Un lugar de santidad – Vaishlaj

"¿Quién es fuerte?" pregunta la Mishna (Avot). La fuerza no está solo en "hacer", sino también en "no hacer". (Sifrei Jasidim)

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Rabino Tzvi Meir Cohn

Posteado en 30.11.20

"Viví con Lavan" (Bereshit 32:5).

 

He "vivido" con Lavan: he vivido con toda la Torá, he observado los 613 preceptos de la Torá (Rashi).

 

"¿Quién es fuerte?" pregunta la Mishna (Avot). La fuerza no está solo en "hacer", sino también en "no hacer". (Sifrei Jasidim)

 

* * *

 

Mientras viajaba con un pequeño grupo de sus jasidim, el Baal Shem Tov se volvió hacia ellos y les dijo: “El Amo del Universo, el Creador de todas las cosas, está más allá de la comprensión del más sabio de los hombres. Sin embargo, el Todopoderoso nos ha dado Su "sabiduría" en la forma de la Sagrada Torá. Si uno cumple las mitzvot (mandamientos), entonces llega a “conocer” a Dios de la manera más sublime: con su ser físico. Pero la piedad llena este mundo tan completamente, que incluso sin hacer nada se puede crear una morada en este mundo para el Todopoderoso".

 

Los jasidim del Baal Shem Tov absorbieron las palabras de su Rebe, pero no lograron comprender su significado. Así fue que se sentaron un rato a reflexionar en silencio mientras la carreta avanzaba por el camino embarrado a través de una pequeña ciudad.

 

El Baal Shem Tov inesperadamente le pidió al conductor, Alexei, que detuviera la carreta frente a cierta casa. El Baal Shem Tov se bajó del carro y entró a la casa sin dar explicaciones. Los jasidim estaban muy sorprendidos, ya que el ocupante de esta casa era conocido por el hecho de ser un pagano que tenía un icono en su casa. Cuando el Baal Shem Tov salió de la casa, se lo veía de muy buen humor. Los jasidim se miraron entre sí confundidos, y al ver sus rostros, el Baal Shem Tov solo sonrió.

 

El Baal Shem Tov, después de instruir a Alexei para que continuara su viaje, se volvió hacia su jasidim y dijo: “Tengo buenas razones para estar tan alegre. ¡Esta última hora observé toda la Torá!"

 

Los jasidim se sentaron con rostros en blanco sin entender lo que su Rebe les estaba diciendo.

 

“La Torá prohíbe meditar en cualquier palabra sagrada de la Torá en un lugar inmundo. El lugar de idolatría se considera aún peor, ya que es espiritualmente inmundo, no simplemente físicamente inmundo. Con la ayuda del Todopoderoso, logré controlar mis pensamientos y me abstuve de pensar siquiera un solo pensamiento de la Torá, y eso puede considerarse como haber observado toda la Torá".

 

Rabí David de Dinov, al contar esta historia, afirmó que las palabras de Rashi (citadas más arriba) explican que nuestro patriarca Yaakov (Jacob) observó la totalidad de las 613 mitzvot (Mandamientos). Esto parece problemático. “Siendo que hay ciertas mitzvot que solo se pueden observar dentro de la Tierra Santa de Israel, y siendo que Lavan vivía en Jaran, fuera de la Tierra de Israel, entonces ¿cómo pudo haber observado todos los mandamientos?

 

Esta historia sobre El Baal Shem Tov responde a nuestra pregunta: Mientras vivió con Lavan, en una casa que estaba llena de íconos e ídolos, Yaakov se vio obligado a evitar todos los pensamientos de las enseñanzas de la Torá. Por lo tanto, podemos entender la explicación de Rashi de que Yaakov observó todos los 613 preceptos de la Torá y, por lo tanto, verdaderamente "vivió" al no pensar en la Torá mientras estuvo en una casa llena de íconos e ídolos.

 

Y así fue.

 

 

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