrendos y también clamó.
"¿Qué ocurre?", preguntó el vecino. "¿Acaso ambas estan por dar a luz?"
La respuesta de la madre fue, "¿Acaso el dolor de mi hija no es mío también?".
 
En forma similar, cuando fue destruido el Beit Hamikdash, Di-s también estuvo de duelo en el Cielo. El, también sufre con nosotros en el exilio, como dice, "Estoy con él en la aflicción" (Tehilim 91:15).
 
Di-s prometió, "La canción de Haazinu y toda la Torá nunca serán olvidadas por el pueblo judío a lo largo de la historia". "Cuando los judíos pequen en el futuro, leerán la canción de Haazinu y reconocerán que fueron advertidos de no transgredir la Torá. Yo cuidé Mi parte del pacto, mientras que ellos fallaron".
 
Moshé obedeció el mandamiento de Di-s. Escribió la canción Haazinu y la agregó al resto de la Torá. Luego congregó a los ancianos y al pueblo y se la explicó.
En ese día, el día de la muerte de Moshé, no los congregó con sonidos de trompetas, como era habitual. Moshé ordenó enterrar sus trompetas de plata. Nadie las volvería a utilizar. Moshé tampoco consideró que debían ser utilizadas en el día de su muerte, pues los reyes son los que congregan a sus súbditos con sones de trompetas y "No hay reinado el día de la muerte" (Kohelet 8:8). Cuando llega el día de la muerte, el rey y el pueblo son iguales; los poderes reales no pueden salvar a un rey de la muerte.
 
La mitzvá de todo hombre judío de escribir un Sefer Torá para sí mismo
 
Es una mitzvá para todo hombre judío escribir su propio Sefer Torá. Es preferible que lo escriba por sí mismo, pero si no puede, debe contratar a un escriba calificado (sofer) para que lo escriba por él.
Hoy en día, compramos sefarim (libros de la Torá). Así cumplimos con el objetivo de la mitzvá (y, según gran parte de las autoridades halájicas, la mitzvá misma): que cada judío debe tener a mano un texto legible de la Torá del cual estudiar. También se acostumbra comprar una participación en un Sefer Torá de la comunidad a fin de participar de la mitzvá de escribir un Sefer Torá. Las últimas letras son completadas una vez que fueron `compradas` por los miembros de la congregación.
 
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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