Salgamos de la rutina!

Todos conocemos esa sensación de caída después de una elevación espiritual. A veces sentimos que hemos vivido con emuná y que de pronto nos hemos perdido. ¿Qué podemos hacer en esos momentos? El secreto radica en ayudar a los demás.

En los días en que estaba en el ejército, y era un soldado solitario, si mi familia, sabiendo solamente hebreo básico, mi conexión con Hashem creció en forma exponencial por el mero hecho de que realmente necesitaba Su ayuda literalmente a cada instante del día. Pero una cosa que percibí rápidamente fue que cuando oraba pro mi compañeros soldados de mi unidad y no sólo por mí mismo, las cosas me iban mucho mejor. Había muchas menos discusiones y mucho más trabajo en equipo. Lo que te quiero decir es que tú también puedes usar el mismo principio en tu propia vida diaria.

¿Las cosas no van como te gustaría, ya sea en el ámbito familiar o en el trabajo, o en ambos? Prueba este simple consejo: empieza a orar para recibir ayuda por lo menos diez minutos al día y te prometo que vas a ver resultados sorprendentes! Pero sé constante – todos los días, sin engaños! Ahora escúchame bien, mi amigo, tengo un consejo todavía mejor para darte. ¿Quieres ser feliz en la vida? ¿Quieres sentir que Hashem está contigo? ¿Sientes que necesitas re-encender tu judaísmo? ¡Excelente! Empieza difundiendo emuná! A veces podemos atarnos tanto a los horarios de trabajo que apenas si nos queda espontaneidad en la vida. Si tú sientes esto mismo, tienes que empezar a difundir emuná; es muy fácil de hacer y es enormemente gratificante.

Al invertir en infundir esperanza, aliento y adherencia a la Torá entre nuestros hermanos, uno está haciendo realidad el más grande deseo de Hashem en el mundo. Él quiere que Sus criaturas Lo conozcan y Le agradezcan. Ahora bien: está muy bien que cumplas la Torá, pero ¿qué pasa con todos tus familiares, tus vecinos, tus amigos, que pasan por la vida en piloto automático? Alguien como tú, que ha visto la belleza de la emuná y que está tratando de vivirla, ahora necesita tomar la iniciativa y ayudar a toda esta gente, porque si no ¿quién lo hará? Esta es una responsabilidad que Hashem te dio a ti!

Esta es la experiencia más gratificante que puedes llegar a tener en toda tu vida. Yo conozco a alguien que hace poco compró una gran cantidad de libritos de la serie Joyitas, como por ejemplo Cree en tu propia fuerza y los ha distribuido por toda Jerusalén.  Soldados, ancianos y enfermos en el hospital se han beneficiado por igual de estos libros milagrosos. Uno nunca puede saber de lo que puede ser capaz un libro o un CD. Tal vez evites un suicidio; quizás salves un matrimonio del divorcio a último momento; o tal vez ayudes a una persona a sentirse mucho más contenta en la vida. Dice el Rabino Shalom Arush que cada libro o CD acaba con otro misil enemigo más. Todo depende de ti. Todos hemos oído la expresión tikún olam (rectificación del mundo) y traer luz a las naciones, pero ¿de qué manera se aplica eso a nuestras vidas? La respuesta está en difundir la emuná y todos, incluyéndote a ti y a tu familia, pueden hacerlo.

Te quiero dar un ejemplo, que tal vez les dé un “empujoncito” a ti y a tu familia. Cuando vengan a Israel de vacaciones, quiero darles “deberes” para que hagan: inviertan en unas doscientas o trescientas Joyitas y apóstense en alguna de las estaciones de autobús centrales aquí en Jerusalén o en Tel Aviv. Los viernes a la tarde y los domingos a la mañana es cuanto pasa más gente. Quiero que vayas allí y empieces a darles libritos a los soldados y les agradezcas por su servicio, y por su sacrificio y les des un CD de emuná o una joyita. No te preocupes si es en inglés o en hebreo. De hecho, las versiones en inglés tal vez les resulten incluso más interesantes, ya que a ellos les interesa mejorar su nivel de inglés. ¿Por qué no hacerlo con emuná? Haz esto por lo menos una ve en la vida y no lo postergues. Deja a un lado todas las cosas pasajeras de este mundo y haz algo que dure!

Nuestros soldados pasan por un tremendo desgaste tanto emocional como físico que tal vez no adviertas cuando los ves así yendo por la calle con sus lindos uniformes. Pero cuando ellos se van a dormir a la noche, en las fronteras y en los puestos de guardia frente a Gaza, Líbano, Siria y Jordania, les estás dando un escudo protector que no se puede comprar ni con dinero ni con armas…

No importa si me haces caso o no, pero el mensaje es que si estás tratando de salir de la rutina, tienes que hacer por otra gente algo que no “tengas necesidad de hacer” y Hashem entonces hará por ti y por tu vida algo que no tiene necesidad de hacer. ¿Qué mejor forma de empezar a prepararte para Rosh Hashaná que acercar a la humanidad a su propósito ulterior? Da el próximo paso, sal afuera, sonríe y cambia el mundo!