Discriminación Divina 

Las únicas criaturas que lo aceptan todo son los cerdos, y se los considera las criaturas más impías.

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David Ben Horin

Posteado en 28.08.22

Las personas refinadas discriminan entre el bien y el mal.

Las únicas criaturas que lo aceptan todo son los cerdos, y se los considera las criaturas más impías.

En lugar de premiar el trabajo duro y promover a los que tienen una ética honesta que hace lo que es necesario en vez de hacer lo que les cae bien, discriminamos la diligencia premiando a la gente por el color de su piel.

La sociedad nos dice ahora que seamos como el cerdo: que aceptemos a todo el mundo independientemente de lo que haga en la vida.

En lugar de incentivar a las personas para que perpetúen la raza humana, favoreciendo a las familias con hijos, mostramos una preferencia por las uniones que destruirán en una sola generación la sociedad que hemos ido construyendo durante miles de años.

En lugar de recompensar a la gente que sigue la ley, vive honestamente y trabaja duro, dejamos que cualquiera asalte, robe y no haga nada con el precioso tiempo que Dios le da y, como el cerdo, exige que lo incluyamos como ciudadano respetado.

Hashem nos bendice con reglas que hacen que ciertas cosas estén prohibidas de ingerir. El cerdo encabeza la lista.

La primera advertencia

Como dijo nuestro rey David en las dos primeras líneas del Salmo 1, debemos distinguir siendo exigentes:

Alabado es el hombre que no siguió el consejo de los malvados, ni se puso en el camino de los pecadores ni se sentó en compañía de los despreciadores, sino que su anhelo es en el Eterno y en Su ley medita día y noche (Salmos 1:1-2).

El hombre que Hashem bendice discrimina entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal, y entre los santos que siguen los mandamientos y los impíos que se burlan de ellos.

Sepárate de los que hablan sin parar de Joe Biden, Taylor Swift y Meghan Markle. Rodéate de gente que quiera hablar de la Torá en cada situación.

No escuches a las cabezas parlantes, pagadas por los medios de comunicación, que te dicen que aceptes a todo el mundo.

Escucha a Hashem.

Hashem, el Juez de la humanidad, no acepta a la gente con el amor progresivo de un estudio de Hollywood:

El hombre justo será como un árbol plantado junto a riachuelos de agua, que da su fruto a su tiempo, y sus hojas no se marchitan; y todo lo que hace prospera. No así los malvados, que son como la paja que el viento se lleva (Salmos 1:3-4)

Dios distingue entre el bien y el mal.

La verdadera justicia es aquella en la que la persona que da caridad es recompensada por su comunidad local, mientras que el ladrón pasa un año entero tras rejas.

Este solía ser nuestro mundo. Todavía lo es.

Que los bondadosos sean despreciados y los crueles sean reivindicados por el hombre, no significa que lo sean por Dios. Incluso si vemos que el mal es recompensado y el bien es castigado en este mundo -lo que a menudo no sucede- en el Otro Mundo la verdad emerge con toda su fuerza.

Hashem les da a los buenos su recompensa en un lugar donde cada experiencia, sentimiento y sensación se amplifica un millón de veces. Cuando llegue el momento, volverán a la tierra en los días de Mashíaj para vivir junto a Moshé, Aarón, el Rey David, Rabí Najmán y los grandes Sabios de todos los tiempos.

El aviso final

American Idol y Shark Tank pueden ser juicios divertidos en este mundo, pero el Juicio Final lo lleva a cabo Hashem. Él no juzga quién obtiene una ronda de financiación o la oportunidad de conseguir un contrato discográfico.

Él determina tu eternidad. Él determina tu salud, tus finanzas, tus hijos y tu futuro. Él decide, en un juicio justo, si te sentarás o no en la cima del mundo y si vivirás o serás devuelto a la vida cuando llegue Su Salvación.

¿Quiénes lo lograrán? ¿Los líderes del movimiento LGBTQ+ que le dicen a la gente que, si tiene deseos, que los complazca en lugar de luchar por la buena causa? ¿Los que les dicen que el bien está mal y el mal está bien? ¿Los que nos impiden construir nuestra Tierra? ¿Los que roban, mienten, engañan y matan?

El rey David lo resume:

Los impíos no se levantarán en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque el Eterno conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos perecerá (Salmos 1:5-6)

Se nos discrimina por lo que hacemos, no por nuestro aspecto. Ninguno de nosotros puede esconderse detrás de la ideología, los amigos o la influencia.

Y no hay nada que Mark Zuckerberg, Yair Lapid, Avigdor Lieberman, Adam Schiff, Joe Biden o Whoopi Goldberg puedan hacer al respecto.

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1. Nestor

9/05/2022

¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!
Hashem te bendiga david Ben Horim, yo no soy trigo limpio, pero…….. Lo que es blanco es blanco y lo que es negro siga siendo negro por los siglos de los siglos y si asi no fuera esta vida, tampoco para mi tendria sentido.

2. Cristian Martin

8/29/2022

Rav : Nos han mentido por generaciones pero Su Palabra , una tras otra , dia tras dia , año tras año nos ha sido por alimento y mas perdurable que el pan .Gracias El Eterno Bendito sea Su Nombre con su palabra lo guarde .

3. Miriam de Costa Rica

8/29/2022

Shalom. Que buen mensaje en este tiempo en que la gente confunde lo que es indebido con lo que es debido. Ahora mismo estoy en una prueba de emuná en el campo financiero y no encuentro salida pero sé que si conservo la emuná se hará lo que es mejor para mí. Cómo hago para saber lo que el Eterno quiere que yo haga?

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