Historia de Dos Amigos

Las recientes tragedias que conmocionaron al Pueblo judío en la Tierra de Israel nos impulsan a aumentar nuestros esfuerzos en la difusión de la emuná

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 17.03.21

Las recientes tragedias que conmocionaron al Pueblo judío en la Tierra de Israel nos impulsan a aumentar nuestros esfuerzos en la difusión de la emuná, pues no hay nada que invoque tanta compasión y misericordia Divina como la difusión de la emuná. A modo de ilustración, presentamos aquí una aleccionadora alegoría.

 

Había una vez dos amigos – uno rico y generoso y el otro un hombre común y corriente de escasos recursos. En cierta ocasión, los dos se enteraron de que un tercer amigo tenía terribles problemas financieros y que estaba sumido en enormes deudas. Los dos amigos juntos decidieron ir a visitarlo. Y cuando él les contó de las dificultades que estaba pasando, a los dos amigos se les llenaron los ojos de lágrimas. El amigo más pobre tomó un librito de emuná y un CD de emuná que llevaba en el bolsillo y se los dio al amigo que estaba en quiebra. El amigo más rico le ofreció un generoso cheque que no sólo cubría las deudas sino que además le iba a posibilitar dedicarse al estudio de la Torá y proseguir con su vida sin más preocupaciones financieras.

 

Llegó el día en el que los dos amigos se fueron de este mundo. Ambos fueron recibidos en la Corte Divina. La Corte se quedó tan impresionada con los actos de benevolencia del rico y con todo el dinero que donó para causas de caridad que le acordaron una enorme recompensa y un sitial de primera clase en el Mundo Venidero. Sin embargo, el rico se quedó boquiabierto cuando se enteró de que su amigo más pobre recibió una recompensa miles de veces más grande por su “insignificante” acto de dar el CD y el librito de emuná. Y lo que es más, la recompensa del pobre continuaba creciendo sin parar, igual que una planta bien regada en un suelo fértil.

 

El rico le preguntó al pobre: “¿Qué fue lo que le diste a nuestro amigo que te hizo ganar una recompensa tan grande?”.

 

Y el amigo pobre le respondió que le había dado un librito de emuná y un CD con palabras de aliento y de emuná, que le habían costado los dos juntos algo así como cinco dólares…

 

El amigo rico clamó con dolor ante la Corte Divina: “¿Qué es lo que sucede acá? ¿Acaso este es el Mundo de la Verdad? ¿Esto es lo que ustedes llaman ‘justicia’? Yo le di a nuestro amigo por lo menos un millón de dólares y él le dio apenas cinco dólares. Mi caridad le permitió a nuestro amigo estudiar Torá y casar a todos sus hijos en forma honorable e incluso a sus nietos! Mi amigo pobre no le dio casi nada y a pesar de eso él está recibiendo una recompensa miles de veces más grande que la mía!!”. Sus palabras produjeron gran conmoción en la Corte Divina.

 

La Corte Divina respondió: “Es cierto, tú te ganaste un gran mérito. No obstante, tu regalo no puede compararse ni de lejos al regalo de tu amigo, porque tu amigo le dio a aquella persona algo tan grande que resulta inmensurable – él lo hizo retornar a Hashem! Le dio emuná, en virtud de la cual el pobre retornó la senda del judaísmo y retornó a Hashem en sincero arrepentimiento, y empezó a servir al Creador con amor y con alegría y empezó a hablar con él todos los días. Y en mérito de ese pequeño librito que le dio, ahora todos hijos y nietos de aquel hombre están yendo por el camino de Hashem y ellos también se esfuerzan por acercar a otros a Hashem. Resulta imposible medir la recompensa que recibirá tu amigo, pues ha de continuar creciendo por toda la eternidad…

 

***

Entonces, ¿qué aprendemos de esto?

 

Que no existe caridad ni benevolencia que puedan compararse a la difusión de la emuná. No hay nada en el mundo que se le acerque siquiera!!

 

  • La historia de los tres amigos no es solamente una historia, sino que es la pura verdad. No hay nada más grande que la hafatzá (la difusión de la emuná). El Santo Zohar alaba a aquellos que acercan a las demás personas a Hashem. Porque gracias a ellos subsiste el universo. Hashem siempre estará junto a esa persona y bendecirá a toda su familia.
  •  

Queridos hermanos y hermanas, apreciados amigos: les ruego a todos que empiecen a actuar. “Todo el que está con Hashem, que venga conmigo!”. La guerra de nuestra generación es hacer todo el esfuerzo posible para acercar a las almas del pueblo judío a su Padre Divino. No hay nada más valioso e importante en el mundo entero. Y ojalá Hashem nos ayude a santificar Su sagrado Nombre y pronto podamos ver el día en el que “todo ser vivo invocará Tu Nombre”. Amén!

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1. Silvia K Bobb

12/08/2014

Gracias Mi Querido Rabino, y aqui estoy con Emuna para servir a Hashem.

2. Silvia K Bobb

12/08/2014

Gracias por tu respuesta

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