Invitación a Uman

Yo nunca antes había pisado en Ucrania. En mi lista de top-ten para ir a visitar, Ucrania ocupaba aproximadamente el puesto 49.

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Howard Morton

Posteado en 17.03.21

Yo nunca antes había pisado en Ucrania. En mi lista de top-ten para ir a visitar, Ucrania ocupaba aproximadamente el puesto 49….

Uman es una pequeña ciudad de Ucrania que queda a aproximadamente tres horas de auto desde Kiev. Allí es donde Rabí Najman de Breslev fue enterrado hace ya más de doscientos años y allí es donde decenas de miles de seguidores y admiradores del mundo entero se reúnen en Rosh Hashaná cada año.

Yo nunca antes había pisado en Ucrania. En mi lista de top-ten para ir a visitar, Ucrania ocupaba aproximadamente el puesto 49. Pero me fue creciendo un fuerte deseo de estar en Uman para Rosh Hashaná, de derramar todo mi corazón ante Dios en la sagrada tumba de Rabí Najman y recargar allí mis baterías espirituales, en aras de mi familia.

Si bien yo vivo a más de 8.000 km de distancia de Uman, para mí es como si hubiera sido cinco millones de kilómetros. Era algo totalmente fuera de alcance. Con los enormes gastos y compromisos que tengo que solventar, no me quedaba ni un centavo para viajar a Europa Oriental.

Sin embargo, apenas un par de meses antes de la reunión en Uman para Rosh Hashaná, mi deseo de estar en Uman se volvió más fuerte que nunca y entonces le mandé un email al Rabino pidiéndole consejo. El Rabino me respondió: “Habla con HaShem de este tema diez minutos por día durante los próximos 45 días”.

Y eso fue lo que hice.

Caminando por en medio de parques y bosques, por calles llenas de gente y por la orilla de un río, dediqué diez minutos cada día a hacer hitbodedut, plegaria personal, pidiéndole a HaShem que me ayudara a llegar a Uman. Después de hacer esto mismo durante la mayor parte del verano pasado, todavía no tenía boleto ni lugar donde hospedarme ni nada.

Ahora faltaban solamente unos pocos días para que 35.000 judíos de todo el mundo empezaran a llegar a Uman. Y yo estaba más lejos que nunca…

Hasta que, aparentemente como salido de la nada, recibí una llamada de teléfono en mi oficina.

Era un amigo mío que ya había hecho todos los arreglos para viajar a Uman, e incluso había reservado una cama en Inn Uman, donde ahora ya no quedaba ningún lugar disponible. Inn Uman es un hotel que ofrece alojamiento de lujo (según los estándares de Ucrania) y que ofrece charlas del Rabino Brody en cada comida. Mi amigo me llamó para avisarme que había ocurrido algo inesperado por lo cual le iba a resultar imposible viajar a Uman y quería darme su lugar a mí. Yo no iba a tener que pagar ni un solo centavo: él se encargaba de todo. Lo único que me pidió fue que dijera el Tikún HaKlalí y rezara por él y por su familia en la tumba de Rabi Najman.

Yo obviamente le di un millón de gracias y entonces colgué el teléfono y Le di las gracias a HaShem todavía más. Me quedé tan anonadado ante este milagro tan obvio que me puse a bailar en la oficina. Y casi inmediatamente después de esto, hubo otros tantos milagros. Mi mujer, que es increíble, que me dio su consentimiento y a las dos horas ya tenía mi boleto a Kiev sin siquiera haber pagado un centavo.

A la semana siguiente, yo estaba en el avión a Kiev via Dusseldorf, camino a Uman. Las azafatas hablaban en alemán y fue la primera vez que oí la palabra “verboten” siendo utilizada en un contexto que no fuera una película del Holocausto. Tras aterrizar en el aeropuerto de Kiev, abordé el micro que viajaba a Uman. Tres horas más tarde, llegué a Uman por primera vez.

Yo había oído rumores de gente que jamás había estado allá según los cuales Uman en Rosh Hashaná es una locura, al mejor estilo Woodstock. Yo soy testigo de que sí, hay bailes espontáneos y música y una atmósfera muy alegre, pero no los festejos decadentes que me habían contado. Lo que sí vi fue una multitud de judíos anhelando poder acercarse a Dios y felices de estar junto a Rabí Najman.

