El Rosh Hashaná de Eretz Israel

Ahora que el invierno está llegando a su fin en Eretz Israel, Hashem les hace un regalo maravilloso a Sus hijos. Tenemos un período de renacimiento en la primavera para recuperar el impulso perdido de nuestras resoluciones de Rosh Hashaná. No es casualidad que este renacimiento se produzca mientras leemos las parashiot de la Torá que describen el Mishkán (Tabernáculo).

Al leer las porciones de la Torá sobre el Mishkán, existe la tentación de “pasar por alto” las cosas con las que no podemos relacionarnos directamente.

Rosh Hashaná se parece mucho a ir al gimnasio. Cuando empiezas, estás entusiasmado y sigues el programa al pie de la letra, pero después de unos meses, pierdes el impulso y a menudo lo abandonas. Al pueblo judío, Hashem nos da varios momentos a lo largo del año para revivir, renovar y reanudar los objetivos personales que habíamos planeado alcanzar en un principio. 

Rosh Hashaná llega en un gran momento. El clima es perfecto. No hace calor como en agosto, ni frío como en noviembre. Es un gran momento para reflexionar sobre tu vida y prometerle a Hashem los cambios que harás para el próximo año. 

Y tal como ocurre con cualquier iniciativa nueva, hay una curva de entusiasmo. Al principio, es alta. Pero después de un tiempo, la novedad se convierte en rutina, pero los retos siguen siendo difíciles. Esto es lo que hace bajar la curva. Para algunos de nosotros, dejamos de hacer lo que Le prometimos a Hashem. 

 Esto sucede mucho en invierno. Tres meses después de Simjat Torá, ya hace frío. La luz del día es engullida por la oscuridad de la noche más que en cualquier otra época del año. Nos quedamos en la cama, tratando de mantener el mínimo de obligaciones personales. Los nuevos pasos que prometimos unos meses antes empiezan a congelarse con casi todo lo demás. 

Pasarán unos meses hasta que llegue Pesaj, cuando la primavera esté en pleno apogeo, y recibamos esa sacudida espiritual para recordar lo que queríamos hacer seis meses antes. En Israel, tenemos un “momento Pesaj” en pleno invierno. Una chispa en la oscuridad viene a reavivar nuestra llama. 

Elul de invierno

En Israel, si Hashem quiere, las primeras lluvias llegan unas semanas antes de Janucá. Después de las primeras lluvias, el polvo seco y gris de la tierra comienza a lucir algunos rastrojos verdes. 

Para Janucá, la tierra se transforma en un oasis de verde claro. Puede que el cielo esté dormido por la oscuridad, pero la tierra despierta de su letargo estival. 

Por todas partes surgen mares de exuberante hierba. Las flores empiezan a brotar. Primero llegan las rakefet violeta claro, luego las savionim amarillo brillante. Puede que haga frío y esté oscuro, pero la tierra empieza a bailar en tonos coloridos de brillante belleza.

Se está produciendo un renacimiento. Si te fijas bien, puedes sentirlo. A finales de enero, la ardiente Kalanit hace brillar su resplandor por toda la Tierra de Israel. Un simple paseo se convierte en pura inspiración. 

Tu Bishvat es el grito de guerra de la Tierra. Es cuando las flores danzan entre los bosques llenos de hierba de todo Israel. 

El renacimiento antes del renacimiento

Toda mi vida, las mejoras las hacía en otoño. Si me despertaba tarde en verano, en octubre dejaba de darle al botón de repetición. Si mi estudio de la Torá se debilitaba un poco, el impulso de Tishrei me volvía a encarrilar.

El invierno era cuando me estrellaba. Como todo lo demás, simplemente me quedaba dormido. 

Ahora que vivo en el valle de Jezreel, siento que la tierra vuelve a respirar. Ya no me levanto cuando caen las hojas. Es en pleno invierno cuando le digo al sol que se levante. Es en plena oscuridad cuando sigo la luz de mi teléfono hasta la cocina para tomar mi taza de café. 

Este es el regalo de Dios a Sus hijos. Un período extra de renovación para que no dejen que sus promesas de Rosh Hashaná se desmoronen. Es como la luna. Justo cuando el cielo está completamente oscuro, la luna comienza a resurgir de las profundidades. 

Los regalos de esta época del año, dados a los hijos de Hashem en Su Tierra, aseguran que nunca dejemos de empujar. . . y nunca lo haremos. 

Bonificación especial 

Acabo de descubrir algo asombroso. 

 Estas secciones actuales de la Torá tratan sobre la construcción del mishkán (Tabernáculo en el desierto), el atuendo del Kohen Gadol y los sacrificios. Hay muchas cosas, como el lino, los bueyes, y el lino torcido, donde entendemos las palabras pero no tenemos idea de lo que estas cosas realmente son. 

Al leer estas secciones de la Torá, tenemos la tentación de “hojear” las cosas con las que no podemos relacionarnos directamente. Cuando veas algo así, búscalo en Google. Ve a la pestaña Vídeos de la página de búsqueda y mira un vídeo de cinco minutos sobre su origen. 

 Tomemos “lino retorcido”, por ejemplo. Si lo buscas en Google y luego ves algunos vídeos sobre el origen del lino, harás algunos descubrimientos fascinantes. El lino procede de la planta de linaza. Esta planta crece, produce sus semillas y luego se le corta el tallo. Si se deja la raíz, crecerá otro tallo que producirá más semillas. 

Está una flor de color morado claro que adorna la planta de linaza. Cuando florece, la flor permanece unas horas y cae al anochecer. Al día siguiente, crece otra flor. Cuando se cosecha esta planta con las raíces, se procesa para convertirla en hilo que se convierte en sábanas y ropa. 

Esto es sólo una planta. En un campo, podría haber millones de ellas – todas realizando milagros. 

¡Qué mundo nos regala Hashem!

No puedo ver una forma mejor de celebrar la sección de la Torá en la que Hashem le regala al pueblo judío la construcción de un lugar para que percibamos Su presencia bien alto y bien claro. 

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David Ben Horin vive en Afula con su familia, millones de girasoles y Matilda, nuestra camella local. La startup israelí de David, 300 Marketing Solutions, es una agencia de lean marketing para startups y pequeñas empresas que crea y promociona ROI optimizado para SEO dirigido a la audiencia adecuada en LinkedIn para hacer que su negocio sea la estrella del espectáculo.