Aférrate al Comandante – Vaetjanán

Aquellos soldados inexpertos y listillos que creen saber más que su Comandante están en grave peligro, pues el enemigo siempre está esperando en una emboscada...

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 08.08.22

“Pero tú que te aferras a Hashem, tu Dios, ¡hoy estás vivo!” (Deuteronomio 4:4).

Para el pueblo judío, la guerra es algo con lo que debemos convivir, como nos recuerda nuestra realidad cada tanto… Nuestros enemigos son crueles y siempre están dispuestos a derramar sangre judía. Muchos de nuestros niños aquí en el sur de Israel nunca han conocido una infancia libre de misiles. Nosotros, sus padres y abuelos, hemos luchado y vivido más guerras y tiempos de turbulencia de los que podemos contar. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, la guerra física no es tan peligrosa como la guerra espiritual. Las víctimas de la guerra espiritual no están en las salas de urgencias de los hospitales o en los hospitales militares de rehabilitación, sino que son prisioneros de guerra en un mundo cínico que intenta decirles que nuestra santa fe es arcaica o irrelevante, Dios no lo permita.

La Torá nos da un único y sencillo consejo que es vital para sobrevivir a ambas guerras, la física y la espiritual. Hay una manera de evitar las heridas y las emboscadas. Hay una manera de salir victorioso. Hay una manera de salvar vidas y almas, en este mundo y en el Venidero. ¡Aferrarse al Comandante! Las 613 mitzvot en español se conocen como “preceptos o mandamientos”, como en los “Diez Mandamientos”, que también leemos en la parashá de la Torá de esta semana. Al igual que en el ejército, dondequiera que tengamos mandamientos, tenemos un comandante que los emite. En el caso de los mandamientos de la Torá, Hashem es nuestro Comandante. La Torá promete que los que se aferran a Hashem están vivos hoy. No sufrirán ningún daño.

No siempre entendemos los mandamientos del Comandante, ni comprendemos la lógica subyacente a esos mandamientos, porque la sabiduría del Comandante es Divina e infinita, mientras que la nuestra es humana y finita. Hashem es como el general que está en la montaña y ve el campo de batalla en su totalidad; por el contrario, el soldado de a pie que está en el valle no tiene la visión completa y no está en posición de criticar al general, aunque las órdenes no parezcan lógicas. Si empieza a tomar sus propias decisiones, puede pagar el error con su vida misma. La siguiente parábola nos ayudará a entender por qué es tan importante aferrarse al Comandante -Hashem- y no apartarse de Sus sagrados mandamientos:

Hashem es el comandante experimentado que sabe lo que es mejor para nosotros. Hay muchas personas que piensan que saben mejor que el Comandante, por lo que se desvían del camino. Pero todos vemos con nuestros propios ojos cómo dichas personas no tienen éxito. Sin embargo, cuando nos aferramos al Comandante, nunca nos perdemos, y navegamos con seguridad a través de las luchas de este mundo hasta que alcanzamos la dicha eterna del Mundo Venidero. 

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1. Renata Catalina Acuña

8/08/2022

Exacto!!! Usted Rabino Lazer ha dado en el punto correcto, la vida que vivimos no es producto de lo natural o tangible es producto de lo que no se ve. Cada día libramos batallas imperceptibles al ojo humano pero completamente reales en el mundos espiritual por eso es que las armas que se nos dan son la oración la alabanza el ayuno la enuma y algunas cosas mas y cualquiera que nos ve haciendo eso en tiempo de turbulencia dice que estamos “locos” pero no entienden que la guerra no es con armas naturales sino con su Santo Espíritu. Que Dios Libre al pueblo de Israel natural y al Israel espiritual de los impíos, de los malvados, de los perversos, violentos y soberbios. Hashem Bendiga Siempre a Usted , Rabino Arush, Rabino Galed, Rabino Cohen, Rabino Mittan y Rabino Artz y a todo el equipo breslev que hace posible esta pagina y las transmisiones por internet en diferentes idiomas.

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