El Desafío de la Emuná

La vez pasada, llegamos al punto en que una guerra de creencias vs no creencias se estaba desarrollando en la

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 05.04.21

Descubriendo la Emuná –
 
La historia de vida del Rabino Shalom Arush, Parte 3:
  

La vez pasada, llegamos al punto en que una guerra de creencias vs no creencias se estaba desarrollando en la mente del Rab Arush – en aquel entonces un laico estudiante de la Universidad de Tel Aviv. Él simplemente no podía continuar así….
 

  

Una cosa era más evidente cada vez para mí – que mi vida no dependía de mí. Pero si yo no controlo las cosas, entonces, ¿quién lo hace? Le di a Di-s una serie de desafíos directos, algo que en retrospectiva parece una insolencia de mi parte. Pero lo hice con el deseo puro e inocente de conocer la verdad.
 
Yo decía, "Creador del Universo, quiero creer en Ti, pero no puedo verte en sentido corporal. Por favor, muéstrame que realmente eres el Dueño del Mundo. Muéstrame lo que puedes hacer. Si realmente tienes todo bajo Tu control, entonces eso significa que también controlas la mente de mi hermano David. Por favor, infunde en la mente de mi hermano el deseo de verme en este momento, lo antes posible"…
 
Mi hermano David era un militar de carrera en el ejército, y estaba sirviendo en una base lejana. En los últimos años, se había alejado de la familia. Yo no lo había visto en mucho tiempo y lo extrañaba mucho. No sabía que mi petición había empezado a girar las ruedas Celestiales.
 
Solamente pasaron sesenta minutos cuando alguien golpeó a la puerta de mi dormitorio. La abrí y… ¡David estaba allí! Actué como si no estuviera sorprendido, pero era obvio que estaba asustado. Nos abrazamos y David me dijo: "Hola, querido hermano… Me acaba de ocurrir algo muy extraño. De repente me dieron un permiso del ejército y quise volver a casa, pero tuve un deseo irresistible de verte. Sentí como si el coche tuviera alas – pues todos los semáforos estaban verdes y casi no había tránsito en todo el camino". David se quedó un rato y se fue.
 
Quería darle las gracias a Di-s por Su señal incuestionable, por Su aceptación de mi reto, y por cumplir mi petición con tanta rapidez.
 
Y de pronto, comenzaron las dudas. Lo podríamos llamar un "Comité de Dudas" en mi cabeza. Más adelante, aprendí que este no era más que el "Yétzer HaRá" – la Mala Inclinación- que trata de arruinar nuestra paz interior y nuestra felicidad que se obtienen mediante la Emuná y nuestra relación personal con el Creador. Y así fue el procedimiento:
 
Yo: ¡Guau!, Di-s realmente me dio lo que Le pedí.       

Mala Inclinación: Vamos, Shalom, no seas tonto. ¡David ya estaba en camino a tu casa por su propia cuenta!
 
Yo: ¡Eso no es cierto! La Universidad de Tel Aviv está fuera de su camino. Tuvo que conducir hacia el oeste desde su base para llegar hasta aquí, ¡y él vive al sur de la base! Y además, ¿cómo es que de pronto le dieron el permiso? ¿Y cómo hizo para llegar tan rápido a pesar de que era en la hora de más tránsito?
 
Mala Inclinación: ¡Ja ja – gran cosa! – ¡Estas coincidencias ocurren todo el tiempo…!
 
Yo: ¡¿Crees que soy tan tonto como para creer que mi hermano – a quien no he visto en diez meses – de repente recibe permiso de su base en la frontera con Jordania y llega a mi puerta unos sesenta minutos después de que Le pedí al Creador que me diera una señal?! ¡¡Las posibilidades no son ni siquiera una en mil millones!!
 
Mala Inclinación: Vuelve al mundo de la realidad, Shalom. Sé racional…
 
Fui mucho más racional que las dudas. Las despedí, pero todavía no estaba satisfecho.
 

