No reces por el Mashíaj – 2da parte

La semana pasada comenzamos una serie de artículos sobre el Mashíaj. Con la ayuda de Hashem, en este artículo y también en los próximos nos seguiremos refiriendo a algunos puntos fundamentales relacionados con este tema tan importante.

¿Hay algún lector que nos esté leyendo que no quiera que venga el Mashíaj? Y, si es posible, ¿incluso “el Mashíaj ya”?

No hay nadie que no sienta: “¡Basta! Tiene que venir cuanto antes, ya no nos quedan más fuerzas…”.

¿Estás rezando por el Mashíaj? ¿Por la Gueulá (Redención Final)?

¿Sabes qué? Es muy posible que tengas que dejar de rezar por estas cosas ya mismo!

Es muy posible que tus plegarias, en lugar de acelerar la Gueulá (Redención Final), ¡al final la estén retrasando!

Paradójicamente, las plegarias por el Mashíaj despiertan la acusación Celestial. Sí, ya sé que no lo puedes creer. Y sí, sí tenemos que rezar. Por supuesto que hay que rezar. Nuestros Sabios instituyeron muchas plegarias por la Gueulá (Redención Final) y la venida del el Mashíaj. Pero la cuestión es cómo debemos rezar, y qué estamos pidiendo realmente cuando rezamos y pedimos por el Mashíaj.

Si pides por el Mashíaj porque piensas que las cosas están muy mal ahora y que cuando venga el Mashíaj la vida será maravillosa – entonces, por favor perdóname, pero eso es una gran falla en la emuná (fe) de uno, porque no hay mal en el mundo, y Hashem es misericordioso y siempre hace sólo el bien.

¿No crees que el pueblo judío tiene que pasar exactamente por lo que está pasando, y que todo es con gran misericordia?

Cuando piensas que lo que está sucediendo ahora es malo – eso es falta de emuná, y la falta de emuná despierta una gran acusación de lo Alto, como dice Rabí Najmán, que la falta de emuná, una falla en la emuná, causa enojo Celestial.

Además, la falta de emuná retrasa la Gueulá (Redención Final), porque “la razón principal del exilio se debe únicamente a la falta de emuná”, según dice Rabí Najmán. Entonces, por supuesto que no se puede acelerar la Gueulá (Redención Final) con falta de emuná.

Además, Rabi Najman dice que “La emuná es tefilá (plegaria)”, y la plegaria que proviene de la falta de emuná – no es una plegaria…

Por lo tanto, si quieres rezar por Gueulá (Redención Final) – ¡primero cree en Hashem! Primero cree que lo que está sucediendo ahora es lo mejor que podría suceder. Cree que no hay mal en el mundo. Cree que Hashem es bueno y misericordioso. ¡Cree que Hashem nos ama infinitamente y siempre hace por nosotros sólo el bien!

No reces por el Mesías, si no tienes plena fe en Hashem

Y por eso, antes de rezar, da muchas gracias por todo lo que estás pasando y por todo lo que está pasando el pueblo judío. No pidas por el Mashíaj solamente porque quieres librarte de tus problemas, sino sólo desde el punto de partida de la emuná de que todo es bueno y todo es para bien.

Además, muchas veces, cuando una persona reza por el Mashíaj, piensa en sus problemas personales en la vida y secretamente espera que el Mashíaj venga y resuelva todos esos problemas personales; para que sea sano y tenga dinero, y tenga un buen matrimonio etc…..

Tal “Mashíaj” es simplemente un escape de la realidad. Y también es un defecto de la emuná, porque proviene de una falta de voluntad para aceptar la realidad con fe y enfrentarse a ella.

Si sientes que tienes problemas en la vida y no eres feliz, eso significa que te falta emuná. Rabi Najman dice que cuando se perfecciona la emuná, todas las carencias que uno siente desaparecen. Si sientes que te faltan cosas, no necesitas al Mashíaj; sólo tienes que estudiar el libro En el Jardín de la Fe.

Por lo tanto, antes de explicar qué es el el Mashíaj y por qué se reza realmente cuando se reza por el el Mashíaj, dejemos esto claro: ¡Recuerda que no hay conexión entre tus problemas en la vida y el Mashíaj!

Entonces, ¿qué es el el Mashíaj? ¿Cuál es su papel? ¿Qué es la Gueulá (Redención Final)?

El Mashíaj viene para dar a conocer y revelar la gloria de Hashem, Su emuná, Su realeza. “Por eso ponemos nuestra esperanza en Ti”. ¿Qué esperamos? ¿Una vida fácil? No. Más bien, “que pronto podamos ver Tu poderoso esplendor… toda la humanidad invocará Tu Nombre, … Todos los habitantes del mundo reconocerán y sabrán… y todos aceptarán sobre sí el yugo de Tu realeza…”.

Esa es la esperanza del Mashíaj, y cuando pides por el Mashíaj, ¡debes tener sólo esa intención!

“Y Él traerá al salvador a los hijos de sus hijos”, decimos en cada plegaria. ¿Para qué? “Por amor a Su Nombre”. No para resolver nuestros problemas.

Si quieres al Mashíaj, eso significa que quieres que Hashem sea el Rey – así que empieza a coronar a Hashem tú mismo – ¡aceptando su reinado en ti mismo! O sea, empieza a creer en Hashem, empieza a enfrentar tus dificultades con emuná, hasta el punto de regocijarte y bailar y agradecer a Hashem por todo lo que sucede en tu vida – grandes y pequeños problemas, problemas a corto plazo y a largo plazo.

Además, si el Mashíaj es realmente importante para ti, deberías demostrarlo no sólo con la palabra sino también con los hechos. ¿Cómo? Dando a conocer y difundiendo el emuná en el mundo. Porque para ti, Su Nombre es lo importante y quieres que toda la Creación invoque Su Nombre.

Cuando vives con emuná y aumentas la emuná en el mundo y aceptas todo lo que te sucede con amor y emuná, entonces eres, en primer lugar, una persona feliz, pero entonces también puedes pedir y rezar por el el Mashíaj y la Gueulá (Redención Final) por el honor de Hashem y no porque sientas que tienes una vida difícil.

Emuna es tefilá y tefilá es emuná. Sólo la tefilá que proviene de la fe completa en que Hashem siempre nos ama y en que todo es bueno se llama tefilá. Y sólo tal tefilá apresura y trae la Gueulá (Redención Final), porque Israel merecerá la salvación sólo en mérito de la emuná, como dice Rabí Najman: “Cuando la emuná aumente en el mundo, vendrá el Mashíaj, porque la parte principal de la Gueulá (Redención Final) depende de eso”.