Uman en Rosh Hashaná es una ciudad judía. La mayoría de los ciudadanos ucranianos se van de la ciudad y alquilan sus departamentos a los judíos, obteniendo así gran parte de sus ingresos anuales. Por todas partes ves y oye el idioma hebreo: en los carteles que hay pegados en las paredes, en los panfletos que van flotando por el aire y en la gente que lo habla, que son la mayoría. Incluso los pocos ucranianos que se quedan en Uman lo hablan, cuando tratan de alquilar sus departamentos a último momento o vender sombreros de piel a los israelíes.

Por supuesto que la principal atracción de Uman es la tumba de Rabí Najman. Y no ha de sorprendernos. Hace ya más de doscientos años, con sus dos principales discípulos por testigos, Rabí Najman hizo la siguiente declaración:

“Cuando se acaben mis días y me vaya de este mundo, he de interceder por todo aquel que venga a mi tumba, recite los Diez Salmos del Remedio General -el Tikún HaKlalí- y dé un poco de caridad. Por más graves que sean sus pecados o sus transgresiones, haré todo lo que esté en mi poder por salvarlo y purificarlo. Me extenderé a lo largo y lo ancho de la Creación por él. ¡De los peot (rizos laterales) lo sacaré del Infierno!” (La Sabiduría de Rabí Najman #141).

Recitar el Tikún Haklalí en la tumba de Rabí Najman con un alto grado de conciencia espiritual que sentí allí es una experiencia indescriptible. La verdad es que el solo hecho de estar en Uman es una experiencia increíble. La formación de nuevas amistades. La unión entre judíos provenientes de todos los sectores: jasídicos, lituanos, seculares, israelíes, franceses, españoles, ingleses, argentinos, norteamericanos, por nombrar tan sólo unos pocos… Los aplausos cuando se pronuncian las palabras “El Rey” a la mañana de Rosh Hashaná. La increíble versión de veinte minutos de duración del Leja Dodi en la víspera de Shabat en el Kloiz (la principal sinagoga de Breslev en Uman), bailando con la melodía del propio Rabí Najman…

Y después la hora de hitbodedut- plegaria personal en la mismísima ciudad en la que Rabí Najman hizo hitbodedut. Las clases de Torá en varios idiomas. Entrar a Rosh Hashaná espiritualmente limpio tras sumergirnos en la mikve a las 2 de la madrugada, seguido del servicio de Selijot en el Kloiz, el servicio de Shajarit al alba y luego el Vidui (confesión de pecados) ante HaShem en la tumba de Rabí Najman.

Uman Rosh Hashaná es algo imposible de describir con palabras. Es un lugar en el que la Divina Providencia está revelada. Es un lugar de plegarias sinceras. Es un lugar en el que uno puede alcanzar conciencia y ascenso espiritual. Es un lugar que te cambia la vida, en el que los eventos y la gente y las oportunidades todos se unen en formas sorprendentes.

Pero la sensación que sentí con más fuerza fue la de que me habían invitado. Por más raro que suene, sentí que Rabi Najman me había invitado.

Al fin y al cabo, el propio Rabí Najman dijo: “Tanto si comen, como si no comen; tanto si duermen como si no duermen; tanto si rezan como si no rezan [con la debida concentración]; solamente asegúrense de estar conmigo para Rosh Hashaná” (Tzadik #404).

 

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1. Rina Mantilla Cetuain

11/21/2022

Tomare su experiencia de la cual le dio el Rab.. “Habla con HaShem de este tema diez minutos por día durante los próximos 45 días”. para que me conceda ir a Uman a la Tumba de Rabí Najman. Mil gracias…Shalom💙.

2. Claudia Jaimes

10/14/2016

Es una Bendición muy grande

Tomare su experiencia de la cual le dio el Rab.. “Habla con HaShem de este tema diez minutos por día durante los próximos 45 días”. para que me conceda ir a Uman a la Tumba de Rabí Najman. Mil gracias por compartir esta experiencia

3. Anónimo

10/14/2016

Tomare su experiencia de la cual le dio el Rab.. “Habla con HaShem de este tema diez minutos por día durante los próximos 45 días”. para que me conceda ir a Uman a la Tumba de Rabí Najman. Mil gracias por compartir esta experiencia

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