El Regalo de la Hitbodedút

El Creador del Universo nos otorgó un gran regalo; un regalo tan magnífico que es realmente uno de los más grandes regalos que hemos recibido de Él…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

El Creador del Universo nos otorgó un gran regalo; un regalo tan magnífico que es realmente uno de los más grandes regalos que hemos recibido de Él…

 
El más grande regalo
 
Debemos saber que HaShem, el Creador del Universo, nos otorgó un gran regalo; un regalo magnífico y muy dulce, que es realmente uno de los más grandes regalos que hemos recibido de Él, Bendito Sea: la hora diaria de “Hitbodedút” – la Plegaria Personal en Aislamiento. Quien desea probar el dulzor sublime del paraíso en su vida y vivir una vida dulce y agradable, debe acostumbrarse a practicar una hora de “Aislamiento” cada día, como aprenderemos.
 
La plegaria es la redención personal de cada uno. El hombre que logra aprender el arte de la plegaria – y especialmente de la “Hitbodedút” se libera de todo tipo de exilio y es redimido. Con el fin de comprender este tema, meditaremos sobre una pequeña parte del famoso relato de nuestro gran Rebe, el Rabi Najman de Breslev, titulado “El Maestro de la Plegaria” (aconsejamos firmemente leerlo en su totalidad, ya que no podemos detenernos y leer todo el cuento):
 
El Maestro de la Plegaria acercaba a las personas al servicio al Creador, les enseñaba a ocuparse sólo de rezos, canciones y alabanzas a HaShem. Solía entrar en una ciudad, dirigiéndose cada vez a otra persona, hablándole sobre el verdadero sentido de la vida, y explicándole que no existía ninguna finalidad en este mundo sino servir al Creador. Luego, al que se estimulaba con sus palabras le llevaba a su lugar especial, lejos de la civilización.
 
En su relato, Rabi Najman cuenta de cómo un muy fuerte viento había dispersado a toda la humanidad. Luego, la gente se había reunido en distintos grupos buscando el objetivo de la vida. Pero cada grupo cometió un error distinto: un grupo escogió los honores como meta, otro el arte de hablar, el tercero el asesinato, el cuarto la lujuria, y otro el dinero – que es el peor de los errores. Cada uno de los grupos se extravió más y más según su errónea decisión, excepto al grupo que eligió a la plegaria como su meta y objetivo.
 
El rey, junto con sus santos y puros ministros y servidores, también se dispersó con el gran viento. También el Maestro de la Plegaria era uno de los hombres del rey. A tiempo, esencialmente gracias al esfuerzo del Maestro de la Plegaria, los hombres del rey se reunieron. Una vez que estuvieron todos juntos, decidieron que lo primero que había que hacer, era purificar el mundo de todas las ideologías equivocadas y malos apetitos a los cuales la gente había sucumbido. Y, aunque todos los hombres del rey eran santos y puros de corazón, delegaron la misión al Maestro de la Plegaria. Él fue el emisario a los países de los distintos grupos, con el fin de corregirlos, purificarlos y hacerlos retornar, a cada uno, de su propia estupidez y error, ya que el mundo entero se había extraviado completamente.
 
Esta historia nos enseña cuál es el fundamento más grande de la vida: ¡solamente la plegaria puede salvar al mundo entero, y a cada uno en particular! En realidad, ¡la redención es la plegaria! ¡Como vemos en la historia, que sólo el Maestro de la Plegaria tenía el poder de purificar el mundo entero de las distintas locuras y falsas ideologías.
 
La pregunta es: ¿Por qué el Maestro de la Plegaria es el único que puede corregir el mundo? ¿Qué poseía más que los otros justos, los santos y puros ministros del rey? La respuesta es simple: El Maestro de la Plegaria estaba completamente sumergido en el rezo; él era capaz de enseñarles a todos cómo se debe rezar para lograr la purificación.
 
¡La redención es la plegaria! El Maestro de la Plegaria purificó el mundo enseñando a la gente cómo rezar. Y este será también el caso cuando, pronto y en nuestros días, llegue el Mashíaj (Mesías) y rectifique el mundo por medio de la enseñanza de cómo rezar. ¿Y por qué? Porque, así como está mencionado repetidas veces en los escritos de nuestros Sabios, la tarea principal del Mesíases llevar al mundo a la perfección de la fe, y esto se logra a través de la perfección de la plegaria. Tal como declaró Rabi Najman, que cuando llegue el Mashíaj entonces, así como hoy cada uno se coloca los Tefilín todos los días, cada uno practicará una hora diaria de Hitbodedút.
 
Y así está informado en los escritos cabalísticos, que la rectificación espiritual de los primeros dos mil años de la Creación consistió en la corrección de las Midót, los Atributos, y en el establecimiento de la humanidad. Los segundos dos mil años, consistieron en el estudio de la Torá, y los dos últimos milenios – de los cuales nuestra generación forma parte – consiste en la corrección de la plegaria.
 
Aprender a hablar
 
En hebreo, la palabra Mashíaj (Mesías)se deletrea igual a la palabra hebrea “Mesíaj”, que significa “el que habla o conversa”, y en verdad, esto mismo será la preocupación esencial del Mesías, enseñarle a la gente cómo hablar con HaShem para retornar a Él sinceramente. Él le dirá a cada uno: “¡Ve y habla con el Creador del Universo! Pídele que se compadezca de ti, que te libre del mal que albergas, de todas las tonterías de este mundo, y que te ayude a arrepentirte y retornar a Él. Porque el hombre posee una Mala Inclinación y debe pedirle mucho al Creador que lo salve de su prepotencia y que le ayude a sobreponerse a ella, ya que nuestros Sabios nos enseñaron que una persona no peca a menos que un espíritu de locura penetre en su cerebro.
 
El Maestro de la Plegaria, aunque fue el único que podía purificar el mundo entero, rezando sin cesar por toda la Creación, enseñó a sus discípulos cómo rezar y además fue él mismo a cada país para enseñarle a cada uno de sus habitantes cómo rezar, porque eso es lo esencial. En efecto, la finalidad del hombre no es quedarse como un “maniquí” y esperar a ser redimido gracias a las oraciones de los Justos ni del Mashíaj. La finalidad de cada uno es que conozca a HaShem y se conecte a Él por sí mismo, que es posible sólo si él mismo reza, le habla a HaShem, se arrepiente y retorna a Él.
 
Para concluir, al enseñar al mundo entero cómo rezar, el Maestro de la Plegaria realmente apresura la corrección del mundo, que es la Redención. Así también a nivel individual, por medio de la plegaria el hombre puede destruir su mal, eliminar sus tonterías, purificarse de toda “suciedad” espiritual, y retornar completamente a HaShem. En otras palabras, el hombre logra su redención personal o, como ya lo hemos dicho – ¡La redención es la plegaria!
 
Que HaShem nos ayude a apreciar este gran regalo de la Hitbodedút, a abrir nuestros labios, y a acercarnos a Él, ¡Amén!

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1. Parece que después de tantos años de espera

7/07/2022

del Mesías….logremos en familia conformar
una fuerza que nos lleva a conocer la fuerza de la plegaria…..Gracias……

2. Raùl Ermoli

12/25/2013

La lectura de este artículo posibilita una nueva manera de encarar la vida. Es para reflexionar profundamente sobre este mensaje.

3. Raùl Ermoli

12/25/2013

Es para reflexionar profundamente sobre este mensaje.

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