La alegría de Hashem

Hace poco fui de viaje con mi esposa y otras dos parejas amigas nuestras. Los seis fuimos de crucero desde Haifa durante cinco noches...

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Steve Gardner

Posteado en 18.03.21

La palabra “najat” en idish es en realidad “placer” o “satisfacción”. Pero también tiene la connotación de “orgullo”, esa sensación que uno tiene cuando ver los logros de un ser querido. Y se usa para la felicidad que uno tiene de sus hijos o nietos. Yo propongo que eso es lo mismo que siente Hashem cuando ve la conducta de Sus hijos.

 

Y por qué cuento esto? Hace poco fui de viaje con mi esposa y otras dos parejas amigas nuestras. Los seis fuimos de crucero desde Haifa durante cinco noches. En todo el viaje hubo minianim (quórum de rezos)  para shajarit, minjá y maariv. Resulta que los dos hombres eran kohanim y nos preguntamos qué debíamos hacer con respecto a las bendiciones diarias que dan los kohanim a los que asisten a los rezos en el minián. Hay diferencias entre los sefaradíes y los ashkenazíes: los kohanim de los sefaradíes bendicen a la congregación a diario tanto en Israel como fuera de Israel y los ashkenazíes bendicen solamente estando en Israel.

 

No logramos resolver el dilema. La única respuesta que obtuvimos antes de partir es que si estábamos fuera de Israel y el minián era sefaradí entonces los kohanim ashkenazíes debían unirse a los kohanim sefaradíes dado que la mayoría de aquellos que viajaban eran sefaradíes y debíamos seguir esa costumbre. La persona a cargo de los minianim en el barco decidió que entonces iba a haber dos minianim: uno ashkenazí y otro sefaradí y que cada uno siguiera su costumbre. Una verdadera resolución salomónica…

 

También teníamos el dilema de hacia dónde  rezar. Si el Arca de la Torá estaba del otro lado de Jerusalén, entonces había que rezar frente al Arca o frente a Jerusalén? Otro foco de conversación…

 

La resolución de estos planteos no es lo principal. Lo que importa es la najat. He aquí cientos de judíos de vacaciones en el mar y lo que acapara su atención no es la comida, ni las atracciones turistas ni el destino, sino cómo servir a Hashem. El placer de ver a Sus amados hijos debatiendo con un solo propósito: cómo servir mejor a Dios.

 

Que todos seamos bendecidos con ser una fuente de orgullo para nuestro Padre Divino y que todos nuestros conflictos ronden únicamente en torno a nuestro esfuerzo por servirlo de la manera que Él desee.

 

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