 
Exámenes Finales
 
El día de la visita inesperada de mi hermano se produjo sólo dos días antes de los exámenes finales. En la Universidad de Tel Aviv, el curso de Economía es conocido como "El Herbicida", ya que elimina a los estudiantes más débiles. Cualquier estudiante de primer año de finanzas o contabilidad no puede continuar su segundo año sin una buena calificación en Economía. Históricamente, 40% de la clase de primer año no pasan este curso.
 
Necesitaba un descanso de mis estudios, así que hice un paseo por un lugar tranquilo, un camino rodeado de árboles, retando al Creador una vez más.         
 
"Di-s, si realmente existes y manejas el mundo, entonces Tú sabes cuáles son las preguntas que estarán en el examen final de Economía. Me quedan 48 horas para prepararme para el examen, pero para poder revisar todo el material del curso necesito mucho más tiempo. Ayúdame a que repase precisamente el material que va a aparecer en el examen. Ayúdame a sacar una buena calificación". Una vez más, mi petición era un deseo inocente de conocer la verdad en lugar de una prueba fastidiosa para Di-s.        
 
Probablemente se imaginarán lo que pasó.

 
Las preguntas del examen final fueron exactamente las que había estudiado. Sabía las respuestas perfectamente. De acuerdo con la tradición, más de un tercio de la clase de primer año en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales no aprobó el examen. Recibí un 98, y me encontré en camino a la parte superior de la Lista del Decano.
 
Una vez más, el Creador me dio lo que Le pedí. Una vez más, me había mostrado que Él escucha mis oraciones hasta en el más mínimo detalle. Me estaba dando a conocer que Él estaba allí para mí – las 24 horas del día. No necesitaba un guía ni un intermediario ni ninguna casa de oración y ni siquiera un libro de plegarias escritas. Todo lo que necesitaba era abrir la boca y hablar con Él en mi propio idioma, incluso en mi propio estilo de hablar.
 
Y una vez más, el "Comité de Dudas" volvió a mi cabeza:    
 
Mala Inclinación: Vamos, Shalom – ¿Qué es esto de “hablarle a Di-s”? Lo que ocurrió fue que te esforzaste mucho para ese examen y simplemente entendiste cuál sería el material relevante, y te preparaste en forma acorde. ¡ eres el que merece el crédito!

 
Yo: ¿Ah sí? ¿Y qué pasó con todos los otros exámenes finales, como en Cálculo, que fue mucho más fácil para mí que Economía? Yo conocía mejor la materia, el examen final fue mucho más fácil, y sin embargo – ¡sólo saque 92! ¡No me puedes engañar!
 
Mala Inclinación: Veo que sigues siendo primitivo…
 
A lo mejor suena raro, pero la Mala Inclinación consiguió poner las suficientes dudas en mi cabeza para hacerme probar a Di-s por tercera vez. Mirando hacia atrás, es impresionante la increíble paciencia del Creador.
 
Mi deseo inquebrantable de conocer la verdad y de estar completamente seguro de ella, me llevó a seguir hablándole a Di-s. Probé también a mi Mala Inclinación y busque una justificación para el ciclo de vida y muerte fuera del contexto de Di-s y de la Emuná, la pura fe. No encontré nada, no hay razón sustancial para sacrificarme tanto para lograr cosas cuando al final me descompondré en la tumba. La Mala Inclinación hizo todo para mantenerme alejado de Di-s, pero no tenía respuestas propias.
 
Entonces me di cuenta. ¿De qué sirve una victoria de fútbol de 100 a 0 si no hubo un oponente en el campo? ¿Por qué Di-s envía nuestras almas a este mundo material? ¡¡Todo es una prueba!! ¡Realmente puedo encontrar a Di-s y descubrir la Emuná a pesar de la fuerte oposición! ¡Súbitamente me di cuenta de que la pesada oposición espiritual de las dudas y los convenios sociales son exactamente lo que hace que la Emuná valga la pena! ¡Cuanto más difícil es el oponente, más gloriosa es la victoria! Una vez que destruimos a esa "serpiente" – la Mala Inclinación – de nuestras cabezas, que hace todo lo posible para mantenernos alejados del Creador, somos libres de caminar por el Jardín de la Fe con Di-s a nuestro lado. Eso es el Paraíso mismo.
 
Pero mi "serpiente" no estaba muerta aún…
 
Continuará…
  
 

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