Nuestro pan diario

¿Te pasó que viste una película en la que aparecían ciertos actores y luego fuiste a un espectáculo de Broadway y viste a las mismas celebridades en persona?

Viviendo en el Valle de Jezreel, siento lo mismo por la Torá. Algunos días, me siento como si la estuviera viendo en una pantalla.

Eso hace que esos momentos en los que siento que estoy viendo a Dios en vivo sean aún más poderosos.

Cada año, al llegar enero, el trigo apenas empieza a crecer. Tiene el mismo aspecto, pequeños brotes verdes que sobresalen de la tierra.

En febrero, los tallos alcanzan la madurez. Son un poco más altos que mis rodillas. Todavía están verdes.

Es a finales de marzo y abril cuando maduran. Su aspecto se vuelve marrón dorado.

Se nos ordena dar la ofrenda del Omer el segundo día de Pesaj. Esta es una ofrenda de cebada. La cebada es una de las siete bendiciones de la Tierra de Israel, y madura en este momento.

Para asegurar que apenas esté lista para esta ofrenda especial, debemos añadir un mes adicional al calendario judío antes de Pésaj.

Una vez que damos la ofrenda, contamos 49 días hasta la siguiente ofrenda. Esa ofrenda es la ofrenda de trigo. La cebada y el trigo son los dos granos señalados entre las siete bendiciones específicas de la Tierra de Israel.

Es asombroso ver cómo Dios hace crecer Sus cosechas de modo tal que coincidan con las ofrendas que ordena a Sus hijos que hagan en Su Casa, en Su ciudad, en Su tierra.

Cada hombre, mujer, niño y animal, el quintillón de criaturas que habitan la tierra de Dios, dependen de la cebada y el trigo para sobrevivir.

Las espigas de trigo crecen de la manera en que lo hacen con el propósito de que el Pueblo Judío sirva a nuestro Rey en la Tierra que Él nos ordena. Desde el principio de los tiempos, los alimentos que todas las criaturas consumen a diario crecen de acuerdo con nuestro servicio en el Templo.

Estas ofrendas se han ofrecido a través del sacrificio físico y la plegaria sincera durante más de 3.335 años.

Esto responde a las preguntas: “¿Necesitamos vivir en Israel?”

y “¿Por qué no podemos ser cualquier otra nación?”

Dios creó las estaciones de la tierra para que giraran en torno a nuestra nación que Lo servía en el Templo Sagrado. 

¿Y por qué cebada y trigo?

¿Por qué la cebada y el trigo son una parte tan integral del servicio Divino?

La cebada se les da principalmente a los animales y el trigo se reserva para los humanos. Comenzamos el Omer con la cebada, como animales, y terminamos el proceso de crecimiento con Shavuot, la fiesta del trigo, donde nos convertimos en humanos.

Empezamos como esclavos, viviendo como animales guiados por correas, y terminamos como una nación libre.

Tenemos el regalo más grande: Elegir a Hashem y Su Torá mañana, día y noche.

Estamos entrando en los grandes días del asombro. Este es el momento en que todos somos trigo. Tenemos que refinar la paja y a través de un proceso de molienda, convertirnos en harina fina.

Que todos trabajemos en nosotros mismos y merezcamos un 5784 seguro, saludable, próspero y santo.

Amén.

¡Shana Tova!