Hollywood y nuestro futuro

La gente piensa que los escándalos de Hollywood no tienen nada que ver con ellos. Pero en realidad es muy posible que Hollywood ejerza una tremenda influencia en el futuro de sus hijos…

El mundo entero ha sido testigo en estas últimas semanas de la tremenda repugnancia de un comportamiento escandaloso. Personas que eran objetos de reverencia en virtu de su fortuna y su fama resultaron estar por debajo del nivel de las bestias, por decirlo con delicadeza.

Me pregunto si los mismos transgresores inmorales alguna vez tomaron en cuenta el profundo efecto que ejerce su conducta personal en las futuras generaciones. ¿Qué legado piensa que les deja a sus hijos ese multimillonario corrupto? ¿Su cuenta bancaria? ¿Su empresa? Por lo general pierde a ambas y no se queda con nada, excepto la infamia.

La santidad del padre es el factor que mayor efecto ejerce en sus hijos. Rabi Najman enseña que los hijos de un padre que domina su mala inclinación van a tener una vida íntegra. En una generación como la nuestra en la que tantos niños y jóvenes se alejan de la observancia de la Torá, una promesa así es un maravilloso incentivo para aquel que se esfuerza por controlar su mala inclinación. Para empezar, hay que cuidarse de no mirar donde no se debe, porque Rabi Najman enseña que la lujuria empieza por los ojos (LIkutey Moharán I:36)

Y también sucede lo contrario: la falta de santidad influencia a las futuras generaciones. Si el padre piensa en otras mujeres que no son su esposa, entonces sus hijos no van a tener deseos de estudiar Torá. Cuando el padre mira películas y piensa en las actrices que ve, no sólo que el hijo no va a querer estudiar Torá sino que lo más probable es que se aleje por completo del judaísmo. A nivel espiritual, toda persona que sumerja sus ojos y su mente en Hollywood está destruyendo el futuro de sus hijos.

Cada padre y cada madre son un componente esencial en la vida de sus hijos. Si ellos no se purifican, entonces tanto ellos como sus hijos van a pagar un precio muy caro por esto. Y si a veces vemos a eruditos de la Torá cuyos hijos se apartaron del sendero de la Torá, es probablemente porque no pusieron énfasis en la santidad personal. Si no lograron transmitir la Torá a sus hijos entonces no sirve de mucho que ellos mismos sean tzadikim.

Por otro lado, aquellos tzadikim para los cuales la santidad de la Torá fue prioridad número uno tuvieron hijos, nietos y bisnietos que viven en santidad, guardan sus ojos como ángeles y todo en virtud del esfuerzo del padre. Ojalá todos sigamos sus pasos.