Rogalaj israelíes

Esta es una de esas recetas sucias que ensucian toda la mesada, pero el resultado merece la pena.

Cuando hagas estas Rogalaj en casa una vez, cuesta creer que vuelvas a comprar Rogalaj en la panadería

Y el olor de la masa recién horneada en casa es igualito al de toda una pastelería de élite..

Y así es como se hacen

Ingredientes

Para la masa

50 gramos de levadura en cubitos

1 cucharadita de azúcar

3/4 de taza de agua tibia

1 kilo de harina normal

2 huevos

1 taza de azúcar

1 taza de leche hervida

1 + 1/2 paquetes de margarina (300 gramos)

Para rellenar:

Margarina, canela, cacao y azúcar.

  Preparación

Disolver la levadura + una cucharadita de azúcar + 3/4 de taza de agua tibia en un vaso alto.

Dejar fermentar.

Mezclar la harina, los huevos y una taza de azúcar en un bol

Hervir una taza de leche y derretir en ella la margarina

Añadir la leche y la margarina derretida a la pasta de harina

Añadir la levadura que subió en el vaso al bol, mezclar bien.

Dejar subir la masa en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.

Dar un golpe de caja a la masa para eliminar todo el aire, y amasar ligeramente.

Dividir la masa en 5 bolas, y trabajar cada vez con una bola mientras se tapan las demás.

Formar con cada bola una hoja redondeada muy fina.

Extender sobre ella una capa generosa de margarina blanda con la ayuda de una espátula

Espolvorear una capa de azúcar sobre el círculo,

Para Rogalaj con sabor a canela, espolvorear canela sobre el azúcar.

Para rogalaj con sabor a chocolate, espolvorear cacao en polvo sobre el azúcar.

Con un rodillo o un cuchillo, cortar el círculo en cuatro cuartos y cada cuarto en tres o cuatro triángulos.

Empezar a enrollar cada triángulo desde la parte exterior, ancha, hacia la parte interior, estrecha.

Acercar un poco los bordes de cada rollo, de modo que se forme una media luna, y colocarlas en un molde forrado con papel de hornear.

Hornear en un horno precalentado a 180º C, hasta que las Rogalaj se hayan dorado.

Guardar en una caja de Tupperware, si es que queda algo por guardar… 😉